Nuestra Historia De Amor

Los días siguientes fueron muy incómodos, Alexa y Ethan solo se dirigieron algunas palabras durante esa semana que pasó, Alexa decidió no pensar más en su hermanastro y continuo con su vida, llegó la hora de empezar la universidad, así que Alexa busco entre las cosas que había comprado unos jeans negros ajustados, con un top color blanco que dejaba ver parte de su abdomen, también se puso una chaqueta negra de jeans, peino su cabello en ondas que caían suaves en su espalda, se maquilló ligeramente y luego salió de la habitación, llevando con ella las cosas necesarias para ir a clases.

Ethan se encontraba en el comedor junto a su papá y Carolina desayunando, cuando Ethan alzó la vista se encontró con una vista impresionante, Alexa se veía increíble, no parecía la misma niña tonta de unos días atrás.

— Buenos días, familia. — saludo Alexa sentándose en su puesto.

— Hija!, te ves hermosa. — dijo Carolina con lágrimas en sus ojos.

— Gracias mamá. — respondió Alexa sonriente.

— Voy a tener que pagar un guardaespaldas para que te aleje a los buitres que andarán tras de ti. — dijo Marcos en forma de broma.

— Ni que fuera para tanto. — respondió Ethan con su cara enterrada en el plato.

Alexa lo ignoro y empezó a desayunar tranquilamente, ella estaba feliz de empezar a estudiar su carrera, aunque en el internado aún le faltaban algunos meses para salir, la realidad era que ella había terminado la secundaria y ya estaba lista para la universidad, el desayuno paso sin inconvenientes, Ethan de vez en cuando se la quedaba mirando fijamente, pero trataba de disimular su atracción a la joven.

— Hija, Amanda está por volver al país. — comento Carolina despreocupada.

— Que viene a hacer aquí? — pregunto Alexa molesta.

— Ella también es mi hija y tiene derecho a estar conmigo. — dijo Carolina firmemente.

— No, mamá ella es tu única hija, mejor me voy no quiero arruinar mi primer día de clases. — contesto Alexa levantándose para irse de la casa.

Ethan estaba intrigado por la reacción de Alexa, que pasaba entre ella y su hermana, por curiosidad también se levantó y se fue tras de la joven, alcanzándola en la puerta principal de la casa.

— Te llevo a la universidad?. — pregunto Ethan amablemente.

— No me hablas en una semana y ahora me quieres llevar, qué pasa contigo?. — pregunto Alexa confundida.

— Vamos al mismo sitio, no le veo el problema. — respondió Ethan despreocupado.

— No quiero molestar, la última vez que estuvimos juntos dejaste claro que yo solo te causaba problemas. — respondió Alexa caminando a la puerta.

— No seas niña, vamos te llevo y así hablamos un rato. — respondió Ethan caminando al lado de Alexa.

Al final Alexa acepto que Ethan la llevara a la universidad, en el camino hablaron de muchas cosas, se sintieron como si el mundo a su alrededor no existiera.

— Está noche hay una fiesta de bienvenida, te gustaría ir?. — pregunto Ethan sinceramente.

— En serio me estás invitando a salir?. — respondió Alexa alzando una ceja.

— Claro que sí, mira eres mi hermana y creo que debemos llevarnos bien, por el bien de nuestros padres. — respondió Ethan naturalmente.

La respuesta de Ethan dejo a Alexa muy triste, pues él solo la veía como a una hermana, desde ese momento Alexa no volvió a decir nada más, simplemente se limitó a observar el camino.

— Dije algo malo?. — pregunto Ethan sabiendo cuál era la respuesta.

— No, por qué habría de pasar algo. — respondió Alexa encogiéndose de hombros.

— Es que de repente te quedaste tan callada. — respondió Ethan mirando a Alexa.

— Mejor mira el camino, podemos chocar. — contesto Alexa señalando al frente.

— Eso lo podemos resolver. — comento Ethan deteniendo el auto lentamente.

— Qué haces?. — pregunto Alexa confundida.

— Lo siento Alexa, pero ya no puedo contenerme más. — dijo Ethan acercándose a Alexa.

La joven se quedó inmóvil en su sitio, ella no sabía que pretendía Ethan, unos segundos después Ethan desabrochó el cinturón de Alexa y le pidió que se sentará en su regazo, Alexa no sabía que hacer, ya que ella quería seguirle la corriente a Ethan.

— Ven, no temas, no te voy a hacer nada malo, solo quiero demostrarte lo mucho que me gustas niña. — dijo Ethan mirando a Alexa a los ojos.

Ella también quería estar más cerca de él, así que acepto sentarse en su regazo a horcajadas, se miraron a los ojos por unos segundos, antes de que Ethan se adueñara de los labios de la joven, ella era inexperta en este asunto, se vio muy torpe en ese beso.

Ethan se dio cuenta de que Alexa no sabía besar y claro como sabría si estuvo en un internado de señoritas de donde nunca salió en los últimos tres años, la idea de ser él el primero en besarla lo hizo sentir más atraído por la joven.

— Esto es una locura, si nuestros padres se enteran nos mataran. — dijo Alexa preocupada.

— Ya no somos unos niños y si decidimos empezar una relación, entonces ellos deben respetarnos. — dijo Ethan seguro de sí mismo.

— No estás jugando conmigo, verdad?. — pregunto Alexa confundida.

— Eso nunca lo haría. — aseguro Ethan volviendo a besar a Alexa.

Unos minutos después Ethan dejo que Alexa volviera a su asiento y encendió el auto, durante el resto del camino se dedicaron a hablar de sus vidas, Alexa empezaría a estudiar medicina, mientras que Ethan iba en el último semestre de derecho, así que en la universidad no se verían mucho.

Ethan acompañó a Alexa hasta su primer salón de clases, le dejo un suave beso en los labios u se fue a su salón, Alexa entro bajo la mirada curiosa de los presentes.

— Acaso eres la novia de Ethan Coen?. — pregunto una chica sentándose al lado de Alexa.

— Perdón!. — respondió Alexa.

— Lo siento, mi nombre es Sandra de la Vanegas, tú cómo te llamas. — dijo la extrovertida chica a Alexa extendiendo su mano.

— Un gusto soy Alexa Paris. — respondió Alexa al saludo amablemente.

— Y bien, eres la novia de Ethan?. — volvió a preguntar la chica.

— Tú crees que Ethan puede tener novia, él solo tiene pasatiempos. — respondió Alexa conociendo a su hermanastro.

Alexa se quedó pensando en su respuesta y es que en realidad Ethan no tenía novia, la chicas que había visto cerca de él, solo estaban de paso en su vida.