Siendo Esa Princesa

Diana permaneció en silencio durante todo el viaje mientras continuaba tratando de fortalecer su corazón que se sentía tan herido.

Más o menos, la niña empezó a comprender que el cuerpo que tenía actualmente no era del todo suyo. Hay dos almas que parecen mezcladas en una sola.

Su propia alma, y también el alma de Diana Emerald. La verdadera princesa en este mundo paralelo. Diana era plenamente consciente de que el dolor de que el emperador Sean no la dejara ir era la emoción de Diana Emerald.

Se dio cuenta de que el dueño original de su cuerpo realmente debía extrañar la figura de su padre, quien desde su nacimiento hasta ahora nunca había hablado con él ni siquiera lo había conocido.

-No llores, Di. Tienes que ser fuerte para poder pensar en una salida a este extraño mundo- dijo en un monólogo mientras se secaba las lágrimas restantes.

Tenía mucho en qué pensar además de los sentimientos de Diana Emerald. Tenía que pensar en cómo prolongar su vida y cómo salir de ese nuevo mundo.

De hecho, si pensaba en todas las razones por las que entró en este extraño mundo, Diana comenzó a arrepentirse de toda su amabilidad hacia la abuela. Si tan solo no sintiera pena.

Si pudiera dejar de lado sus sentimientos de lástima, entonces tal vez en este momento todavía estaría en la cocina del restaurante ocupada preparando salsa.

Ni siquiera en este lugar y ocupada pensando en cómo no morir joven.

¡Golpe!

Se oyó un golpe en la ventanilla del carruaje. Diana jadeó levemente y rápidamente abrió la ventana. No pudo ocultar su expresión de sorpresa cuando el Emperador Ashlan apareció allí con su expresión plana cubierta por una máscara.

-¡Vete a dormir! Debes estar cansada. Aún nos queda un largo camino por recorrer- dijo el extraño hombre que luego se convertiría en el ángel de la muerte.

Al imaginar la escena en la que le cortaron la cabeza como en la historia, Diana inmediatamente se estremeció. Agarró su largo cuello por reflejo y rápidamente volvió a cerrar la ventana sin importarle que el Emperador todavía estuviera allí.

Mientras tanto, el emperador Ashlan, a quien alguien había tratado así por primera vez en su vida, todavía estaba congelado en silencio.

El cabañero Bennett, que vio todas las escenas, se rió entre dientes en secreto. Fue muy divertido ver la expresión del Emperador y su primo, que parecía una persona abandonada.

......................

Viajando aproximadamente 8 horas en un carruaje tirado por caballos, Diana y el séquito del emperador Ashlan finalmente llegaron al reino occidental.

Concretamente, en la ciudad de Berna. La ciudad más grande es el centro de gobierno y comercio del Reino de la superpotencia.

Diana, que había dormido varias horas, en realidad todavía tenía mucho sueño. Sin embargo, el ajetreo y el bullicio de la ciudad capital que acababa de comenzar el día perturbaron el oído de la chica de ojos verdes.

Es más, cuando se dio cuenta de que el carruaje empezaba a moverse lentamente porque pasaba por el mercado, Diana se entusiasmó aún más por asomar la cabeza para ver las agradables vistas a su alrededor.

La chica de cabello castaño sonrió asombrada al ver la mercancía esparcida al costado de la carretera. Es muy divertido mirar diversos tipos de accesorios, comida, telas e incluso objetos antiguos.

Alejándose un poco del lugar anterior, ahora Diana vuelve a observar hileras de tiendas que exhiben varios tipos de hermosos vestidos en sus escaparates. Por supuesto, Diana estaba aún más asombrada.

No esperaba ver algo que hasta ahora sólo había visto en películas.

Los habitantes del pueblo que se dieron cuenta de que el grupo que pasaba era el séquito del Emperador parecieron inclinar la cabeza en señal de respeto.

Los niños pequeños también hacen lo mismo, aunque no tanto como sus padres. Evidentemente, tan pronto como el caballo que montaba el Emperador pasó junto a ellos, volvieron corriendo a jugar como antes.

Por supuesto, sus padres no pueden impedir que sus hijos hagan eso. Parecen resignados y se sienten culpables por el comportamiento de sus hijos.

¡ERROR!

Inesperadamente para cualquiera, de repente una bola aterrizó en la parte posterior de la cabeza del emperador Ashlan.

La situación de repente quedó en silencio. El avance del grupo Real se detuvo repentinamente. Los residentes de la ciudad parecieron contener la respiración cuando ocurrió el incidente.

Dos escoltas se movieron rápidamente para atrapar el cuerpo de un niño de 5 años que era el autor de patear la pelota. El niño fue arrastrado bruscamente y luego golpeado con fuerza contra el suelo.

Todos los que vieron parecieron taparse la boca. Mientras tanto, el emperador Ashlan seguía tumbado sobre el caballo sin decir una palabra.

-¡Mocoso insolente! ¡Cómo te atreves a insultar a Su Majestad el Emperador!- gritó uno de los guardias que había golpeado violentamente el cuerpo del niño.

Diana, que observaba desde el interior del carruaje tirado por caballos, comenzó a sentir que se le calentaba el corazón al verlo.

Es más, cuando el niño, que no necesariamente es capaz de diferenciar entre el bien y el mal, empieza a llorar de miedo.

Los nudillos de Diana incluso se pusieron blancos cuando su agarre en la superficie de la ventana se hizo más fuerte. Sin embargo, también se dio cuenta de que no podía hacer nada considerando que también tenía que encontrar una manera de no ser odiado por el Emperador.

-¡Mira cuidadosamente!- Gritó el guardia en voz alta. Sostenía la espada a la altura de su cintura.

-Este es el castigo para aquellos que se atreven a insultar a Su Majestad.

-¡Perdone a mi hijo, Su Majestad! ¡Se lo ruego!- gritó una madre que de repente se acercó y abrazó al niño.

Su cuerpo se postró frente al caballo del emperador Ashlan. Lloró, suplicando en un tono desgarrador por la mano de su hijo que estaba a punto de ser cortada.

Ashlan no se movió. Diana, que fue testigo de esto, también se puso furiosa. ¿Eran esos dos hombres completamente desalmados?

-¡Muevete!- El cuerpo de la madre fue empujado con fuerza. Obligada a ser separada de su pequeño hijo que también intentaba agarrar la mano de su madre.

-Noooo... ¡Hijo mío!- La madre gritó aún más tristemente.

La gente del pueblo sólo pudo inclinar profundamente la cabeza. Algunos de ellos incluso intentaron apartar la mirada cuando la espada del guardia comenzó a balancearse para cortar la mano del niño.

Y..

La espada que se balanceaba salvajemente ya no podía ser detenida. El rostro del guardia que llevó a cabo la ejecución se iluminó de repente.

Hace apenas unos segundos, Diana, que todavía estaba en el carruaje, de repente se bajó y corrió a abrazar el cuerpo del pequeño.

Su brazo izquierdo fue levantado para bloquear el avance de la espada. Mientras tanto, su rostro estaba volteado con los ojos cerrados porque sabía que el destino de su brazo definitivamente no sería bueno después de esto.

-Sí, Su Majestad...- dijo tartamudeando el guardia. Pudo ver su espada convertirse en polvo en una fracción de segundo.

Cayó inerte y se arrodilló en el suelo. Si el Emperador Ashlan hubiera tardado un poco en lanzar un hechizo, ciertamente habría causado daño a la Reina de su propio país.

Los habitantes del pueblo también abrieron mucho los ojos al ver el incidente. Algunos de ellos ni siquiera se dieron cuenta de que estaban gritando porque tenían mucho miedo de presenciar el incidente.

Y, cuando todo parecía estar bien, empezaron a dar un suspiro de alivio y empezaron a cuestionar la identidad de la mujer que acababa de salvar la mano del pequeño.

Al escuchar la conmoción de la gente del pueblo, Diana comenzó a tener el valor de abrir los ojos. Al darse cuenta de que sus manos estaban bien y que el niño al que estaba ayudando no había resultado herido, Diana se sentó sin fuerzas mientras retiraba los brazos del cuerpo del niño.

El niño pequeño, que todavía sollozaba, corrió a los brazos de su madre, que estaba parada no lejos de donde Diana estaba inerte. Mientras tanto, Diana todavía intentaba controlar su respiración.

-¿Ya no amas tus manos?- preguntó alguien que sonaba tan frío.

-¿No tienes compasión por un niño que aún no sabe nada?- Diana respondió, sin querer perder.

Diana resopló molesta. Ashlan lo miró con odio. Por alguna razón, a ella realmente no le gusta alguien que se atreva a lastimar a un niño pequeño como Ashlan y sus guardias.

-¡Vuelve al carruaje! Tenemos que llegar al Palacio lo antes posible. Hay un precio que tienes que pagar para salvar al niño- dijo el emperador Ashlan mientras miraba al pequeño niño, simplemente ignoró la pregunta que le formulaban. rechazado por Diana.

-¿Q-qué?- Diana la fulminó con la mirada. Y el emperador Ashlan ya estaba corriendo rápidamente con su caballo, dejando atrás al grupo, incluida Diana.