Desde los 10 años, Latifa le ha confesado su amor al Príncipe Salomón y le ha pedido que se case con ella. Su destino es ser sólo una candidata a novia del heredero al trono del reino Sufan. Ella sólo es una agregada cultural, alguien a quien nadie ama y nadie extrañará una vez que se cumpla el objetivo de unir a los protagonistas.
Así era hasta que llegué yo, una persona madura que murió en otra realidad, pero esta es una nueva oportunidad para mi, así que no quiero seguir el destino marcado de Latifa, dejaré atrás rogar por el amor de un hombre, las declaraciones sin sentido y pedir el reconocimiento de los padres, es tiempo de darle a esta chica un destino donde ella sea la que tome las decisiones. ¿Habrá alguien que la quiera así?
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¿Pueden ayudarme?
A partir de esa tarde, Salomón comenzó a ayudarme a entrenar con la espada, primero usábamos una que dijo era para niños, pero después de que mi tío me consiguió una que se adaptaba mejor a mí, comenzamos a usar esa. Lo curioso es que realmente me estaba ayudando a entrenar y me explicaba claramente dónde estaban todos mis errores.
Además, fue muy divertido que se quejó porque Zaid me regaló ropa especial para hacer ejercicio y, ese mismo día, él me envió un paquete similar, sólo que agradecí que añadió guantes que me serán muy útiles para hacer los ejercicios en las ramas de los árboles. Y para darle las gracias, y no hacer distinciones, le preparé unas galletas de naranja, pues sé que son las que más le gustan. Igual mis tíos me enviaron ropa similar y guantes, así que aumentó en gran medida mi ropa de ejercicio.
Respecto a Naya, creí que me delataría por vestir raro y el detalle del Centro de Entrenamiento, pero, por el contrario, me veía y se alejaba nerviosa, creo que a ella también le impactó la visión celestial de Zaid y debe estar considerando seriamente aceptar su cortejo; hasta donde vi, ella sí ha tratado de hablar con él, pero a este muchacho se me le traba la cabeza y nunca le dice una sola palabra.
Finalmente, un día me citó en el bosque de avellanas donde platicamos bien la primera vez, lo curioso es que no vino con su séquito de seguidoras del mal con las que suele intimidar a Salma y cada vez menos a mí, sino que estaba sola.
Naya: Lo he estado pensando mucho y creo que rechazaré acercarme al joven duque… ¿cómo sabes que le gusto si nunca habla?
Latifa: Bueno, no es que sea un secreto, para mí era evidente cada vez que le declaraba mi “amor” a Salomón, porque Zaid siempre tenía su mirada puesta en ti…
Naya: (Sonrojada) Pero eso no quiere decir que le guste…
Latifa: Él me lo confirmó después, pero tiene un gran problema, es tímido al extremo y me ha pedido ayuda con eso, por eso luego suelen vernos juntos en la escuela.
Naya: ¿Por eso le pediste que me ayudara con el libro?
Latifa: Sí, aunque no lo creas, sé que parece que es un témpano de hielo y nunca dice nada, pero si lo trataras te darías cuenta de que es alguien sumamente amable y la verdad creo que es un gran amigo. Pero es como tu decidas.
Naya: No es nada feo, al contrario, pero no es tan guapo como Salomón, además, ¿cómo ser pareja de alguien que no puede ni dirigirme la palabra?
Latifa: Es tu decisión, como te dije, si no es él, ya llegará alguien más que se interesará en ti. Pero eso sí, no quiero que te molestes entonces si yo comienzo a cortejarlo porque la verdad, está muy guapo y mínimo me gustaría darle una buena… mejor me lo guardo… jejejejeje.
Lo más preocupante, --para mí, claro está--, es que ya no podía ver a Zaid sin pensar en sus abdominales, de hecho, ni siquiera podía decir bien su nombre, pero es un gran amigo, desde el incidente en el árbol viene temprano para cuidarme y asegurarse de que no me lastime demasiado, así que le pedí me ayudara con los estiramientos necesarios (de esos que se hacen en pareja) para mejorar mi flexibilidad, y de paso se me ocurrió una gran idea.
Latifa: (Apenada) Oye socio… ¿te gustaría que nos llamáramos por un apodo? Así podemos ser amigos más cercanos… yo podría llamarte Ab… si no te molesta, claro está [es que cada que te veo pienso en tus maravillosos ab-dominales].
Zaid: ¿En serio? ¿Eso hacen los amigos? (Con una gran sonrisa) Por mí no hay problema… pero ¿por qué Ab? Y ¿yo podría decirte Laty? (dijo apenado)
Latifa: ¡Claro… no hay problema…!
Zaid: Pero… ¿Ab? No tiene ninguna relación con mi nombre…
Latifa: (Sonriendo pícara) Ah, es que eres mi amigo de la A a la Z… jajajajaja, además, es tan sencilla la palabra que ante una emergencia sólo debo gritar Ab y sabrás que te necesito… Za-id es más difícil… (dije con una gran sonrisa)
Zaid: (Muy divertido) Sabes, siempre me pregunto de dónde sacas tantas frases y cosas raras… Laty
En eso estábamos cuando se acercó a nosotros uno de los compañeros de Salomón y creí que me volvería a preguntar cuándo voy a hacerle una declaración de amor al Príncipe, pero me sorprendió completamente.
Farid: Lady Leibe, joven duque… ¿podrían ayudarme?
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hay mi pobre zaid /Grimace/ ojalá se le aclare lo que siente por latifa y actúe como le dijo el tío lou