MI AMOR VERDADERO

Íbamos de regreso a casa, apenas llevábamos unos 20 minutos de carretera, estaba lloviendo fuerte, estaba perdida en mis pensamientos, todavía sentía aquel suave beso en mi mejilla, pero también pensaba en que debía llegar a arreglar lo que pasaba con Vanessa... Escuché hablar a Jair:

JAIR: Hoy fue un día muy productivo, vaya que nos fue bien, y tú, cómo siempre, hiciste un excelente trabajo, eres la mejor... David también lo notó, me di cuenta de eso, de cómo te miraba y analizaba mientras trabajabas

Yo me detuve a pensar en eso, David había asumido todos los costos, atendimos a más de 300 personas entre niños y adultos, se le va un dineral y él solo dijo que se haría cargo; además de todo el dinero, que bonito gesto, ayudar a todas esas personas imagino que sin manera de recibir un pago por ello, bueno, yo aquí imaginando cosas

Volvió a decir Jair:

JAIR: Lo extraño es que él nos contactó, somos una buena Óptica en la zona, pero se ve que él tiene recursos, por qué nos lo pediría a nosotros, habiendo también lugares más cerca, pero bueno, salimos beneficiados, le restó importancia.

Pasamos unos minutos en silencio, llovía demasiado fuerte, Jair conducía muy despacio, apenas y podía ver, no nos había rendido el camino en lo absoluto, la señal era casi nula; yo llevaba nervios, me asustaba un poco por lo fuerte que llovía y lo oscuro que estaba...

JAIR: Debemos detenernos a la orilla del camino mientras escampa un poco, no puedo ver nada... Estaba diciendo esto cuando el auto solo se apagó

ADA: Ay, no puede ser, tu chatarra va a fallar justo ahora

Ese auto lo tiene desde antes de conocerlo, y se la vive enfermo de una cosa y otra, pero siempre lo llevan a curar, nos ha llevado a tantos lugares, la mayoría de veces se porta bien, pero otras veces como esta, solo falla de repente, Jair tampoco lo deja ir, es especial para él, así que solo vive de reparación en reparación.

JAIR: Ahora no Chiquito, responde... Le hablaba mientras hacía intentos fallidos en encenderlo, no respondía ni un poco

ADA: Quizá por la fuerte lluvia el chiquito nos abandonó, también se asustó

JAIR: Creo que fue más que un susto, está muerto, no regresará

Salió del auto, estuvo afuera y estuvo un momento intentando algo con el capó abierto... Al no regresar y yo no podía ver nada, solo sentir la lluvia, decidí bajarme y mirar que podía hacer...

JAIR: Qué haces, quédate en el auto, esperaremos que pase alguien, que tengamos señal y que escampe, son las opciones que tenemos.

Teníamos unos minutos de estar allí, él seguía urgando en el auto mientras yo miraba si veía una luz o algo, en ese momento Jair se dirigió a mí:

JAIR: Pero cómo te sienta la lluvia, me lanzó una mirada que me desagradó

Noté entonces, que el vestido que llevaba se transparentaba y se ajustaba a mi cuerpo, haciendo notar todas mis partes, instantáneamente mis manos fueron a mis senos para cubrirlos, al mismo tiempo dos autos se acercaron, alguien bajó con una sombrilla, me cubrió y me guío hasta el auto, mientras observé que alguien hablaba con Jair y le señalaba el auto en el que llegó.

Estando sentada en el auto, pude ver el rostro de mi David, estaba todo cubierto, estaba quitándose todo de encima, cuando solo arrancó. Antes de decir algo él habló:

DAVID: Estás bien, me miró con preocupación

ADA: Sí, no pasó nada, solo se apagó el auto, Jair...

DAVID: Jair fue con otra persona que mandé, no te preocupes, también se harán cargo del auto... Entonces entendí que la otra persona era el hombre que estuvo acompañando todo el tiempo a David

Anduvimos unos 15 minutos más, despacio porque igual seguía lloviendo y la vista se dificultaba; vi luces y entonces David parqueó el auto, me ayudó a bajar y me cubrió con un abrigo, me tomó de la mano y me guío hacía una casa, tocó la puerta y un anciano nos abrió:

ANCIANO: Pasen, pasen, que lluvia tan fuerte, como es que andan por allí afuera, nos hizo señas para entrar

Yo no omití palabra alguna, solo miraba y sentía las manos de mi David y yo entrelazadas, como me transmitía calor y como me apretaba fuerte.

El anciano nos brindó unas toallas para secarnos, nos guió a una habitación (imagino que supuso que éramos pareja, ya que no nos soltamos de las manos sino hasta estar en la habitación)

DAVID: Mi bonita, debes quitarte esa ropa ahora, te puedes resfriar, estás toda mojada (me decía mientras me secaba con las toallas

Yo solo pude escuchar "mi bonita", siempre me dicen palabras lindas, córteses, pero ninguna resonaba en mí como esta lo hizo.

Él se dió la vuelta, diciendo:

DAVID: No voy a mirar, no hay baño aquí dentro, quítate la ropa y la ponemos a secar, no puedes quedarte así

Yo como sin escuchar lo que me decía, comencé a sacar mi ropa, cuando estaba en ropa interior, me dije, espera, qué haces, te estás desnudando, solo así... Él me interrumpió, se volteó hacía mi, sin abrir los ojos me buscó con sus manos en dónde tenía la toalla y la puso sobre mí...

DAVID: Ya puedo abrir los ojos, preguntó

ADA: Sí, ya está

David me miró por unos momentos, no miró más que mi rostro, después de eso tomó la ropa y la colgó dónde pudo, haber si escurría algo de agua.

DAVID: Ven, siéntate, me indicó, se sentó en el piso con la espalda recostada en la cama, yo le obedecí, me senté a su lado

DAVID: Mucho gusto, me llamo David, extendió su mano

Reí, extendí mi mano para tomar la suya, él me tomó la mano con las suyas, la llevó a su boca y la besó, estuvo todavía besándola sin dejar de mirarnos, sentía que mi cuerpo temblaba al sentir su toque y su respiración en mi mano, era como si un fresquito, me recorriera el cuerpo, lo cual me hacía erizar... Aún mirándome dijo:

-Al fin juntos...

¿Al fin juntos? ¿Qué significa esto, sabe quién soy? Muchas preguntas se formaron en mi mente de inmediato.