En esta novela #Creativa y Fresca , Mar conoció a su Rumi por unos días y creyó realmente que era Gay. Carlo, un empresario exitoso, quedó tan prendado de ella, que decidió no sacarla del error para mantenerla a su lado. Pero este inicio falso tornará caótica su relación.
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Capítulo 24. Una noticia Increíble.
Caos y Pasión 24
Capítulo 24 : Una noticia increíble.
Elsa ISASA
– Arturo - dijo por teléfono Eugenia – cuando viajó mi hijo,¿ llevó su bolso de cuero o valija?
– No entiendo su pregunta señora Eugenia. - respondió el conserje del edificio del departamento de Carlo.
– Quiero saber si sacó mucho equipaje de su departamento. ¿Qué es lo que no entiende ?-
– ¡Pues no sacó nada señora! Entró valijas y cajas. En cantidad. - dijo.
– ¿Entró? - dijo asombrada.
– Así es. Creo entender que son las cosas de su novia. Bien, verá Señora Eugenia. Yo me preocupé un poco cuando ví una caja de huesos. ¡Huesos humanos!. Luego la bella novia de su hijo me saludó cordialmente. Es una doctora. Se llama Mar Velotti. - dijo en tono confidencial.
Eugenia colgó el celular y quedó sentada en un hermoso sillón de su sala con la boca abierta un buen rato.
Su hijo, su único hijo, por primera vez en su vida,no solo había salido más de un día con la doctora. La había llevado a vivir con él. Y sin decirle nada a la familia.
¿Qué significaban estás acciones de Carlo? No sabía si preocuparse o alegrarse. Esto era nuevo para ella.Totalmente inusual en Carlo.
¡No quería ni que su madre lo visite en su departamento! Y ahora llevó a vivir con él a una mujer.
– Euge. ¿No vienes a tomar el té? Ya son las 17, 05. La mesa está servida en el corredor - dijo Manuela. Luego miró con detenimiento a su amiga.
Eugenia seguía muda y con la boca abierta como si le hubiera tomado de golpe una apoplejía.
– ¡Estás bien! ¿Quieres que llame a un médico?- completó asustada.
– Estoy bien. No te preocupes amiga. Solo estoy anonadada. No sé en este momento si saltar de alegría o llorar de angustia.- contestó.
– ¿Qué ha pasado.¡ Que hizo Robert en la empresa!- respondió Manuela.
– Robert. No. ¡Pobre ángel de Dios!. No es Robertito, es Carlo. -
– ¿Carlo? Por favor. ¡No me digas que tuvo un accidente en su viaje!. -
– ¡No ha salido en estos dos días de su departamento! ¡Allí está encerrado!- respondió.
– ¿Ha contestado el teléfono? Te dije que el hecho que no conteste era raro. Debe estar deprimido por la historia de Robertito. Le afectó la situación de tener un primo” raro”
– ¡Qué va! Está con ella. Con la doctora. ¡La ha llevado a vivir con él !
– ¿Qué dices? Debe ser un error. ¿Cómo lo sabes?-
– Hablé con Arturo. La llevó y allí están los dos. Encerrados hace dos días. Solo piden comida por delivery.
¿Puedes creer?-
– Entonces…entonces están enamorados y…
– Él está loco por ella. Ya te lo dije. Ella ,no sé. No sé lo que quiere con mi pobre hijo. Me dijo aquella vez “ lo nuestro es circunstancial”. Pobre mi pequeño…
– Tu pequeño está a punto de cumplir treinta años. Por favor, Eugenia. ¡Basta de sobreprotección!
Carlo siempre fue un desconsiderado con las chicas. Ahora le ha tocado una mujer que no se dejará avasallar. Déjalo en paz hasta mañana. Veremos si siguen juntos después de estas “vacaciones”.
– ¿Y si la deja? –
– Bien. Será una más. Espero que la doctora Mar Velotti se cuide. Sino tendrás un nieto sin padre. -
– Un nieto. ¿Qué dices? -
– ¡Y querida!. No deben estar rezando el rosario. - dijo. Vamos a tomar el té y te exijo que dejes en paz a tu hijo. Es la etapa amiga que nosotros somos observadores. Y solo nos queda rezar por los que amamos. -
Las dos mujeres se sentaron en el corredor de la residencia. Sus pensamientos estaban en el heredero de la CIA Brasco.
Eugenia miraba su hermoso parque y soñaba con un casamiento a todo lujo en ese lugar.
Manuela estaba bastante incrédula sobre el enamoramiento de Carlo. Su sobrino postizo era un hueso duro de roer en caso de matrimonio. Las mejores jóvenes de Almira pasaron por sus brazos por uno o dos días. Y luego desaparecian sin dejar rastro. ¿Cuántas llamaban inútilmente por teléfono días y días sin que el joven conquistador conteste?
Supuso que la doctora le suplicó que le proporcione un techo por unos días. Era seguro que él se zafaba de ese acompañamiento apenas se canse.
– La doctora Velotti avanzó un poco más que las otras. Eso es todo Eugenia. Pronto tu hijo le sacará patitas a la calle- dijo comiendo un trozo de budín inglés con moras.
– No lo creo, Eugenia. Es muy bonita.
– ¿Y ?
– Y muy inteligente. -
– Si fuera tan inteligente no le hubiera pedido asilo en su casa a tu hijo.
– Hola mujeres. Además de tomar el té. ¿De que chismorrean?- dijo Virgilio entrando.
– De nada importante. - respondió Eugenia mirando con seriedad a Manuela. - ¿Qué tal el día de trabajo?
– Mi hijo fue un genio al confiar en Roberto. Está aprendiendo rápido y muy bien. Podrá ayudarnos en el futuro a Carlo y a mi. -
– ¿Te has enterado donde fue Carlo?-
– Robert me ha dicho que lo llamó desde una playa cerca de aquí. Quiere un poco de tranquilidad y paz. Seguro mi pobre hijo necesita unos días de soledad y de reencuentro consigo mismo.
Las dos mujeres se miraron con ironía.
– Quiero contarles algo importante. ¿Se acuerdan de la doctora amiga de Carlo?-
– Vagamente - respondió Eugenia Brasco con ironía manifiesta para todos menos para el pobre Virgilio.
– Pues, el día que llamé al hospital por la donación, me comprometí a conseguir un médico famoso para que trabaje como director. ¡Y lo he conseguido!- dijo feliz Don Virgilio.
– Oh! Que buena acción querido. Tomamos el té. - respondió Eugenia. Las donaciones de su esposo y los movimientos políticos para conseguir cargos le importaban poco. Toda su atención estaba en Carlo Brasco y la doctora Mar Velotti.
¡Felicitaciones por esta entrega!
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