La Otra

(Mi teléfono no le he encendido para no tener noticias de el, pero mis hermanas no pueden hacer lo mismo y se que les llama, pero mis hermanas no contestan o le cuelgan si acaso ellas llegan a contestar algún otro número que no identifiquen como el suyo. Ya mañana tendré que volver a mis clases y tal vez me lo encuentre y creo que es algo que pasará tarde o temprano, tengo que ser fuerte y enfrentarlo aun que por dentro me esté muriendo, mi corazón me dicta qué debe haber una explicación y mi cabeza me dice que todo concuerda, absolutamente todo, me llevaba a lugares donde a el no lo conocían para que no le fueran con el chisme a su esposa)

--Paola ya no te atormentes más, deja de pensar en lo que pudo y no pudo ser.

--¿Cómo hago eso?

--Trata de pensar en otras cosas.

--Todo lo que pienso me lleva de regreso a él.

--Lo sé hermana, pero trata, tal vez mañana sea él día en que lo confrontes y tienes que ser muy fuerte para que él no pueda convencerte de que regreses con él.

--Eso jamás.

--Los hombres cuando quieren pueden ser muy egoístas y te convencen porque saben que hay mucho amor de por medio.

--Yo no dejaré que eso pase.

--Entonces lávate esa cara, ponte guapa y vamos a salir a dar una vuelta.

--Mañana hay clases.

--Lo sé, solo será un rato y prometo que volveremos temprano, aparte no queremos decepcionar al abuelo de Liz qué tan amablemente nos brindó su casa para pasar el fin de semana.

--Ok.

--¡Pero! Toda esa tristeza, todas esas ganas de llorar aquí se quedan, este va a ser un ejercicio para que te mantengas serena y fuerte para cuando lo enfrentes Ok.

--Está bien... (Entro al cuarto y como yo traía todas mis cosas en el carro no me cuesta nada elegir algo y ponerme guapa y cuando veo el resultado en el espejo es como... Yo soy esa, ¿Soy esa chica a la que le acaban de romper el corazón?... Si lo soy, pero este día es para mí, para empoderar y poder enfrentarlo y poder mandarlo a la chineada con todo y esposa. Hoy me dedicaré solo a mí, a consentirme y me compraré algo que me guste de paso, ya he ahorrado mucho y es válido consentirme de vez en cuando, claro algo que sea pequeño pues ya me quede sin trabajo y no pudo despilfarrar ahora, así que en marcha se ha dicho, salgo del cuarto y ellas ya están esperándome)

--Yo no podré acompañarlas ya saben tengo que cuidar de esta barriga y aparte me siento un poco cansada y mejor me quedo con mi abuelo para hacerle compañía.

--Ok.

--Pero eso no quiere decir que te abandono he! Hoy más que nunca estoy contigo, solo que debo cuidar de mi salud primero.

--Yo entiendo, aparte se trata de mi sobrino y no quiero que le pase nada.

--Gracias hermana por entenderme, te deseo mucha suerte y que se diviertan mucho.

--Gracias Liz.

--!Tú¡ Cuida bien de ella Ok.

--Claro que si, no tienes ni que decirlo es mi hermanita y con mucho gusto la voy a cuidar.

--Gracias hermanas como las quiero.

--Vamos que si nos ponemos melosas nunca saldremos de aquí.

(Salimos y nos fuimos a un antro, la música sonaba a todo volumen y antes me habría gustado hoy solo me aturde y molesta creo que hasta me quiere doler la cabeza con todo el ruido y la gente)

--Vamos a sentarnos en la barra, hoy yo te invite así que yo pago.

--Cuando dijiste que saliéramos, nunca pensé que vendríamos a un lugar como este.

--Me lo imaginé, pero aquí estamos las dos y es tiempo de bailar.

--No tengo ganas de bailar.

--Pues sácalas de donde estén atrapadas porque bailando se relaja el cuerpo y además liberas tensiones, en fin el baile es curativo.

--Ok.

(Bailamos un buen rato y venían chicos a querer bailar con nosotras, pero los rechazábamos y nosotras seguíamos bailando. Creo que Diana tiene razón, el baile es curativo, empecé a bailar y si baile con ganas y hasta quedar muy cansada)

--Ya me cansé podemos irnos.

--Si ya vi la hora que es y ya tenemos que irnos.

(Me fijo en la hora y pronto serán las doce de la noche, ¿En qué momento se hizo tan tarde?, este tiempo se me fue volando, pero lo bueno de esta salida es que la disfrute muchísimo. Nos vamos a casa y cuando entramos Liz y su abuelo estaban en la sala viendo viejas fotografías)

--¿Qué hacen aquí tan pronto?

--¿Hermana ya viste la hora que es?

--No.

--Ya es muy tarde niñas más vale que se apresuren a irse a dormir o mañana no van a querer levantarse.

--Abuelo ya es muy tarde, no me di cuenta la hora que era.

--Eso quiere decir que lapláticaa fue buena.

--Si lo fue, me encanta saber de mis antepasados.

--Que bueno, pero me da lástima que tu madre no fue buena para ti.

--Pero estoy aquí abuelo y estoy bien eso es lo que cuenta.

--Entonces a dormir, buenas noches y que descanses niñas.

--Gracias, señor.

--Gracias abuelo.

(Nos fuimos a dormir, yo caí como piedra y no supe cuando me quede dormida, pues estaba cansada de bailar y aparte porque un día antes no había podido dormir nada. En la mañana ya más descansada me levanto dispuesta a partirle la madre a todo el que se me atraviese, así que hoy soy una nueva persona, hoy seré yo misma, pero sin la ingenuidad para no ser tan vulnerable a ese idiota, espero que resulte y espero ser muy valiente si me lo encuentro)

--¿Lista?

--Lista.

--Eso manita, esa actitud me gusta y que se cuide ese cabrón porque si nos lo topamos va a arder Troya.

--No tanto así, pero amanecí mucho mejor.

--Esa actitud me gusta, que reconozcas que ya estás mejor.

--Gracias.

--¿Nos vamos?

--Sí.

--Suerte y cuídate mucho Paola.

--Gracias Liz.

(Nos fuimos a la universidad y estuve nerviosa todo el camino y estuve buscándolo todo el camino desde el estacionamiento hasta la entrada de la universidad, por suerte no me lo encontré, pero todo el día estuve muy distraída y se me dificultó mucho concentrarme en mis trabajos, tuve que pedir los apuntes de mi amiga para no perder el día y ahora lo que me da miedo es encontrármelo a la salida)

--Hola ¿Creíste que te iba a dejar sola? Eso nunca.

--Gracias, solo estoy pensando ¿Qué hago si me lo encuentro? Y...

--Le partimos la cara.

--¿Y si me paralizó?

--Te sacaré de ahí... Te lo prometo.

--Ok... Solo que estoy muy nerviosa y no sé si estoy lista para...

--Para eso te estaré cuidando, yo te voy a proteger.

--¿De verdad?

--Claro que si hermana, de eso no lo tengas duda, eres mi hermana y te voy a cuidar siempre de quien sea.

--Yo...

--Ven... (Me abraza y yo me derrumbó en sus brazos, me siento mal, me siento adolorida, soy una tonta porque mis hermanas me dijeron que algo estaba mal, que él no era él indicado y yo me aferre a él, me aferre como a un salvavidas y no sé por qué, no sé por qué ignore las señales, pero lo hice y ahora estoy aquí sufriendo y con él corazón roto)

--¿Por qué no te escuche?

--Porque así es el amor a veces.

--Soy una tonta.

--No, solo estabas demasiado enamorada de él que en su momento se portó muy lindo y a lo mejor él era el escape de algo, o fue el sustituto de la familia que tanto queremos todas.

--Sí.

--El que estaba mal es él, él se aprovechó de ti, de tu vulnerabilidad y supo muy bien explotar eso para que calleras en sus redes.

--Si, yo quería tanto formar una familia, yo quería tener mi propia familia yo...

--Tranquila ya quedo todo atrás y tal vez más adelante llegue uno que si quiera estar contigo, será amable, respetuoso y el sí querrá presumirte al mundo para que se den cuenta a la mujer maravillosa que tiene a su lado.

--No, no quiero volver a enamorarme.

--Eso dices ahora por qué te duele, pero esto es pasajero y cuando pase, podrás ser feliz de nuevo.

--No quiero volver a hacerlo si me van a lastimar igual.

--Eso si, esto de amor es arriesgarlo todo y a veces no se obtiene nada, pero a veces no, a veces te puedes topar con el amor de tu vida, con esa persona que te va a hacer feliz el resto de tu vida y con el cual poder envejecer juntos.

--Eso suena bien.

--Yo anhelo un amor así, pero no siempre te toca a la primera, a veces te toca sufrir varias veces hasta que llega el indicado para eso.

--Yo ya no quiero sufrir.

--Lo siento hermana, pero yo no puedo decirte si a la siguiente vez que te enamores te van a romper de nuevo el corazón o ya será el indicado que se quede toda la vida a tu lado.

--Lo sé, pero ya no quiero sufrir, este dolor en mi pecho no me deja ni respirar es horrible estar así.

--Dímelo a mí.

--¿Por qué lo dices?

--En la casa hablamos si debo ir a dejarte para ir al trabajo.

--Ok... (Caminamos a la salida y él está ahí, se ve tan guapo con un ramo de flores en su mano y él está recargado en su camioneta)

--No, por aquí no vamos por el otro lado y le sacamos la vuelta.

--No, lo que tenga que pasar que pase, no me podré esconder por siempre.

--¿Estás segura?

--Si... Vamos.

...