Victoria fue la princesa más joven de Umbra, ella guiaba a las tropas de su imperio durante la guerra contra los lycan.
Gracias a ella, Umbra tenía la ventaja en la guerra, sus estrategias y sus grandes habilidades en combate casi logran que los humanos ganen en contra de los lycan. Pero, algo pasó, ella fue acusada falsamente de traición y encerrada en una sucia celda hasta morir.
Su última deseo fue, que alguien tomará venganza en contra de quienes la traicionaron y es así como el alma de otro mundo, ocupó su cuerpo, despertando antes del inicio de su caída, ella al saber lo que pasará, cambiará todo a su favor y si planean acusarla de traición, entonces así será, ella los traicionara y unirá fuerzas con el peor enemigo de su imperio. Los lycan.
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capítulo 24.
En la frontera, no quedaba ni un solo soldado humano con vida, las legiones de vampiros acompañados de lycan habían acabado con ellos, la piedad no fue opción.
Mientras que por otro lado, los caballeros guiados por Abel llevaban ya un gran recorrido, pero, Abel los guió hasta el camino que cruza las montañas, era un camino peligroso, pero era más rápido, y Abel convencio a los generales de que era la mejor opción si querían llegar pronto. Ya iban a medio camino, al ser de noche ya pensaban descansar, pero, repentinamente escuchan un par de aullidos, lo cual pone en alerta a todos y el ataque empieza, los vampiros hacen su aparición, atacando sin piedad, mientras que Abel, se mantiene al margen.
"Alteza, debemos salir de aquí...ordene la retirada, más adelante hay una cueva." Le pide uno de los generales.
— no hay escapatoria.— responde Abel.
El chico saca su espada atacando a sus propios soldados, lamenta tener que hacerlo, pero sabe que todos ellos son leales al emperador, así que no puede arriesgarse a dejarlos vivir solo por compasión. Los otros caballeros al ver que Abel los ataca, enseguida lo llaman traidor y buscan atacarlo, pero Abel es bastante ágil en batalla. Hasta que uno de los vampiros lo golpea causando que caiga y el vampiro estaba a punto de usar garras cuando un lycan lo aparta de un solo golpe. Este lycan era de pelaje castaño y unos intensos ojos azules.
[Esta de nuestro lado.]
El vampiro observa al chico, quien se había sorprendido por el ataque repentino y la presencia del lycan.
— sacalo de aquí.— responde el vampiro.
La batalla seguía, mientras que Sira regresa a su forma humana, causando que Abel se quede pasmado ante la desnudes de la chica.
—¿que?, ¿nunca has visto una mujer desnuda?, sube al caballo y sígueme.— le ordena.
Sira regresa a su forma de lycan y corre alejándose del lugar, así que Abel sube a un caballo para seguirla, pese a escuchar que los caballeros le gritan, ellos no esperaban que en realidad Abel los estuviera llevando a una trampa. No muy lejos de la batalla, Sira se detiene ante otro grupo de Vampiros, entre ellos Vicenzo.
[Es el humano que ayuda a la princesa Victoria.] Le informa Sira.
— bien, baja, tenemos mucho que hablar.— le ordena Vicenzo.
Abel un poco confundido, baja del caballo y sigue a Vicenzo, quien le hace saber la razón del porque estaban aliados con los lycan, él, solo necesitaba su venganza en contra de los humanos y recuperar a su hermana. Lo cual significa que, él debería acabar con Abel, porque es hijo del hombre que asesino a su madre, pero, como esta siendo de ayuda, le permitirá vivir, después de la batalla, Abel será libre de seguir su vida como desee. Tras decir esto, le pide a Sira quedarse, mientras que ellos seguirán con la batalla, no pueden permitir que ningún humano escape.
— me preguntaba, ¿por qué el príncipe traiciona a su padre?, de la princesa Victoria entiendo, pero, tú...— Sira ya tenía su forma humana y esta vez ya se ha vestido.
Abel la observa un momento, aunque desvía la mirada, no pensó que entre los guerreros lycan hubieran también mujeres.
— porque mi padre y mi hermana me quitaron lo único que me importaba.— responde, sintiéndose triste en ese momento.
— venganza, ¿eh?, tiene sentido, ese emperador es una basura, primero nos declara la guerra y luego hace creer a todos que la iniciamos nosotros.— se queja Sira.
— sin duda es mi padre. Jamás creí que incluso fue capaz de arrebar a Victoria de los brazos de su madre...ahora entiendo porque se empeño en entrenarla, él sabía lo que lo era y la hizo su guerrera perfecta.— frunce los labios.
Vaya descaro el de su padre, aún cuando tenía sus defectos, creyó que fue un acto muy noble el cuidar a una niña huérfana como si fuera su hija y resultó todo lo contrario. Durante la noche, la batalla se hizo larga, pero, finalmente habían logrado ganar, quedando solo unos cuantos humanos que terminaron por rendirse a cambio de que sus vidas fueran perdonadas. Por supuesto, al estar atados dentro de una jaula, uno de los generales ve a Abel cerca, comenzando a reclamarle por traicionar al emperador, su propio padre.
— mi padre no merece mi lealtad, él empezó esta guerra, yo solo ayudo a terminarla.— responde Abel.
"Maldito traidor, no importa tus excusas, cuando el emperador sepa esto lo pagarás."
"Aún no hemos perdido, lamentaras haber traicionado a tu gente."
"Príncipe traidor, el emperador te ejecutara."
Los gritos seguían, aunque Abel mejor se aleja, no le interesa lo que esos hombres tengan que decir. Sira por su parte les sonríe con burla a esos hombres.
— el emperador en estos momentos ya debe de estar muerto, su majestad el emperador lycan, esta en la capital y sus tropas en la frontera ya no existen.— se burla Sira.
— pobres ilusos, creen que podrían ganar esta guerra, nisiquiera sus magos pueden atacar con un buen hechizo.— se burla uno de los vampiros.
— ridículos, al igual que su emperador cobarde.— agrega Sira.
Los hombres solo se quedan callados, escuchando como Sira les cuenta que el emperador de su raza, ya esta en la capital, y que la princesa Victoria, hermana del emperador vampiro, es quien los ha ayudado a tomar la capital, así que, justamente ahora, empezarán un viaje de regreso al palacio, donde verán como su inútil emperador es ejecutado.
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Tal como Wolfram había ordenado, al amanecer todos los habitantes de la capital, veían pasear sobre un caballo el cadáver del emperador, mientras se anunciaba que ahora, la princesa Victoria es quien ha tomado el trono, ya que el emperador resulto ser quien declaro la guerra a los lycan y asesino años atrás a la emperatriz de los vampiros, por lo tanto, si los humanos intentan revelarse, solo serán eliminados por los lycan y vampiros.
Por supuesto el miedo y confusión no demoró en hacerse presente en todo el imperio, nadie sabe lo que pasará, si el emperador en realidad hizo enojar incluso a los vampiros, entonces estaban en serios problemas, en especial cuando vieron la legión de vampiros desfilar por la capital rumbo al palacio, trayendo consigo algunos caballeros humanos que fueron capturados durante la batalla. Quien encabeza la legión es Vicenzo, a su lado vienen sus generales y atrás Sira y Abel.
Los pocos soldados humanos, estaban viendo como esa lycan tenía razón y la capital fue tomada por los lycan. Al cruzar los muros que rodean el palacio, ven a los lycan ir y venir por el palacio, los cuerpos de soldados caídos eran subidos a carretas para ser llevados a un cementerio alejado del pueblo, los sirvientes habían sido reunidos en un solo lugar, donde van tomando sus nombres, y se les explica todo. Aquellos soldados con vida, fueron llevados a los calabozos mientras se decide que hacer con ellos y se estabiliza todo.
Victoria estaba en el salón del trono, en una reunión con los nobles, ellos ya no pueden hacer nada, la guerra llegó a su fin e intentar pelear solo resultará en más muertes. Wolfram también estaba en el lugar y les había hecho saber la razón de la guerra, el emperador es quien la inicio, ellos solo respondieron, así que tienes dos opciones, adaptarse a quien tome el trono ahora o ser ejecutados. Las puertas del salón se abren, entrando Vicenzo en compañía de Sira y Abel. Vicenzo se acerca hacía Victoria, mirándola con dulzura, esa joven ante él, era tan parecida a su madre.
— Victoria, han pasado veinte años, mírate, te pareces tanto a nuestra madre.— habla con ternura.
Victoria baja del trono para estar ante Vicenzo, quien la sostiene de las mejillas y deja un beso en la frente de la chica. Victoria se sintió extraña por esa muestra de afecto, algo que nunca recibió en su vida pasada y la verdadera Victoria solo recibió cariño verdadero de la difunta emperatriz humana.
— así que era verdad, eres mi hermano...— responde.
— si, no hace falta ninguna prueba, eres la viva imagen de nuestra madre. Como tu hermano, estoy aquí para apoyarte.— Vicenzo no podía contener su emoción. Aunque si ha notado que Victoria es fría en cuanto a emociones.
— se lo agradezco. Esto es extraño, así que espero tenga en cuenta que será un poco difícil adaptarme a esto, a tener un hermano con el que nunca crecí.— advierte.
— lo sé, pero espero me dejes estar cerca, quiero ser un buen hermano, cuidarte y apoyarte en todo.— asegura.
Wolfram finge una leve tos para captar la atención y se interpone entre Vicenzo y Victoria.
— un lindo reencuentro, pero, creo que hay algo que debemos solucionar.— abraza a Victoria por los hombros.
Vicenzo puede notar la cercanía de Wolfram hacía su hermana, lo cual se le hace molesto.
— si es al respecto al trono, mi hermana se ha ganado el derecho de tomar el control de Umbra.— responde Vicenzo.
— por supuesto, no lo niego, pero, hay un pequeño detalle que debo discutir con ella. ¿no es así, mi emperatriz?— Wolfram observa a Victoria.
— ¿mi emperatriz?, creo que te estas confundiendo un poco, bestia.— Vicenzo ya estaba notando algo que no le gusta nada.
Entre Wolfram y Vicenzo pareciera que en cualquier momento, comenzarían una batalla, mientras que Victoria solo permanece en silencio.
— esto se pondrá bueno.— susurra Sira a Abel.
Abel solo la mira extrañado, mientras que la joven Lycan parece estar disfrutando de aquel incómodo momento.
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Shu Shu Shu
jajaja.