NOVELA INCOMPLETA POR DISCREPANCIA....
NovelToon tiene autorización de Cristian Xoan para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
UNA VISITA MUY IMPACTANTE Y REVELADORA
El sábado por la mañana Emma y Stephan partieron con Astrid a visitar sus abuelos, a la abuela Elizabeth y al abuelo Arnulf, quien en sus mejores tiempos fue un gran investigador, en un centro científico reconocido en el país, ahora que está enfermo de Alzheimer, en sus mejores momentos de lucidez, puede reconocer a su mujer y recordara su hija cuando aún era una niña, pero no más que eso, se la pasaba inmerso en sus viejos libros de ciencias y apuntes de investigaciones, los médicos le recomendaron a Elizabeth que lo dejara hacer eso, para que su mente no se atrofiara por completo
Elizabeth nunca retiró sus libros o tratados de su biblioteca, a pesar de que no sabía nada de sus investigaciones y no entendía lo que habría leído durante sus días de científico activo.
Solo su psicólogo era uno de los que quizás pudiera saber algo de lo que se encontraba en su habitación. Ya que era hijo de uno de los que formaron equipo con Arnulf en su tiempo.
Cuando llegaron a la casa de los abuelos, Elizabet salió de la pequeña casa para saludarlos y recibir a su nieta con un fuerte abrazo.
Astrid no sabía que hacer al recibir el abrazo, no sabía dónde poner sus brazos, por lo cual solo los dejo colgando a los lados, mientras sus padres observaban lo que pasaba, sin decir nada, su abuela comprendía que su nieta era poco expresiva, pero eso no significaba que no la quisiera o la rechazara por completo.
Para ella, su nieta era un ser hermoso y eso no cambiara nunca.
Después de la bienvenida los invito a pasar a la pequeña sala y tomaron un poco de té, charlan mientras el abuelo dormía.
—Madre y como ha estado mi padre en estos últimos días?—Pregunto Emma
—Con los nuevos medicamentos que le han recetado, se ha calmado y ha mejorado su calidad de sueño. No puedo afirmar que me recuerde todos los días, pero a veces suele reconocer mi identidad.
—Eso suena mecho mejor que las veces anteriores que hemos venido, suegra.—Comento Stephan.
—Así puede parecer, pero el sigue obsesionado con esos papeles que tiene en su habitación, no logre entender que es lo que quiere conseguir con tanta mirarlos.
—Puede ser que dejo algo inacabado y quiere terminar con ellos— menciono Astrid
Todos la observaron con curiosidad, como si estuviera diciendo algo extraño. Su abuelo estaba enfermo desde hace más de ocho años y había dejado de ser activo casi desde que se había perdido, ¿cómo podría Arnulf sentir que ahora deja algo sin terminar?
—Yo me siento muy extraña cuando no he terminado algo. No puedo dormir.
Los presentes se preocuparon por las palabras, ya que no querían creer que Astrid tuviera la misma enfermedad que su abuelo y mucho menos desde tan joven. Son muy pocos los casos de esa enfermedad en personas jóvenes, pero nunca se puede estar seguro cuando se presenta un cuadro de inicios.
—No te preocupes por cosas innecesarias Astrid, solo tienes que saber que tu abuelo, no dejo nada pendiente, solo era un hombre al que le gustaba mucho leer e investigar.
—Oh, yo soy así, nunca imagine que yo sería como mi abuelo.
—Sí, hija, eres como él, una chica muy lista e inteligente. Le dijo esas palabras con mucho cariño a su hija.
Stephan esperaba con mucho amor que su hija fuera muy inteligente de verdad, aun cuando no fuera un genio genético como lo fue su suegro, pero que fuera una niña feliz, con lo que pudiera aprender y realizar.
—¿Podemos ver al abuelo, quiero ver cómo es?
—Emma, sería conveniente que lo visite ahora que está dormido, ya que es el momento adecuado para hacerlo.
—Sí, madre, vamos, Astrid, te llevaré a ver a tu abuelo.
Caminaron juntas hacia la habitación donde el padre de Emma dormía. Al entrar, Astrid notó que la habitación estaba llena de libros y documentos, con hojas amarillentas que parecían muy viejas y otras cosas. Había muchos papeles en el piso como si los hubieran estado revisando y tirando de manera descuidada, sin importar dónde cayeran, simplemente tirados por ahí.
Astrid observó un libro muy antiguo de una edición que ya no se producía. Me llamó la atención y lo tomé en mis manos como si hubiera encontrado un tesoro valioso, pensando en pedírselo a su abuela.
Después examinó detenidamente el sitio y descubrió que no solo era ese libro, sino muchos más que le interesaban. Muchos de ellos ya estaban descatalogados, pero todavía eran relevantes para las investigaciones sobre la genética y el genoma humano. Ella había estado investigando eso durante mucho tiempo al lado de los ancianos amables que la educaron, y no podían encontrar estos libros; ¿decían que solo un hombre podría tenerlos y que él había fundado el centro científico, pero si esos libros estaban en esta casa, significaba que ese hombre era su abuelo?
¿Porque su abuelo dejó de investigar?
¿Los ancianos que la educaron son mucho más viejos que su abuelo, entonces qué le pasó a su abuelo?
¿Porque nunca mencionaron su nombre delante de ella?
¿Todos sabían quién era realmente ella todo el tiempo?
Nadie en esta casa podía responder a sus preguntas. Su abuelo no la conocía debido a su enfermedad, sus padres la buscaban porque pensaron que fue robada y su abuela igual, entonces ¿cómo fue que apareció en el orfanato?
La cabeza de Astrid bullía de preguntas interminables; no sabía lo que pasaba, solo sentía un fuerte dolor en su cabeza, como si le fuera explotar en ese mismo momento.
Al mismo tiempo despertó a su abuelo y la vio para al lado de Emma.
—Emma, debes esconderte, ya que ellos te persiguen y quieren llevarte. Debes huir; lleva este dinero y esconderte. Arnulf agarra la mano de Astrid y coloca un paquete en su mano.
—Padre, yo soy Emma, ella es tu nieta Astrid.
—No, es a ella a la que buscan, es a ella a la que se quieren llevar lejos de nuestro lado.
Astrid no se asustó por las palabras de su abuelo, sino estaba con más dudas; quizás su abuelo siempre supo que se la llevarían del lado de sus padres. Por ser nieta de quien era, la tomarían como rehén para forzar al abuelo a hacer algo y el abuelo perdió la razón por eso.
¿Cuándo se dieron cuenta de que el abuelo ya no serviría de nada, la abandonaron en el orfanato?
Su cabeza dolía más y esas voces de nuevo, 'vas a morir, vas a morir, vas a morir'.
Astrid salió corriendo de la habitación de su abuelo sin decir una sola palabra mientras Emma trataba de calmarlo. Emma atribuyó la salida apresurada de Astrid al comportamiento brusco de su padre.
En la parte trasera de la casa, Astrid se dirigió al pequeño jardín. Allí, sacó su teléfono y marcó el número de Buker. Si no le escuchaba, sentía que algo le estaba pasando y moriría de angustia. Su corazón estallaría junto a su cabeza.
Sonó el timbre de comunicación durante tres veces y hubo respuesta. Sintió un miedo atroz porque no respondía Buker; prometió responder.
Le temblaban las manos de manera incontrolable, el cuerpo lo sentía frío y sus ojos estaban comenzando a perder el enfoque. No sabía qué le estaba pasando, quería correr, pero no podía salir de su lugar. Un minuto después de que no respondiera Buker, el mismo le llamó. Astrid respondió por inercia; no sabía si realmente había oprimido la tecla de aceptar.
—Astrid, pequeña, ¿qué te pasa?
—Estoy en casa de mis abuelos.
—Sí, lo sé, que te paso ahí, ¿dime?
—¿Buker, porque las personas mienten?
Buker no tenía idea de cómo responder a la pregunta de Astrid, ya que él mismo no sabía que las personas se justificaban para mentir de diversas maneras, hasta que llegaba un momento en que sus mentiras se decían tantas veces que se convertían en verdades falsas.
—Realmente no lo sé, creo que, debido a las circunstancias de cada ser humano, que te ha pasado, ¿quién te mintió?
—En el orfanato, alguien me mintió, creo que siempre supieron quién era mi familia.
Buker ya había investigado sobre Astrid mucho antes de conocerla y sabía quién era ella; sabían quién era su abuelo y que estaba en ese orfanato. Pero no era él quien tenía que explicar porque la llevaron a ese lugar y cuando esa era una información confidencial. Por lo cual él no debía sobrepasar los límites de su propio poder. Cuando conoció a Astrid en persona, no le importó nada de lo que sabía, más bien deseo protegerla, por lo que comenzaba a sentir por ella.
—Astrid, no te preocupes por eso ahora, podrás investigar eso con calma después, ahora solo divierte en compañía de tu familia. Eres una niña, muy inteligente; podrás esperar y ver después si te mintieron o no. Por ahora, solo vive la vida como lo que eres: una joven que encontró a sus padres y puede ser feliz.
Buker pensó para sí mismo que de lo otro se encargaría él.
—Así lo haré, gracias por responder, sentía que de verdad me moriría hoy, me dolía mucho el corazón, gracias por ser mi novio.
—Gracias a ti por pedírmelo.
Después de esa charla Astrid regresó a la casa y su abuelo ya estaba calmado, después de que le dieran su medicamento, pero ella notó que al salir corriendo tenía aún lo que su abuelo le había dado, y no era un paquete con dinero sino otra cosa, así que la guardó en su bolso y decía verla en casa cuando regresaran.
La tarde terminó tranquilamente y al final pudo llevarse algunos libros de la casa de sus abuelos, con la promesa de Elizabeth de que podría llevarse cuantos libros quisiera.
o otra vez la plataforma, sean responsables, aunque son gratis, merecemos respeto. muchas gracias.