1000 Años

Mei, Qiang y Zhao son famosos, la gente quedó impresionada con la historia. Lin dio licencia de publicación limitada, solo quinientas mil copias. Son que compraron el libro en buena hora y los que no pudieron, se quedarán sin su ejemplar.

Mientras Lin toma una cerveza desde la comodidad de su sala, en su mente gira y gira el, nombre de Mei, Qiang está manipulando la mente del arqueólogo, ya no tiene paciencia, necesita ver a Mei, quiere que se vuelva al asunto para que Lin solicite un permiso para nuevas búsquedas y encontrar los restos del infante.

A la mañana siguiente, el arqueólogo se levanta con buen ánimo y sale de su departamento con la billetera en el bolsillo. Durante su paseo, se detiene frente a una papelería y entra.

- Buenos días . – lo atiende una asistente - ¿En qué le puedo ayudar?

- Estoy buscando un regalo, es para una mujer que trabaja como maestra.

- Sígame por favor, le voy a mostrar los productos.

- El detalle es que ella es maestra de literatura, ella dicta clases en una escuela secundaria. – se muestra específico para que no le vayan a mostrar productos kawai.

- Entiendo. Por aquí por favor. Le voy a presentar las agendas, cuadernos de anotaciones.

Al final de la tienda le muestra las agendas, cuadernos de apuntes, todos los productos tienen aspecto profesional.

- Me gusta éste, se ve bien. – escoge Lin un cuaderno de apuntes.

- Si es bonito, pero el diseño, si lo abre, es para contadores, para los profesores, están aquí. Si lo abre verá que el diseño es para organizar las clases de un maestro. – le explica la asistenta.

- Se ve que es diferente. Me gustaría armar un paquete o mejor dicho una colección. – Lin busca la manera de hacerse entender.

- Si es posible. Maestra de literatura en escuela secundaria ¿Verdad? -  se asegura de tener la, información correcta para armar la colección.

- Sí.

- ¿Desea armar el paquete con plumas o bolígrafos?

- Si tuviera plumas, sería bueno, el regalo se vería más elegante. Pero también me gustaría agregar material para que aprenda el idioma.

- ¿Perdón? – le llamó la atención ese pedido del cliente.

- Material  para aprender el idioma, ella es peruana y en su país no hay material para estudiar chino.

- Entiendo. También contamos con ese material.

La señorita pone en una canasta todos los productos para el trabajo y luego acompaña a Lin para mostrar los productos que ofrecen para estudiar el idioma. El arqueólogo salió de la papelería con el paquete en mano, ahora se dirige a casa, debe investigar dónde vive. Le tomó pocos minutos encontrar sus datos, copia los datos en un hoja suelta y una vez resuelto el problema. Con los datos sobre el papel, es el momento de ir a la oficina de FedEx para que el regalo llegue completo, sin ser dañado y lo mas rápido posible.          

En una semana llegó el paquete en casa de Ana. Los repartidores están en su puerta y uno toca el timbre. Ana los recibe.

- Sí, buenas tardes ¿En qué les puedo ayudar? – al ver a los uniformados pensó que quizás están buscando a alguien.

- Buenas tardes ¿Con la señorita Ana Jiménez Tang, por favor.

- Soy yo ¿Qué necesitan? – los recibe con buen ánimo.

- Por favor una firma aquí y aquí.

- ¿Disculpen? - reconoce el uniforme de FedEx – yo no hice ningún pedido por FedEx.

 - ¿Es usted Ana Jiménez Tang?

- Si soy yo.

- Entonces, no existe ningún error. Este es su paquete de China.

- ¿De China? – está  sorprendida.

Ana lee el nombre de remitente y no lo puede creer, Lin le envío un paquete. Firmó el documento de conformidad y retiró el paquete.

El paquete no es muy grande, pero va con cuidado por si hay algo frágil. Con la. Ayuda de un cuchillo, corta y retira el embalaje y con cuidado abre la caja. En el interior encuentra un libro de caligrafía para aprender chino mandarín, después había un libro con puros dibujos y su nombre debajo, ese libro contiene sustantivos, adjetivos y verbos, luego hay un tercer libros con  clases básicas, al revisar el libro encuentra dos CDs de fonética y tres CDs con clases desarrolladas.

A Ana le gustó mucho el regalo. Pero abajo hay otro paquete, lo abre con cuidado, tiene miedo de que el filo del cuchillo haya malogrado el interior. Para su sorpresa el contenido está intacto, el cuaderno organizador de clases era muy bonito, la tapa era blanco con rosado y las letras doradas en bajo relieve, luego revisa la agenda y está encantada de lo linda que se ve. Lo que más le gustó del paquete fueron las plumas, eran muy elegantes.

Ana recuerda que su madre hacía lo mismo, hacía regalos para compensar la generosidad. Al abrir el organizador de clases se cae un sobre, en el interior hay una carta.

“Señorita Ana, espero que este humilde regalo sea de su agrado. En China, nuestra cultura nos dice que debemos compensar en sentido material la generosidad de la persona que ayuda, pensé en su labor de maestra, quizá le pueda ser útil. Así mismo, espero que no se haya ofendido con el curso de estudio del idioma chino. Atte: Lin Kong.”

Ana estaba contenta con el regalo, son materiales muy bonitos, muy femeninos y sobre todo muy útiles.

Sin esperar mucho, Ana tomó su celular y busca en su lista de contactos a Lin y le escribe.

“Buenas tardes, señor Lin Kong. El día de hoy he recibido el regalo, me ha emocionado mucho saber que usted ha compensado la generosidad con lindos regalos. Estoy agradecida con el curso básico de chino, espero poder aprender y escribir el idioma. El organizador de clases y la agenda son muy lindos, puedo decir que estaré más ordenada para trabajar. Gracias también por las plumas, son muy elegantes. Nuevamente gracias por el regalo, fue una agradable sorpresa.”

Después de enviar el mensaje, Ana piensa y se da cuenta de algo ¿Cómo pudo Lin saber su dirección? ¿Pidió a la policía? ¿O fue por internet?