El amor sincero de Camila es destruido con la cruda realidad de las falsas promesas de su novio que la traiciona aprovechando su ausencia. Al descubrirlo lo abandona regresando en el hogar de sus abuelos donde una vez fue feliz, pero esa dicha no dura al morir su abuela. No solo eso ese mismo dia que le entregan las cenizas de su querida abuela recibe la noticia que su padre esta al borde de la muerte y clama verla como ultima voluntad. Conoce al abogado de su padre un joven tan similar a ella, con una novia toxica. Que al conocerla queda atrapado por su belleza. ¿Triunfa el amor?. ¿Camila le dara una oportunidad?. Un sin fin de interrogantes que solo ellos sabran aclarar.
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Capitulo 24 - UN VIEJO AMOR DE MARCELO
Camila mientras preparaba todo para su viaje se mensajea con Marcelo contando los minutos que le faltaba para verse con él.
📨Ya tengo el pasaje😘... Me acompañan todos. (Camila)
📨Termino de trabajar y podemos vernos en un restaurante. (Marcelo).
📨Me parece bien... Dejo a todos acomodados en casa... Me da tiempo a ir. (Camila).
📨Estare ansioso por verte. (Marcelo).
📨Pensaba usar este vestido, para nuestra cita. 👇(Camila)
📨A mi me provocaras un infarto 😍. Le respondio Marcelo suspirando pesado al ver la foto.
-Mira que lindo... Le queda el rojo. Le dijo Gustavo espiando sobre el hombro de Marcelo lo que se mensajea con Camila.
- Deja de espiar mis mensajes... ¿Qué haces aún aqui?. Le consulta Marcelo.
-Debo revisar unos documentos antes de ir al juzgado. Le responde Gustavo.
-Pues hazlo... Y no espíes mis mensajes. Le respondió Marcelo guardando su celular.
-Miren nada más... Los hermanos Prietos. Una voz seductora llama su atención, levantan la mirada encontrándose con una gringa despampanante.
(Edith)
-Edith... Que sorpresa... ¿Cuándo volviste?. La saludo Gustavo y Marcelo se quedó helado mirándola con sorpresa, era su primer amor, por la que daba todo, pero se fue a estudiar al extranjero y jamás volvió a saber de ella hasta ahora.
-Marcelo. Arrastro su nombre al decirlo y extendió su mano llamándolo para unirlo al saludo junto a Gustavo.
-Ah... Edith. Le dijo nervioso incorporándose a saludar. Ella posó un beso intenso y profundo en su mejilla. Ese chico flacucho que andaba atrás de ella en el pasado ahora era un hombre bien formado con una masa corporal que daba ganas de apretar. Lo miro de arriba a bajo con esos ojos verdes como comiendolo con la mirada. Se mordio el labio inferior suspirando sin disimulo.
-Estas muyyy bien. Le susurro seductora, él carraspeo nervioso. Gustavo al notar la tension sexual que se formaba se interpuso entre los dos, sabia que Edith era una debilidad para Marcelo, ella lo hacia sufrir, lo manejaba a su antojo y cuando se aburria lo dejaba peor que piltrafa tirado. Si Marcelo llegara a ser superman, ella seria la kryptonita. Cuando hace años ella iba al extranjero a estudiar lo hizo sin importarle como quedaba Marcelo destrozado porque se fue sin despedirse.
-Y cuenta Edith... ¿A qué volviste?. Le pregunto Gustavo llamando su atención.
-Falleció mi abuelo... Y vine al velorio. Respondió con un tono agudo. - Y me dijo mi padre que el señor Prieto se ocupaba del testamento. Le cuenta fingiendo aflicción.
"Solo le interesa saber que le dejo", pensó Gustavo.
-Acompáñame... Él está en su oficina. Le dijo Gustavo.
-Yo la llevo... Tú debias ir al juzgado. Le dijo Marcelo guiandola a Edith del brazo en dirección a la oficina.
-Eres muy amable... Esto me tiene muy acongojada... Siente como late mi corazón. Le dice Edith tomandole la mano a Marcelo para posar en su pecho.
-Aha... Esta acelerado. Le responde quitando la mano nervioso.
Gustavo nego con la cabeza, no podia creer que su hermano sea tan pendejo, para que ella lo manipule a su antojo.
*
*
Camila llego temprano a la ciudad. Se despidio de su padre y junto con sus amigas se dirigieron a la estancia. Desde que ingresaron Lisa y Viky recorrian como unas niñas, asombrandose por todo.
- Esto es maravilloso... Es otro nivel. Dijo Lisa contenta.
-Bueno esta sera su habitación... Tiene una vista al naranjal... Temprano el sorsal canta en esa rama. Les contaba a sus amigas mirando por la ventana.
-Me encanta... Puedo ir al corral... Y que tal los baquéanos.. Son como pasión de gavilanes. Dijo Viky entusiasmada.
-Fíjense por ustedes mismas... Yo me prepararé para ir a ver a Marcelo... Tienen a su disposición... Si quieren moverse... El señor Rodríguez puede llevarlas.
-Tráelo... Así vamos todos a la fiesta que nos dijo la señora Julia que hay en los Giménez. Le recordo Lisa de lo que escucho de paso que hablo la señora.
-Bueno... Seria buena idea. Les respondio dejando que se acomoden.
Camila se alisto, vistio el atuendo que le envio en la foto a Marcelo y se puso un saquito encima. Tomo su cartera como siempre y se dirigió al vehículo que le facilito su padre para moverse.
*
*
Marcelo al ver la hora acomodo sus cosas y se encamino al restaurante donde se encontraria con Camila. Sonrio de lado al recordar el breve encuentro con Edith. Los dos habian madurado, se trataban como viejos conocidos y eso estaba bien. Él la dejo con su padre y aprovecho para ir a almorzar con Camila que ahora era su presente. En un pasado hubiera caido rendido diciendole de que solo queria estar con ella. Pero esta vez sintio diferente, ya no desperto eso que antes le provocaba. Solo tenia en mente a la bella mujer de piel de canela y curvas esculpida por los propios dioses que le movia el piso.
Edith por su parte sintio una molestia, al principio creyo que debia lidiar con lo cargoso de Marcelo, pero al verlo se dijo que le diria que si esta vez. Nada de eso paso, él fue cordial y amistoso, pero hasta ahi nada mas. La trato de una manera tan distante que no se lo esperaba. Por lo que se dijo que no se lo escaparia. Lo tendria a como de lugar. Y cuando quede pata para arriba lo dejaria. Porque ese era su juego, donde ella era la unica ganadora. Y Marcelo solo representaba un trofeo mas en su vitrina de conquistas. Concluyo su charla con el señor Prieto y siguio a Marcelo hasta el restaurante, cuando lo vio acomodado se dirigio a paso firme a su mesa.
-Edith... ¿Qué haces aqui?. Le pregunto sorprendido al ver que se sentaba ante él.
-Marcelo... No pude olvidarte... Has sido el unico hombre que supo amarme... Y me arrepiento de haberme ido asi... Pero las cosas en casa no estaban bien... Con la separacion de mis padres... No tuve la oportunidad de ser sincera contigo... Y no quería involucrarte en mis problemas... Vine a aquí a decirte... Que nos demos una oportunidad. Le dice tomándole la mano y mirándolo intensa con los ojos como de cachorro.
- Lo siento Edith... Ha pasado mucho tiempo...
-Al amor sincero el tiempo no lo borra. Le dijo ella sin dejarlo hablar.
-Yo era el unico interesado... Me lo dejaste claro mas de una vez. Le recordo él.
-Era una niña ingenua... Que no sabia valorar lo que tenia en frente... Pero ahora soy una mujer... Dispuesta a darte todo... Y cuando digo todo... Es todo. Le aclara con un mirada libidinosa.
-Eso ya no puede ser... Reice mi vida. Le decia Marcelo en eso mira hacia la entrada y ve a la hermosa mujer de vestido rojo ingresando. Edith siguio la mirada de Marcelo, al ver a Camila le entro una rabia incontenible y se lanzo sobre él plasmandole un beso que lo dejo sin aliento.
* Camila
Siento que la voz se me va, respirar me cuesta, mis latidos se aceleran, un bombazo en la cabeza me retumba, un golpe tras otro. No puedo creerlo. No puedo asimilarlo. Suspiro tratando de controlarme, camino firme en su dirección, ver eso me provocó lágrimas, que trato de contener. Paro sobre mis pasos nuevamente. Esta con otra y besandola. Me urge saber que pasa. Mientras un vacío siento crecer en mi pecho, siento que caigo a un abismo donde nunca encuentro el fondo. ¿ Cómo puede ser? ¿En qué momento? ¿En qué segundo paso?, desde que me comuniqué con él, avisándole para encontrarnos en este restaurante y lo veo besándose con otra chica ¿cómo puede ser eso posible que este pasando eso? solo las lágrimas amenazan con salir rodando y dudo irme o quedarme o avanzar, siento que me plantaron aqui sin poder moverme. Debo exigir una explicación, en esa milésima de segundo todo lo que siempre me paso se revelo ante mi. ¿Cómo puede ser?, me vuelvo a preguntar. Al parecer no estoy hecha para el amor. El amor no existe para mí, creí que así era, que por fin podia seguir de la mano con un ser maravilloso, pero nada es lo que parece. Sacudo las ideas que se me cruzan, dejo de pensar, el tiempo para mi va en cuenta regresiva, solo anhelaba un tiempo de dicha junto a él. Que al menos sería nuestro tiempo pero ahora no iba a ser así ahora debia velar por mi. Nuevamente la realidad me pegaba y fuerte. El ser humano es impredecible, como una enfermedad, algunas veces es curable y otras resulta mortal. Por lo que giro sobre mis pasos y salgo del lugar a tomar aire.
-Camila... Vienes a ver a Marcelo. Le dice Gustavo al verla en la entrada del restaurante, pero se calla al ver su mirada bridriosa. Por lo que instintivamente mira hacia el interior buscando a su hermano y lo ve besandose con Edith. Cruza a lado de Camila hecho una fiera, ella se toma el pecho recuperandose de la impresión. Gustavo se le aproxima a Marcelo levantandolo del saco.
-Crei que de verdad la querias. Le escupio en la cara tirandolo contra la silla como reteniendose de querer molerlo a golpes y se aleja al recordar a Camila que no se la veia bien.
Marcelo se recupera de la sorpresa del beso de Edith con el que en su juventud soñaba teniendo húmedos sus sueños. Y pone los pies sobre la tierra corriendo atras de su hermano, pero mas para ver donde se fue Camila. Llegan al tiempo a la vereda, pero ya no hay señal de ella.
-YA NO ESPERES MI AYUDA... LA CAGASTE SOLO. Lo reprocho Gustavo.
-NO FUE MI CULPA... ELLA SE ME LANZO. Se escuso Marcelo.
-PERO NO HICISTE NADA PARA EVITARLO... Y CAMILA TE VIO... LOS VIO BESARSE. Le dijo Gustavo molesto.
-¿POR QUÉ TE MOLESTAS TANTO?. Le consulto Marcelo.
-POR QUE... PORQUE ME HICE A UN LADO POR TI... POR QUE CREI QUE DE VERDAD LA QUERIAS... PERO POR LO VISTO SOLO ERA UNA SUSTITUTA... Y AHORA QUE VOLVIO EDITH... LA OLVIDAS. Le refuto Gustavo.
-NO... NO ES ASI... MALDICION... DE VERDAD LA QUIERO... PERO NO SE QUE ME PASA CON EDITH. Expresa frustrado.
-TENDRAS TODO EL TIEMPO PARA AVERIGUARLO... POR QUE NO TE AMPAÑARE EN ESTA... SOLO TE METISTE EN ESTE EMBROLLO... SOLO SALES. Le dijo molesto Gustavo dejandolo plantado en la vereda.
Se encamino enojado en dirección a su vehiculo donde estaba estacionado y divisa a Camila que se ve compro unos aperitivos y estaba por subir a su vehículo. Corrió en su dirección. Camila se acomodó en su asiento, se colocaba el cinturón cuando siente que alguien se le sienta en la parte del copiloto.
-Maldición... Me asustaste Gustavo... Sal de mi auto... No quiero saber nada de tu hermano… Le dijo Camila con la voz aguda.
-No lo defiendo... No está vez... Me preocupo por ti. Le dijo Gustavo. Camila ignorando lo que decía puso en marcha su vehículo.
-No tengo tiempo de analizar lo que hagan bien o mal los demás... Ya no me puedo detener a sufrir por los actos de los demás... Me duele... No lo niego... Pero voy a tomar el corto tiempo que tengo para redefinir lo que en verdad quiero y me importa... Él fue el último con el que lo intentaría... Y ya vez... Resulto una mierda. Le dice Camila encabronada.
-A veces no todo lo que vez es lo que parece. Le responde Gustavo y se putea a sus adentros al volver a defender a su hermano siendo que minutos antes había dicho que ya no lo haría.
-No me digas que la chica es odontóloga y a falta de un vate lengua uso la suya. Le responde con ironía Camila.
-JA... JA... Lo siento fue gracioso... Vas muy rápido. Le observa Gustavo atajándose.
-Morí dos veces... Ya no le tengo miedo. Le responde Camila.
-Pero a mi si me importa... Aún hay cosas que no hice. Le responde nervioso Gustavo.
-Tú te subiste sin que te inviten. Le dijo Camila sin bajar de cuarta.
- Menos mal que no hay tráfico en la ruta... Por cierto... ¿Dónde vamos?. Le pregunto.
-Yo a la estancia... Si quieres bajas y te regresas caminando... No pienso volver. Le dijo seria Camila, freno de golpe invitándolo a descender.
-No voy a bajar... El sol esta que pela... Y no pasa nadie que me lleve. Le responde cruzándose de brazos.
-Tienes tu celular... Llama que te busquen. Le respondió molesta.
-No puedes ser tan fria... Iba a decir algo y Camila retomo la marcha a toda velocidad.
-FRIA... JA... FRIA... YO SOY LA PERSONA MAS CALIDA... Pero al parecer eso no importa... No importa cuanto des... No importa si lo entregas todo... Uno me metio los cuernos haciendome parecer un alce... Por no dejarlo que me coja... Por que a él le hice de todo... Con el otro hicimos de todo... Igual me engaño... No existe una regla... Un poco de sentido comun. Le dijo enojada y golpeaba el volante gestualizando.
-Camila... Se que estas molesta con Marcelo... Pero yo no te hice nada... Al contrario,... Siempre apoye su relación. Le dice Gustavo nervioso al ver que la figura del paisaje estaba borroso, debido a la velocidad que llevaba Camila.
-Por ser tu hermano lo vas a justificar en todo... Oh me equivoco... Ah contéstame... Si era al revés... Si era yo la que estaba con otro... ¿Me hubieras defendido? (Le consulta mirándolo de reojo)... NO... NO LO HARAS... Al contrario me echarás mas tierra... NO PONDRAS MARGEN DE DUDA... DIRECTO A LA GUILLOTINA. Le comenta Camila.
-Ja... Ja... Como si estuviéramos en tiempos medievales. Responde nervioso ella seguia a toda velocidad sin haber cambiado la dirección al parecer de verdad no volvería.
-Lo mejor sera que prefiera a las mujeres de ahora en mas. Mascullo entre dientes.
-Ehee... ¿Y que papel desempeñarías? Pregunto con curiosidad Gustavo al oir esa revelación.
-O me una a esos club swinger donde solo descargue la tensión y listo... No me complico la vida. Camila reflexionaba en voz alta ajena a lo que le diga Gustavo.
-¿Conoces alguno?... Podemos ir juntos. Se ofrece Gustavo pero ella no le respondió, tenia la mirada fija, encendida.
LLORE MUCHO POR ZACARÍAS , PERO SI ME GUSTO ESTE FINAL
la dejo de leer, es increíble y si no hubiese llegado Gustavo, se la coje el policía o el médico . INSÓLITO
SE QUE NOVELA PERO NO SOMOS TAN IDIOTAS