Jarrón Maldito

Las horas pasaban y Jules seguía dormida en lo que parecía un profundo sueño, pero no por mucho más tiempo, ya que pronto despertó, algo asustada como si hubiera tenido una pesadilla, pero sintió algo de alivio al ver que Bai estaba en la habitación, sentado junto a la cama.

-¿Cómo te sientes?- Preguntó Bai, con una voz tranquila, pero a la vez se podía ver que estaba preocupado.

-Como si me hubiera pasado un auto por encima... ¿Qué pasó?- Dijo quitando el paño húmedo sobre su frente, confundida de por qué este estaba ahí.

-Todo salió bien, sólo estás con un poco de fiebre, pero al parecer ya bajó.- Dijo levantándose y acercándose para tocar la frente de Jules y comprobar que todo estuviera bien.

-Gracias... por quitarme esa cosa.-

-No te preocupes... creo que es bueno para todos, incluso para ella.-

En ello, entró Chris.

-¿Cómo se encuentra Jules? Ah, ya despertó.- Dijo Chris con alivio al ver a u amiga ya despierta. -Primero se desmaya Jules y luego Bai, ya no sabía qué hacer.- Rio Chris, acercándose a Bai para abrazarlo por la cintura.

-Vaya, veo que las cosas avanzaron rápido.- Comentó Jules.

-Bueno, sí, pero todavía no formalizamos nada.- Le respondió Chris tan tranquilo.

Bai sintió su corazón estremecerse, por alguna razón las palabras de Chris le causaron decepción, se sintió egoísta por querer ponerle una etiqueta a su relación con él.

-Lo importante es que Jules se está recuperando rápido.- Dijo Bai, queriendo cambiar un poco el tema.

-Sí, fue una locura todo, pensé que te ibas a morir.- Dijo Chris, sentándose en la cama.

-¿Cómo que me iba a morir?- Dijo Jules, asustada.

-Está bromeando, todo salió mejor de lo esperado... De hecho, creo que era porque después de todo este tiempo, Jia Re estaba débil desde antes.- Explicó Bai.

-¿Y qué se supone que pasó?- Preguntó la rubia.

-Bueno. Blaire hizo un montón de cosas súper locas, primero comenzó a recitar unas palabras raras, era como invocar a satanás, sólo que al revés, literal la mujer salió de tu boca, estaba desnuda y débil, fue desagradable, literalmente vomitaste a una mujer, supongo que es tu mayor sueño húmedo haber tenido a una mujer tan adentro.- Contó Chris con emoción, bromeando al último momento y riéndose de ello.

-Cállate, idiota.- Jules le lanzó una almohada a Chris.

Bai se levantó y fue a la cocina, dejando que esos dos se pusieran al día. La verdad, había quedado rondando en su cabeza la idea de qué era exactamente su relación con Chris, ¿estaban destinados a estar juntos y amarse? Tal vez en algún momento todo se terminaría, así como alguna vez se terminó con Huangdi. Comenzaba a desconfiar del propio destino si es que siquiera existía, pero la verdad era que amaba a Chris y temía perderlo nuevamente, pero sentía que también debía llegar a conocerlo mejor, a pesar de estar años anhelándose mutuamente, el conocimiento de uno sobre el otro no era tanto como se podría esperar, después de todos Bai pasó gran parte de su vida anterior encerrado.

Blaire comenzó a preparar comida para los tres, aún dándole vuelta a ideas, que podrían parecer tontas, en su cabeza. Mientras Bai cocinaba, de sorpresa sintió los brazos de alguien rodearlo por la espalda, era Chris, quien había dejado la habitación donde se encontraba Jules y había decidido ver qué hacía el mayor.

-¿Qué pasa? Me asustaste.- Dijo Bai, riendo despacio.

-¿No puedo ver cómo cocinas? Te veías tan concentrado que quise molestarte.- Chris dejó un beso en la nuca de Bai, haciéndole estremecerse.

-Claro que puedes, es tu casa.-

-Tenía una pregunta que hacerte, es algo que me da un poco de miedo...- Dijo algo apenado el pelirrojo.

-¿Qué es?-

-Es que, si has recuperado tus habilidades, ¿significa que has vuelto a ser inmortal?-

-¿Qué? No... ya renuncié a la inmortalidad y lo que queda de mis habilidades son un simple remanente. A veces quisiera volver en el tiempo y hacer un mejor uso de mis habilidades, para haber sido considerado un sabio en el pasado, la verdad es que fui muy tonto.- Bai rio, avergonzado de sí mismo.

-Claro que no eres un tonto...- Chris lo abrazó con más fuerza.

-Me pregunto... si Huangdi no me hubiera encerrado en ese jarrón, te habría conocido antes y hubiera podido pasar distintas vidas a tu lado, tal vez ahora te conocería mejor...- La voz de Bai sonaba apenada y arrepentida.

-No pienses tanto eso, lo importante es que ahora estamos juntos y puedes conocerme, la verdad es que sólo sé que en el pasado estaba enamorado de un ser al que podía ver sus recuerdos, pero eso no significa que sea todo lo que hay de ti, sé que hay más que quiero conocer, déjame conocerte.-

-Conozcámonos...- Bai se dio vuelta y paso sus brazos por detrás del cuello de Chris, sonriéndole.

Chris le sonrió de vuelta y se inclinó hacia adelante para poder besar los labios de Blaire, pero de una manera suave y cuidadosa, como si el mayor fuera tan fragil y en cualquier momento pudiera romperse y desvanecerse.

-Seguiré siendo un humano para estar contigo, hasta que no nos queden más vidas en este mundo...- Bai sonrió y acarició el rostro de Chris.

-Siempre serás Bai, y yo siempre seré Chris...- Dijo el pelirrojo, denotando ese anhelo en su voz.

Mientras los dos estaban ahí, apoyados en la encimera, queriéndose el uno al otro, llegó Jules, quien quedó sorprendida con la escena frente a sus ojos.

-Vaya, sí que son melosos, tal vez debería irme pronto.- Jules rio nerviosa.

Chris y Bai se separaron rápidamente, algo avergonzados.

-No, tranquila, come primero lo que estoy preparando.- Dijo el mayor, con sus mejillas sonrojadas por la vergüenza.

Al final los tres terminaron juntos en el comedor, comiendo la para nada sofisticada comida que Bai había preparado, fideos con huevo. No es que el mayor cocinara mal, sino que literalmente Chris no tenía casi nada para preparar en su cocina, debido a que en su mayoría comía comida instantánea, pedía comida a domicilio o salía a algún lugar a comer, algo que Bai planeaba corregir.