Me Enamoré De Ti

Cuando Camila abrió la puerta, vio que era Daniela.

Hola, cuñada, me adelanté, a la hora porque ya quiero ver a mi príncipe.

Hola, Daniela, pasa que gusto que hayas llegado.

Gracias.

Cuando, Daniela entró, se sorprendió al ver a Leonel cargando a Abelito, ella pensaba, que por ser un día muy especial para Abelito, pues solo estarían la familia, así que cuando entró, saludó, y se acercó a Abelito, y las veces que podía escribía a Sergio, para que fuera a casa de Leonel, él tenía todo el derecho de estar allí, por ser el padre, sin embargo, Leonel tenía que retirarse, ella estaba sumergida en sus pensamientos, fue el propio Leonel quién le sacó de aquellos pensamientos.

Daniela, estás bien.

Eh, sí, sí, Leonel, dime acaso tú estás viviendo aquí también.

Sí, así fuera el caso, no entiendo, porque te interesaría o molestaría a ti.

No, no me molesta para nada, solo preguntaba por curiosidad, como las veces que he venido te encuentro aquí.

Sí, Daniela y me seguirás encontrando aquí, porque cómo ya te dije está es mi casa.

En ese momento, entró Camila, quien, se había quedado, viendo como la casa de la vecina ya estaba sin nadie afuera.

Sucede algo, que yo no sepa.

No, no, todo está tranquilo, solo conversábamos, no es así Daniela.

Sí, sí, solo conversamos.

Dani, has traído muchas cosas, te dije que solo era, algo pequeño.

Sí, lo recuerdo, pero para mi pequeño príncipe, le daré todo.

Lo vas a malcriar. Dijo Leonel.

Es mi sobrino, tengo todo el derecho de darle de todo, cuanto pueda.

Bueno, ya que pasa con ustedes, parecen dos niños, les recuerdo que es el cumple mes de Abelito.

Sí, Camila tienes razón, lo siento, monstruo, deja de comerte las manos, mira, ten come una galleta.

A Daniela no le agrada que Leonel sea cercano a su sobrino, ella seguía marcando el número de Sergio, pero este seguía sin responderle.

Contesta Sergio, en donde te metiste, hoy es el cumple mes de tu hijo y no estás aquí con él, necesito que contestes. Se decía Daniela para sí misma.

Sucede algo Daniela. Dijo Leonel, al ver qué Camila llevó a Abelito para cambiarlo.

Tú que crees, estoy que le marco a Sergio que debería de estar aquí, porque él es el padre de Abelito, pero no llega.

Ah, era eso, es por eso que te sientes incómoda conmigo, no te preocupes, que si viene tu hermano, prometo, retirarme, no incomodaré a nadie, pero, pero si Camila me pide que me quedé, lo haré, solo si ella me dice que me quedé.

No entiendo en que momento te convertiste en una persona muy molesta Leonel.

Ja, ja, ja, ja, tal vez desde el día que dejé de ceder, la felicidad a los demás y pensar un poco más en mí.

No entiendo.

Te acuerdas de Gabriela.

Sí, cómo olvidarla, si ella hizo sufrir mucho a Sergio.

Sí, porque ella nunca estuvo enamorada de él.

Entonces, no entiendo por qué le hizo creer, a mi hermano, que ella se había enamorado de él.

Yo estaba enamorado de ella, ella me correspondía, pero cuando supe que Sergio estaba enamorado de ella, yo me aleje de ella, y lo que pasó después tú ya lo sabes.

Sí, yo no supe eso.

No, estoy seguro de que muchas cosas no sabes, tampoco ando diciendo a todos lo que me pasa.

Entonces, salió Camila de su cuarto con Abelito bien cambiado, ellos almorzaron, comieron pastel, dulces, hasta las 7: 30 pm, hora en qué Abelito se durmió, Daniela se despidió y se fue, Leonel y Camila cenaron, Leonel no dejaba de mirar a Camila.

¿Qué sucede?, dijo Camila.

Nada, acaso no puedo observar a la mujer más hermosa del mundo.

Leonel, me haces sonrojar con lo que dices.

Leonel arrimó su silla hacia Camila y acariciando la le dijo.

Acaso, no es cierto, tengo la inmensa felicidad de tenerte a mi lado y que seas mi mujer, te amo Camila, te amo.

Leonel, yo, nunca pensé que podría amar a alguien más que no sea Sergio, pero me equivoqué, Leonel me enamoré de ti, me enamoré cómo una adolescente y no sé, pero contigo, te soy sincera si siento muchos celos.

Lo sé mi amor, y me gusta, me gusta mucho, verte celosa por mí, nadie me había celado como lo haces tú, tanto así que me derrito de amor por ti. Te deseo tanto mi amor, tanto.

Leonel cargó en sus brazos a Camila y la llevó a su cuarto, ellos se amaron, demostrando sé todo el amor que sentía, Leonel besaba la espalda de Camila, esto hacía que ella se excitara aún más.

Camila, te amo amor, no sé qué haría si un día me faltaras, amor, nunca me dejes, mi amor.

No, yo no te dejaré amor, te amo.

Cuando ellos quedaron rendidos en la cama abrazados, Leonel le dijo a Camila.

Amor, debo salir a las 9: 30.

A donde irás.

Es un pequeño problema de orgullo que debo solucionar, apenas termine estaré aquí, contigo.

Leonel, eso no me gusta, acaso vas a pelear.

Algo así, preciosa, te dije que no habría secretos entre nosotros, así que sí, pero estaré, bien solo será una discusión y eso es todo, si pronto estaré aquí contigo, así asiendo el amor, los dos, amándonos para siempre.

Leonel no me gusta que soluciones las cosas con golpes, quisiera que te quedes, no tengo un buen presentimiento.

No, cariño, ya verás que todo va a estar bien, te amo trata de descansar, ya regreso, mi amor cuida mucho al monstruo, ya regreso.

Sí, te amo.

Yo, te adoro, mi vida.

Leonel salió de su casa rumbo al encuentro de Sergio, esté había estado toda la tarde con María, quien no se le despegaba, ni un segundo, su celular se quedó sin batería, pero él no se dio cuenta, a las 9 y 40, logró zafarse de María, o eso creía él, porque cuando María se dio cuenta de que Sergio salía a escondidas, ella supuso que él se iría a encontrar con Camila, ya que ella si recordaba que en esa fecha era el cumple mes de Abelito, ella hizo una llamada y siguió a Sergio, a pesar de que tenía 5 meses de embarazo, eso no le impedía seguirlo. Cuando, Sergio llegó, Leonel ya se encontraba allí.

Vaya, creí que no vendrías.

Ah, sí, se me hizo un poco difícil despegarme de María.

Sí, claro, a lo que venimos, Sergio, quiero que dejes tranquila a Camila, ahora ella es mi mujer, así que te pido que te mantengas lejos de ella.

Pero, tú sí que te pasas, Leonel, acaso olvidas que ella es mi esposa, y me pides que me aleje de ella, además no olvides que ella y yo tenemos un hijo.

Sí, no lo olvido, es un hermoso niño, y en cuanto a lo que es tu esposa pronto dejará de serlo, y apenas se divorcie de ti, se casará conmigo, a tu hijo podrás verlo las veces que ustedes acuerden, pero a Camila no, me entiendes.

Leonel, porque pusiste tus ojos en mi esposa si hay tantas mujeres.

Ja, ja, ja, yo puse mis ojos en tu mujer, no me hagas reír, tú, mejor que nadie sabe que ella se enamoró de mi primero, a tanta insistencia tuya fue que, creyó qué se había enamorado de ti, yo sentía algo por ella, es por eso que decidí alejarme, pero cuando la volví a ver, supe que lo que sentía por ella si era amor verdadero, pero decidí alejarme nuevamente porque la vi junto a ti, decidí respetar, sin embargo, tú no la respetaste como debía, es por eso que solo, dejé que mi corazón, siguiera su curso, ahora ella y yo nos llevamos bien.

Leonel, hermano, yo sé que la fallé, y nunca podré remediarlo, también te fallé a ti, porque yo la amo, y nunca dejaré de amarla.

Es por eso que la fastidias, si realmente la amas, déjala que sea feliz.

Quisiera que sea feliz junto a mí, la amo, no te imaginas cuánto.

No, Sergio, esta vez no te dejaré libre el camino, ahora ella es mi mujer, así que aléjate de ella.

Sergio iba a hablar cuando sintió un fuerte golpe en la espalda, Leonel sin pensarlo defendió a Sergio, se trataba de dos hombres quienes dieron un fuerte golpe a Sergio, y luego golpearon a Leonel, él no se daba por vencido, ya la rabia había tomado control de su cuerpo, así que no se detendría, todo estuvo muy reñido, Sergio trato de pararse, pero uno de ellos sacó un arma y golpeó en la cabeza a Sergio haciéndolo caer nuevamente, y como vio que Leonel le estaba ganando a su amigo no dudo y le disparo a Leonel, Sergio estaba muy aturdido en el piso quería ayudar a Leonel, pero su cuerpo no le respondían solo veía a Leonel como caía de golpe al piso, eso era señal de que la bala le había dado. Los tipos corrieron, fue cuando María se acercó a Sergio y este se desmayó viendo a María.