Un Amor Nada Ordinario

Sebastián.

Estas náuseas se me hacen sospechosas pero voy a esperar que ella me lo diga.

Tengo un día largo y pesado, pero me escapó un rato para hacer ejercicio y después darme un baño y arreglarme para la cena, no me fijé de la hora, ya era tarde, suena mi celular, es mi bonita, le digo que ya casi estoy listo.

Cuando llegó y la veo me quedo sorprendido.

No sé que de bueno hice en la vida que tengo a esta bella mujer a mi lado, que no solo es bella, es inteligente, carismática, hogareña, considerada.

Al llegar al restaurante mis padres nos reciben muy felices, Leilani está muy nerviosa, creo que es Natural.

- Y dime hija ¿Cuál es tu nombre?- Pregunta mi padre

-Mi nombre es Leilani.- Dice con una sonrisa

-Que bonito nombre, sabías que su significado hawaiano es "flor celestial", "niña bonita" o "niña celestial", realmente tu eres el significado de tu nombre, mi hijo Sebastián nunca nos había presentado a alguien, desde ya hace algunos años, es un verdadero regalo celestial además de que eres muy bonita.

-Padre, creo que no es momento de hablar de eso.- Dije serio, la verdad no quería incomodar a Leilani, no quería que se sintiera desplazada y otro tema llamara la atención, ella merecía toda la atención.

-Esta bien hijo no te molestes- Dijo mi madre, luego mira a Leilani- tú eres la chica que salía en la foto de Instaface con Sebas ¿verdad?- Leilani ví que se sonrojo.

-Si, Sebastián y yo nos conocimos antes de la conferencia y sinceramente yo no sabía que él sería mi jefe cuando eso pasó, cuando llegue a la conferencia y a mi entrevista realmente me sorprendí ya que no sabía que él era un Navarro.- Dijo apenada, y recordaba como ese día la hice mía.

-No preguntaste dónde trabajaba.- Le dije en un tono burlón.

-Pero tampoco me dijiste tu apellido cariño- Sentía como se me formaba una sonrisa cuando me dijo cariño.

-Me da gusto como se llevan de bien- Dice mi madre con una gran sonrisa.

-Pero si me queda la duda de porque Alberto Gil y su prometida los encontraron juntos en el departamento, si quieren vivir juntos deben casarse, más que nada por la imagen de esta muchacha que se ve que es muy linda y se merece lo mejor- Dice con preocupación mi madre, estaba por contestar pero mi bonita se adelantó.

- Lo qué sucede es que una noche antes salí con unos amigos a divertirme, de hecho soy una persona muy precavida y cuidadosa y no llegar a excederme al beber, pero hay gente mala que se las ingenia y quisieron drogarme y secuestrarme, por suerte me di cuenta a tiempo para llamar a Sebastián y que fuera a traer, gracias a su hijo evitamos una desgracia, en fin, el me llevó al hospital y después a su departamento ya que el prefirió cuidarme y que estuviera bien pronto.- Dijo tranquilamente.

-Hay hija, pero que bueno que no te paso nada malo, ahora lo entiendo y confirmo que eres una mujer muy especial para que mi hijo te cuide y te proteja de esa forma.- Dice mi madre.

La cena transcurrió con mucha tranquilidad y armonía.

Al terminar Leilani y yo nos retiramos al departamento.

-Ellos te amaron bonita.- Digo con seguridad.

-¿Tú crees?- Pregunta aliviada mi bonita

-Claro amor, eres especial para mí y todos empiezan a notarlo, eso me da gusto.- Sonrió de pensar en ello, que ella es todo para mí.

-Por cierto jefe- la miro extrañado

-No estamos en horas laborales- le contesté

-Lo se, pero quiero pedir permiso para llegar tarde al trabajo mañana, ya que hoy salí temprano de mi horario.- La veo algo apenada.

-No tienes que pedir permiso, solo debes avisarme, pero ¿qué vas a hacer? te puedo acompañar si gustas.- Dije con curiosidad.

-No amor, es un asunto personal, ya te diré después

-Esta bien amor.- Yo pensaba que era algo relacionado con esa ropita de bebé me sentía ilusionado.

Nos dimos un baño y nos pusimos nuestras pijamas.

Al amanecer encontré a Leilani cocinando y cantando a todo pulmón, fue divertido verla bailar y cantar, ella es un ángel hermoso, de repente ella se da la vuelta y se sonroja de verme tan temprano despierto. La verdad pensaba salir a correr, pero ahora pienso tomar una taza de café y después irme a correr.

-Buenos días, pensé que te despertarías más tarde- Dijo sonrojada Leilani.

-Pienso levantarme más temprano y cambiar mis horarios de ejercicio, no quiero que me sigas mal acostumbrando a levantarme tarde- Le dije mientras me servía una taza de café, después me acerque a ella y le di un beso en sus labios.

-Esta bien, dejaré tu desayuno en el microondas y lo calientas cuando vengas yo ya casi me voy, te veré más al rato en la oficina- Me dijo con una sonrisa.

-Si amor, no te preocupes por mi, te veo al rato, te amo- Me despedí de ella y dejé la taza de café vacía en el lavaplatos.- Salí del departamento para ir a correr y después ir al gym.

Leilani

Fue una cena tranquila y armoniosa, pero me queda la duda de quién fue la última chica que se presentó como novia de Sebastián.

Al terminar la cena nos fuimos al departamento de Sebastián, antes de dormirme me puse a pensar tantas cosas y la que más invadió mi mente es que hay personas con las que crees que por estar mucho tiempo con ellas o conocerlas más, serán las indicadas, podría ser, pero nada lo asegura, hay otras cuestiones que lo definen, me gusta pero me asusta el hecho que vayamos tan rápido, pero con Sebastián siento una conexión inexplicable, como si lo hubiera buscado por mucho tiempo y al fin lo encontré.

Me desperté como a las 5:00am.en la cocina de Sebastián hay un refri con wi-fi, así que puse música, me encontraba felizmente cocinando, cantando y bailando, yo sabía que Sebastián dormía hasta más tarde, pero o vaya sorpresa, no fue así está vez.

Hablamos un poco de ahí me metí a bañar para irme al médico, este es un tema que no puedo dejar pasar más tiempo, no quiero ningún incidente al menos no después de terminar mi servicio.