Maylu, una joven enamorada en silencio, para ella él guapo hermano de su compañera de clases, era él hombre perfecto, pero sus suspiros eran en secreto, jamás se lo diría, pero un día ese amor es arrebatado por quién menos espero....
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DE VUELTA A CASA
Maylu siquiera lo podía creer, su corazón se llenó de júbilo, su pecho sobresalta incrédulo a lo que oía ¿Acaso era un sueño? Sus ojos se cubrieron de lágrimas, y Gianni al darse cuenta del impacto que eso le causó, apretó su mano, y le sonrió...
- ¡Dios Santo! ¿Hablas en serio Gianni? - Interrogó temblando de felicidad...
- Por supuesto que es en serio, nosotros no somos nadie para retenerte y alejarte de tu familia, eres un ser humano, y es mi deber dejarte en casa - Le aclaro con aquella voz ronca y áspera, Maylu no pudo contener sus lágrimas, entendió que Dios había oído sus rezos, sus súplicas, y que el príncipe que esperó por su rescate, no pudo llegar, pero enviaron un verdadero Ángel que no solo la liberó, también la protegió...
- Como si de una niña pequeña se tratara, caminó de la mano junto al rubio, abordaron un taxi e inmediatamente dio su dirección, Maylu lloraba, sus lágrimas eran de alegría, estaba de vuelta, sana y salva, y todo gracias a tan majestuoso caballero...
- Al llegar, ambos se bajaron, y aún es difícil de creer para quién habría perdido toda esperanza, Gianni le agrado verla sonreír, su rostro de pronto ya no era apagado, ahora brilla, y se nota en ella una tranquilidad...
- Bueno Maylu, me satisface dejarte en la puerta de tu casa, por mi padre y mi abuelo no debes preocuparte, yo me encargaré de que no vuelvan a molestarte, aunque por un tiempo sería prudente que no viajes a Milán, además no siempre estoy en Sicilia y lo menos que queremos es que te encuentres con Roberto, ¡por favor! Cuídate mucho y sé feliz - Maylu por un instante se entristeció, y sintió temor de que el viejo Gianluca tomará represalias en contra de Gianni...
- Por supuesto, como digas, no me moveré de aquí, pero... ¿Y tú? ¿Qué pasará contigo? ¿Tu abuelo? Él... él no le gustará saber que me liberaste - Lo menos que Maylu deseaba era que el rubio sufriera las consecuencias, o tuviese un final trágico...
- Por eso no te preocupes, déjalo en mis manos, mi abuelo no me matará si es lo que te angustia, soy su único nieto, lo mejor para todos es que volvieras de donde no debiste salir, y también debes relajarte, nadie más que yo, sabré tu dirección, pero juro que nunca más vas a saber de nosotros, ahora respira, y dile a tus padres que ya estás en casa... Ah, por cierto, recuerda que el verdadero amor de tu vida, debe luchar por ti, y darte todo lo que mereces, no esperes menos, si has dado más - Dedicándole una sincera sonrisa y dejándola sin palabras, Gianni giró sobre sus talones y se fue, a pasos ligeros, pero Maylu sintió la ardua necesidad de despedirse de él...
GIANNI...
- Gritó, y para cuando esté se giró, ya Maylu estaba sobre él, arrebatándole un sincero abrazo, el rubio no supo cómo reaccionar, pero le correspondió, Maylu inhaló fuerte su olor para guardarlo en su memoria como aquel héroe sin capa que la rescató...
- Gracias Gianni, te estaré eternamente agradecida, deseo de corazón que Dios te envíe una buena mujer, porque te lo mereces, y por favor, tú también sé feliz - Luego de eso, el rubio se marchó, Maylu se quedó estática, viendo como desaparece entre sus pasos, de pronto el frío la sacudió, abrazándose a sí misma, volvió hasta su casa, recordó entonces que no tenía llaves ni nada consigo, siquiera un teléfono, así que llegó hasta la cafetería, por suerte allí la conocían, y logró llamar a su madre, el regocijo de escucharla sana y salva le devuelve el Alma, Laura lloró de la felicidad, Frank no lo podía creer, el padre de Maylu y todos los demás tomaron un vuelo inmediatamente a Londres, entre tanto, Maylu los espera ahí, bebiendo un té, recordando esos ojos verdes, pues jamás los olvidará en lo que les resta de vida...
- El reencuentro fue conmovedor, y demasiado increíble, Doña Eugenia no paraba de decir que los milagros existe, y no era para menos si tenía entre sus brazos nuevamente a su hija, uno por uno, la abrazo, le preguntaron si estaba bien, y Maylu satisfactoriamente les respondió que a pesar del dolor, del encierro y el temor, nadie le puso uno sola mano encima, aunque sintió extrañeza al omitir aquel beso furtivo del apuesto semental de ojos profundos, por un instante se quedó en total silencio al recordarlo, fue tanto que hasta pudo sentir el leve toque de sus dedos resbalarse por su piel, pero El Fuerte agarre de Frank, la devuelven a la realidad...
- ¿Segura? No tengas miedo, quizás no sea fácil decir abiertamente si ese bastardo de Roberto te tocó, ¡dímelo! - Le sugirió el castaño con preocupación en su rostro...
- ¡No! Lo juro, no tendría por qué mentir, Afortunadamente Dios nunca me abandonó, gracias al padre de ese bastardo, él no lo hizo, era como si todo hubiese marchado a mi favor, así que no se preocupen, yo estoy bien, solo será un mal recuerdo, nada más - Para todos fue un alivio el saber que Maylu no lleva consigo agrios momentos, Frank la abrazó, la abrazó fuerte y ella le correspondió...
- Gracias Frank, gracias por todo lo que hiciste, por arriesgar tu vida por mí, por pelear como lo hiciste, por luchar hasta el último minuto - Maylu acarició sus mejillas, dándose cuenta de que era muy importante para ella...
- No debes agradecerme, era mi deber, eres la mejor amiga de Lau, mi amiga y te quiero, además tu también fuiste muy valiente, porque de no ser por tu astucia, hubiésemos muerto entre llamas - Maylu se alejó lentamente, ¿Su amiga? Se preguntó a sí misma, riendo con insatisfacción, simulando lo mal que eso le cayó...
*redflahs
¿Entonces de qué te enamoraste? ¿Del novio que no fue? ¿Del cariño que no te dio? ¿Del lugar que jamás te cedió? ¿O del anillo que nunca compró? No me decepciones Maylu, tú misma me dijiste que él si sabía como tratar a una mujer ¿Pero cómo lo hace? ¿No me digas que te gustan esos patanes mujeriegos con cara bonita que dejan promesas en el aire?
- El recuerdo de esas preguntas por parte de Gianni rondaron su mente, pero no quería juzgar, o sacar rápidas conclusiones, esperaría el momento adecuado para que le diera una pequeña muestra de que era importante para él, así como él lo es para ella...
- Laura no cabía de la felicidad, Maylu le repitió que no se sintiera culpable, que son cosas que pasa, y la rubia al fin, comprendió aquello, la gran interrogante era, ¿Por qué el hijo de su raptor, la devolvió sana y salva?
- ¿No crees que es una trampa? - Le cuestionó su padre con preocupación, pero Maylu no necesito mucho para darse cuenta de que Gianni era todo un hombre de palabra, correcto y de gran carácter...
- Lo hizo porque alegó que ellos no eran nadie para quitarme mi libertad, y se fue con la promesa que no volveré a saber de su existencia, y yo le creó, ese hombre a pesar de su mirada pesada, su rostro tenso y su difícil carácter, demostró que no era un delincuente - ¿Admiración? Si, quizás nació una admiración por el testarudo Gianni...
- Después de dar el reporte a los policiales, Maylu decidió no levantar cargos, como forma de un paz a salvo, tampoco los quería de enemigos, y sería comportarse como una desagradecida con el inolvidable rubio, cuando ya todos estaban listos para al fin descansar luego de tantos días de agonía, Maylu y Frank quedaron a solas en su habitación...
- ¡Que gusto tenerte de nuevo entre mis brazos! - Frank la llevó hasta su regazo, y acunando su rostro la besa, Maylu supo que ese era el hombre que le pertenecía, el dueño de su corazón, pero el traicionero y fugaz subconsciente buscó esos ojos verdes, asustada, sacudió su cabeza...
- Yo... yo también estoy plenamente agradecida con Dios por estar junto a ti, estaba volviéndome loca, te extrañé, y no quiero que nos volvamos a separar, porque, ahora, después de esta prueba que nos envió la vida, solo comprobé que quiero estar contigo el resto de mi vida - Sonriente, Maylu, lanzo lo que ella determinó, la prueba que necesitaba, el rostro a Frank le cambió, confuso no sabe qué decir...
- Lu, princesa, tú sabes que mis sentimientos por ti, son muy profundos, y lo que sucedió, ¡vaya! Eso fue increíble, sí estoy muriendo porque se repita, pero - Tomando aire, el castaño prosigue - Yo tengo una vida en Milán, tú aquí en Londres, además por mucho tiempo es recomendable que no vuelvas a Italia, no creo que una relación a distancia sea lo adecuado - Sonriendo con malicia y lujuria, acarició con sus dedos, los pechos de Maylu, resbalándolas por su escote - Mejor aprovechemos que estaré por acá, mientras se lleva a cabo la boda, y nos ponemos al día, y así recuperamos todos estos años perdidos, y olvidamos esa experiencia tan horrible, porque anhelo hacerte mía...
- Maylu decepcionada, se puso de pie, y caminó hasta el balcón de su habitación, la fuerte brisa, mueve su melena, aún mantenía la fe por Frank, pero él jamás ha cambiado, sigue siendo el mismo adolescente de diecisiete años...
- Maylu, ¡No te pongas así! Yo te quiero, por supuesto, si estaba a nada de morir por no saber nada de ti, la tortura de que Roberto te pusiera una mano encima, fue lo más horrible de mi vida, pero yo no estoy listo para relaciones, Lu, ¡Por favor! No quiero romper tu corazón, sé que fui tu primer hombre, pero pensé que ya habíamos hablado de eso - Maylu supo, que allí no había nada más allá del deseo...
- Tranquilo Frank, yo perfectamente entiendo tu punto de vista, y si, ya habíamos hablado de eso, y fui yo la que forzó lo del hotel, en ningún momento tú lo insinuaste, solo que guarde la esperanza de ¡No sé! De que al fin le diéramos un nombre a esta relación que nos arrastra desde hace mucho - Maylu no lo mira, sus ojos son fijos en el nocturno panorama, asimilando la realidad que nunca quiso ver...
- ¡Vamos Lu! No me hagas sentir un idiota, lo nuestro siempre ha sido adrenalina, pasión, deseo, dame tiempo, porque no me siento listo - Le sugirió tomando su mano...
-Frank, lo mejor será dejar esto hasta aquí, como dirías tú, no voy a perder el tiempo contigo, cuando puedo esperar el verdadero amor que luche por mí, que no me dé menos de lo mucho que doy - Repitiendo las palabras de Gianni Militello, Maylu concluyó su bello espejismo con Frank Montebello...
- Perfecto, cómo tú digas, total ese era el trato, pero recuerda que siempre fuiste muy importante para mí - El castaño salió de la habitación cabizbajo, pero seguro de su decisión, Maylu no lloro, no se molestó, comprendió con madurez, que la Maylu de quince años, debía superar ese nefasto amor...
- La madre de Maylu al ver el semblante de Frank, subió hasta la habitación de su hija, preocupada, pensó que quizás le habría contado alguna mala experiencia, después de tocar un par de veces, Maylu le abre, pero estaba sonriente, tranquila, como si ya nada le pesara...
- Princesa, ¡Ven aquí! - La madre de Maylu se sentó sobre la cama, mientras está recostó su cabeza en sus piernas, recibiendo las caricias de su progenitor sobre su cabello - ¿Sucede algo? ¿Quieres contarme algo? - Maylu soltó un suspiro, y detalladamente le relata lo sucedido, hasta las mismísimas palabras que Militello le dijo...
- ¡Qué triste! Ustedes hacían una linda pareja, pero no podemos obligar algo que quizás Dios no tiene reservado para ti, y ahora que te has dado cuenta, debes entender que así como la vida nos quita, también nos recompensa...
- Pensativa Maylu le dio la razón, total, todo tiene un inicio y un fin ...
- Entre tanto Gianni enfrenta a su abuelo, haber sabido que Maylu no volvió junto a él, fue una decepción...
- ¡Pero Gianni! Ella era perfecta para ti, ¿Qué más quieres? No debí dejar que te la llevaras, definitivamente eres tú, siendo tú - El viejo Militello hasta se le subió la presión, y Roberto no decía nada, pero en el fondo eso le agradó...
- Hice lo que debía hacer, yo no quiero una mujer que duerma a mi lado y piense en otro hombre, la que sea mi esposa debe ser mía de cuerpo, y de Alma, además, ¿De cuándo acá dejamos de hacer negocios por ponernos a secuestrar mujeres? Lo siento, pero ese no es mi fuerte, Maylu tiene una vida, y no somos nadie para arrebatarle aquello - El rubio con temple deja todo claro...
- Por desgracia tienes razón, pero no me niegues que esa chica, hubiese sido la esposa perfecta - Gianni al recordarla, lo cubrió un escalofrío y una pesadez de saber que no la volvería a ver...
- Por supuesto, pero no a la fuerza abuelo - Gianluca miró a Roberto esperando que este dijese algo...
- ¿Qué me ves papá? ¡No me mires así! Es igual a su madre, y yo no tengo la culpa - Le recordó Roberto, lavándose las manos como Poncio Pilatos...
- ¡Por suerte! ¡Por suerte! Porque suficiente tengo contigo - Pero una preocupación embargo a Gianluca Militello...
- ¿Sabes qué ella nos puede delatar? Que quizás quiera vengarse - Gianni río como si fuese eso muy gracioso...
- Después de que matas al tigre, ¿le tienes miedo al cuero? Ella no la hara, la promesa es que Maylu no volverá a saber de nosotros, tampoco nosotros de ella, esto muere aquí, ahora si me disculpan, me tengo que ir - Pero antes de partir, advirtió a su padre, dándole un ultimátum...
- Que sea la última vez que retienes a una mujer a la fuerza, porque yo mismo me encargaré de acusarte con las autoridades, y ni se te ocurra, siquiera pensar en Maylu, o se me olvidará que eres mi padre, y te mataría yo mismo - Gianni no lanzaba amenazas en vano, y eso Roberto lo sabía…
Varias semanas después....
- Todo parecía haber quedado en el pasado, y eso para Maylu fue lo mejor, junto a Laura y los demás, continuaron con la organización de la boda, que ahora se llevaría a cabo en Londres, increíblemente Maylu dejó de sentir tanta idolatría por Frank, no era que lo habría olvidado de todo, pero la resignación de que no era ese Frank que dibujó su mente, fue lo más sano, el castaño a pesar de sentir la fuerte necesidad de tenerla entre sus brazos, nunca cambió de opinión, él se decía a sí mismo que no estaba preparado para algo tan comprometedor, solo tenía veintitrés años, y que le faltaba por vivir...
- La boda fue un éxito, y por todo lo alto como lo deseo Laura, Maylu al ver a su amiga tan feliz, sonrió, con aflicción, ya que Marcos siempre le demostró el amor y el compromiso que le nacía por ella, y sellar sus sentimientos frente a Dios, es la mejor muestra de ello, y de ahora en adelante, esperaría con paciencia un hombre que cruzara mares por su amor, que no tuviese miedo, y que le diera un nombre a su relación desde el principio...
- La fiesta fue maravillosa, Frank a la ha invitado a bailar, Maylu no guarda ningún tipo de rencor, y para ella, muy a pesar de todo, su primera vez con el castaño, fue sensacional, como tango lo anhelo, sus fuertes brazos envuelven su cintura, y van al compás de la música...
- Espero que seas muy feliz Maylu, perdóname por ser tan cobarde, perdóname por todo, ya mañana regreso a Milán y deseo que seamos buenos amigos, que esta vez si halla despedida, no como hace seis años - Maylu lo miró, y besó suave sus labios, era momento de decirle adiós, de romper esa historia, de darle un final con madurez...
- No tengo nada que perdonarte, fuiste y eres un hombre sensacional, agradezco tu honestidad y tu paciencia, y ¡Claro que seremos amigos! Porque el primer amor, nunca se olvida, fuiste algo muy bello que por mi vida pasó - Con un fuerte abrazo, se dijeron hasta nunca....
Laura ha lanzado el ramo de flores, ese que ha sido atrapado por Maylu, Frank la miró y alzó su copa, y ella solo se preguntó, ¿Quién será el amor de su vida?...
UN AÑO MÁS TARDE...
- Como si nunca aquella horrible experiencia hubiese pasado por su vida, Maylu continua de pie, feliz, plena y triunfando en lo que más le gusta, su trabajo es un éxito, nada ha cambiado, todo sigue igual, de pronto los anteojos le agotan la vista, cerrando su laptop, descansa un poco de tantas responsabilidades, tomando la taza de café, se queda pensando, ¿Qué abra pasado con Gianni Militello? Un susto de que estuviese muerto le enfría la sangre, curiosa lo busca en las redes sociales, pero no obtiene respuestas, en verdad era un hombre lleno de suspenso y mucha madurez, pero no era para menos, en un caballero de treinta años, nada que ver con los inmaduros de su edad, su cabeza jamás borró el intenso color de sus ojos, su voz intimidante, los tatuajes en su cuerpo, y ese inusual beso, que si hubiese sido en otras circunstancias, sus bragas habrían caído solas al suelo...
- Despistada, recordando a Militello, pide un deseo, y ese era, algún día, volverlo a ver, no importa si es desde lejos, pero anhelaba saber que está bien....
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Mis queridas y hermosas lectoras, no se me decepcionen, aún falta más, quise cambiar el cliché, fue mi intención desde el principio, algo diferente, espero sus hermosos comentarios, me agrada mucho leer sus perspectivas, pero ante todo MIL GRACIAS POR EL APOYO, les envió bendiciones ❤❤