Él creía que al igual que en sus vidas pasadas moriría con un corazón roto. Así que contacta con el alpha dormido dentro de él, que le jura ayudarlo a ser finalmente amado. Dándole como objetivo al chico del que se enamoró a primera vista. El mismo chico que es su compañero en la academia de magia y que resulta ser completamente su opuesto.
El príncipe de los demonios enamorado del único hada que rezaría por él y se mantendría como un ángel.
¿A pesar de su mala suerte en el amor, logrará ser amado? ¿O morirá en manos de su amor?
⚠ Contenido adulto
⚠ Es un mundo Omegaverse (Contiene Embarazo masculino)
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Sellada por un profundo amor
Las temperaturas comenzaban a bajar. Era pleno otoño y el invierno se acercaba. Los profesores nos mandaron a barrer las hojas, para después incinerarlas. Algo muy estúpido, perfectamente podíamos utilizar magia y quitarnos la labor de encima.
No tardamos en terminar. Así que fui con Soran a dar una vuelta por la pradera. —¿Y bien? ¿Por qué me trajiste a un lugar tan bonito?— Me molestó deslizándose por el pasto hasta caer acostado.
—Quería hablarte de algo— Él me vió ligeramente alerta. —¿Recuerdas el grimorio que tomaste en el Capitolio?—
—Sí, no podría olvidarme— Lo invocó. —No he podido ver qué es—
—Hoy tenemos tiempo— Él abrió el libro dorado. Las hojas resplandecían y en él habían escrito versos. —“El comienzo de un fin, fue sobre el trueno y las tinieblas. Ahí llovió el amor de un demonio”— Leyó en voz alta y una luz nos cegó. Dos figuras pequeñas sobresalieron del libro.
—Son Leviatán y Circe— Ambos nos miramos y luego observamos a los dos personajes bailar sobre las páginas.
“Ésta es la historia de hace mucho tiempo. Cuando las hadas y demonios convivían en armonía, sin embargo no se asemejaban.” Aquello se escribió a medida Circe y Leviatán bailaban. “Un día el portador del tiempo se enamoró de la portadora de la justicia. Aquél controlador del tiempo era el Rey Azul. El líder de Ibrazel, nuestro mundo” De repente, las páginas blancas se tiñeron de negro y la pareja fue absorbida por lo que estaba bajo sus pies. “El mal tiñó al Gran Cristal de negro. Y cuando el mundo se creyó salvado, se vió devastado.” “No hay mal que por bien no venga. La gente debe vivir en equilibrio, porque sin el mal no hay bien. Sin luz no hay oscuridad... Estas son las palabras de alguien que se enamoró de un ser oscuro.”
“Ibrazel renacerá en el momento que el mensajero de la paz nazca”.
El libro se cerró de improvisto. Dejando aquellas palabras en el aire.
—¿Qué significa?— Preguntó Soran.
—“En un día de invierno, bajo el rojizo muérdago se formará una alianza, que conectará ambos mundos que debían coexistir. Del amor de aquel fruto de pasión, nacerá el mensajero de la paz. Un puente entre los demonios y hadas, que traerá la armonía con sus excéntricas alas”— Dije las palabras de Circe, las que darían lugar a esa leyenda.
—La leyenda del mensajero de la paz...— Habló Soran. —Cada vez que oigo aquella leyenda, siento una profunda tristeza. Me pregunto por qué— Sonrió nostálgico.
—Tal vez seas parte de esa leyenda—
—Ahaja, no lo creo— Se rió poco animado. —Pero, significa que los demonios y hadas están hechos para depender unos de los otros— Sonrió, y el viento peinó sus cabellos hacia atrás.
—También lo creo— Sonreí.
Tomamos nuestras manos y Soran reposó su cabeza en mi hombro, admirando el paisaje.
—T'amio— Susurró en su lengua.
—¿Qué?— Él sacó una risita.
—Nada, solo pensaba... Me gustaría estar contigo así para siempre— Abrazó sus piernas.
—Puedes, algún día, aunque crezcamos y cambiemos veremos juntos el atardecer como si hubieramos retrocedido en el tiempo—
—¿Cómo puedes ser tan romántico?— Me sonrió sonrojado y se lanzó a besarme por toda la cara.
—¡Ahaja, diablos, Soran!— Sus labios me hacían cosquillas.
—A mí también me hubiera gustado que esos días duraran para siempre— Dije encontrándome en mi presente. Astolfo me miraba tristemente y mi hija me observaba curiosa.
—¿Qué pasó? Hasta el momento todo va bien ¿Dónde fue que todo se esfumó?— Preguntó Astolfo.
—Sí tuviera que definirlo, fue en el momento que traicioné a ese chico...— El pelirosa se mordía las uñas por mi relato. —Pero antes de llegar ahí, debo contante lo que sucedió unos años antes...
El invierno ya había llegado y con ello el día del mensajero de la paz. Una celebración de dos días, desde el 24 de December. Según las culturas la festividad va cambiando. Pero, todas se parecen a la navidad.
La mayoría de los estudiantes volvían a sus casas. Yo me quedé por mis padres. Además el silencio de un castillo enorme me gustaba. No obstante, alguien decidió acompañarme.
—¿Por qué te quedaste? Tu familia te extraña— Le comenté a Soran.
—He estado con mi familia toda mi vida. A tu lado solo me queda un año más— Me sonrió.
—Es cierto... Aún no me cabe en la cabeza que te alistes para la Orden de caballería—
—¿Por qué? ¿No soy apto?—
—Todo lo contrario— Contesté. —Tienes la fuerza y la astucia... También eres muy inteligente ¿Hay algo que no tengas?—
—Harás que me sonroje...— Se tomó la cara tiernamente. —Tú eres más inteligente que yo... Hay muchas cosas que no entiendo todavía— Observó el cielo nocturno, desde la banca que nos encontrábamos.
—No debes preocuparte por eso. La experiencia llega con el tiempo—
—¡Siento que mientras más sé, más me alejo del conocimiento!—
—Aquello es la sabiduría, Soran— Le sonreí levemente.
—Ahora que escuché la verdadera leyenda del mensajero de la paz, estoy seguro de algunas cosas—
—¿Cómo cuáles?—
—A pesar de todo, siempre he tenido miedo...— Se levantó viendo el enorme pino. —A la gente no le agrada nuestra relación, pero tenerte es una de las mejores cosas que me ha pasado— ¿Estaba tratando de hacerme llorar?
—Tú también lo eres, Soran. Aunque solo haya pasado un año desde que nos conocimos. Nunca me había sentido tan cerca de una persona— Afirmé con el corazón.
—A pesar de que supuestamente no estamos destinados. Yo quiero creer que sí lo estamos. Porque tú eres el único capaz de poner un anillo en estas manos llenas de cicatrices— La piedra azulada resplandecía sobre su dedo.
¿Es posible sentirse tan feliz que quieras llorar? Corrí a abrazar a mi amado. —Te quiero—
—Sí, yo también— Lo besé derritiendo sus congelados labios.
—¡Cierto, Kentin! ¿Ya es media noche?— En un segundo desapareció y volvió con un regalo entre sus manos. Sus cabellos habían quedado com estática por el viaje.
—Gracias, yo también tengo algo para tí— Saqué de mi bolsillo sin fondo un paquete intacto.
Él lo abrió con desesperación. Eran unos guantes. —¡Esto sí es util!— Enseguida se los puso. —Son muy cómodos y huelen a tí—
—Fueron hechos a partir de mis escamas— Él me vió extraño. —Los dragones mudamos piel— Explicó.
—¡Oh, vaya! Me había asustado, ahaja—
Era mi turno de abrir el regalo. Era una bota de navidad artesal. Tenía un diseño simple, pero un muérdago la decoraba. —Es hermosa...— El muérdago era el fruto de nuestro amor. —Cada vez que la vea, me recordará a tí— Cariñosamente la olí. —¿La hiciste tú?—
—¡Sí! Me gusta las manualidades—
—Ahaja, te pareces a tu padre— Le revolví el cabello.
—¿Mi padre?—
—El rey Maximus es un gran inventor—
—¿Lo conociste?—
—Una vez hace mucho tiempo— Contesté.
—Es extraño pensar que él es mi padre... No lo conozco y es considerado un gran héroe en Aldona. Lo veo como alguien inalcanzable. Además, mis padres adoptivos son los mejores que podría tener— Sonrió felizmente.
Las personas que te criaron y amaron serán una verdadera familia para tí. Soran es un reflejo de ello.
Fue una bonita navidad para mí. Aunque en este mundo no la llamen así, para mí las tradiciones de los humanos se quedaron en mi persona.
Y sin darnos cuenta ya había pasado un año.
Pd:es re tierno 🥺, no me lo destruyan (aunque también debe de hacerse fuerte, para que no lo lastimen o abusen de él).