El Hombre Que No Sabe Amar Y La Mujer Que Se Canso De Amarlo

Miranda camino con sus hijos, el chico atractivo solo la miro irse, en sus ojos había un poco de tristeza.

-Hola niños, ya veo que están tomando el desayuno -Les dijo a sus hijos mientras les daba una sonrisa.

-Sí mami, el tío Nicolás nos trajo.

-Muchas gracias Nico.-Le dijo Miranda cuando se sentaba a su lado con un plato de fruta.

Desayunaron tranquilos, los niños ya querían ir a nadar pero tenían que esperar dos horas para hacer digestión antes de entrar a la piscina.

Miranda reviso el tamaño y profundidad de la alberca infantil, le puso los flotadores a los niños y el salvavidas, los pobres niños apenas se podían mover.

Le lanzaron una mirada de reproche a su madre por no poder moverse.

-Mami, parezco Hulk -Dijo José con cara de tristeza.

Esa expresión y ver a su hijo con tantas cosas encima le pareció divertido.

-Esta bien, te quitaré algo, solo te dejare los flotadores de los brazos, está bien.

-Si mami.

-Mi tambien, mí también -Dijo Lily haciendo puchero a su madre.

-Claro pequeña, pero no debes de irte lejos de mi, para ti solo es está pequeña piscina. ¿Ok?

-Si, mami.

-Oye bebé, quiero preguntarte algo, podemos platicar.

-Si mami.

Miranda vio que Nicolás estuviera lejos de ellos, y que José se fuera a a nadar.

-Oye corazón, ¿por qué corriste a los brazos del tío Nicolás?

-Mami, yo quiero un papi, mis compañeras tienen papi y yo no.

A Miranda le dolió el corazón al escuchar las palabras de su hija, era como si le clavaran un puñal.

-Pero corazón, tu tienes un papi.

-No mami, no tengo ni mi hermano tiene.

Otros niños tienen sus papis que los recogen a la salida o si se sienten mal en el colegio van por ellos, o si se portan mal la maestra los llama, pero yo no tengo papi, solo mami y de verdad, verdad quiero un papi.

-Lo siento hija, no pensé que esa fuera la razón, voy a platicar con tu papi para que haga todas esas cosas para ti. ¿te parece bien?

-Si mami.

-Anda ve a jugar.

Lily se fue a jugar con José, Miranda se tiró en un camastro cerca de la piscina infantil.

No podía ni quería dejar a sus hijos ni un minuto fuera de su vista.

Cuando le pregunto a Lily por su apego a Nicolás nunca imagino esa respuesta.

Sin duda alguna Miranda tenía que hablar con Eduardo, en el fondo de su corazón sentía un gran dolor al pensar en él.

Ella se negaba una y otra vez a admitirlo pero aún no olvidaba del todo a su exesposo.

Le dolía el corazón al pensar en él y todos sus desaires y desinterés por ella y sus hijos.

Pero si los niños ya comenzaban a tener ese tipo de sentimientos de rechazo con el paso del tiempo eso desencadenara otros transtornos mentales.

Para ella sus hijos son lo más importante de su vida, tomo la decisión de contactar a Eduardo apenas regrese de sus vacaciones, después de todo es su padre, uno pésimo pero al fin su padre.

Tal vez con ayuda de un psicólogo y si Eduardo pone de su parte los niños tendrán una infancia feliz y plena.

Con esto en mente Miranda continuo mirando a sus pequeños, Nicolás se acercó con un par de bebidas.

Ella no quería tomar alcohol y no por no ser buena bebedora, sino para estar al pendiente de sus hijos.

Dejo a Nicolás tendido en el camastro y fue a la piscina a jugar con sus hijos, los tres se pasaron a una alberca para niños y adultos, juntos comenzaron a divertirse.

José tenía clases de natación en el colegio pero Miranda se sorprendió al ver lo bien que nadaba a tan corta edad, realmente parecía un pez en el agua.

Mientras que Lily aún no era muy buena, pero Miranda no la presionó, la acompaño a dar un par de vueltas y después la llevo de regreso a la piscina de niños.

Cuando se acercaba al camastro pudo ver qué Nicolás tenía su móvil en las manos. No sabía que pensar, tal vez recibió una llamada y le pasaría el móvil, pero no se veía que él quisiera levantarse.

Si Nicolás tomo su móvil sin permiso ni razón esto enfadaría a Miranda, ella es muy celosa de su espacio personal y de sus pertenencias.

Nicolás vio a Miranda acercarme y dejó el móvil rápidamente.

Pero ella ya se había dado cuenta, cuando tomo su celular no podía accesar, había intentado varias veces entrar al sistema y se bloqueó.

Miranda puso mala cara.

-¿Necesitamos hablar sobre el espacio personal y los artículos personales, como mi móvil?

-Lo siento, quería tomar una foto tuya y de los niños pero no tengo mi móvil, así que tome el tuyo me disculpo.

Cuando pudo accesar a su móvil tenía una llamada perdidad de Alexis.

-¿No sonó el móvil?

-No lo escuché, te prometo que no volverá a suceder, no te molestes por favor.

-Sabes, creo que deberíamos buscar una habitación solo para ti.

-Disculpame Miranda, no fue mi intención invadir tu privacidad.

-No solo es eso, cuando regrese tengo que hablar con Eduardo por asunto de los niños.

-No tienes que hacerlo, yo te ayudo con eso, solo dime qué quieres y yo te ayudo en todo lo que necesites.

-Creo que ya te he molestado demasiado y no quisiera molestarte más. Además aún no haz cobrado el cheque que te hice por tus servicios, no puedo sentirme bien si no cobras tus honorarios.

-Esta bien, cobraré tu cheque.

-No es necesario, ya te he transferido a tu cuenta.

Miranda puso una barrera con Nicolás, no era que él no fuera una persona agradable o que le hubiera ayudado demasiado.

Simplemente ella tiene que pensar en sus hijos, y en su espacio personal, sus hijos pueden sufrir mucho si ven a Nicolás como figura paterna y cuando termine su estadía en su país el se va y les rompe el corazón.

Tal vez para algunas personas sería una actitud egoísta pero para ella lo primordial son sus hijos, sus sentimientos y su bien estar.

Además de que de verdad consideraba una enorme falta de respeto que tomara su móvil sin pedirlo.