DILEMAS DE UN CORAZÓN ADOLESCENTE

— Independientemente de tu decisión, me encantaría que fuéramos amigos.

— considéralo un hecho, respondo con una sonrisa, para luego darme la vuelta de nuevo y seguir caminando.

......................

Cuando llegué ya estaba mis abuelos en casa lo supe porque el auto estaba ahí. Decidí entrar sin hacer ruido para interrumpir su conversación.

— ¿Que vamos a hacer Rose? Ya no tengo empleo.

Me detengo en medio de la sala para escuchar mejor.

— ojalá pudiera tener la respuesta

— sea lo que sea no se lo diremos a los niños.

— Está bien, pero debemos decirle a nuestra hija que nos embargaron el taller, porque por ahora solo tendremos su salario para sobrevivir aunque...

— No Rose, el dinero de la universidad de las niñas no se toca.

— tienes razón cariño.

Lo sabía, sabía que mi abuelo estaba raro, sabía que le pasaba algo, pero nunca imaginé que fuera algo así de malo.

— Trabajé toda mi vida, sacrifiqué mucho Rose... Y ahora lo pierdo todo en solo unos días, pero dime ¿en qué fallamos, en qué?

— Lo sé amor, ya no llores que te puede hacer daño, ya verás que saldremos bien de esta, lo importante es que estemos juntos.

¿Que acabo de escuchar?.

Subo las escaleras sin hacer ningún ruido, seco mis lágrimas saco mi celular y llamo a Iker. La verdad eso fue lo que necesité para acceder.

Mataría dos pájaros de un solo tiro.

Mi familia necesita dinero y pondré celoso a Lian.

Lian se había puesto celoso, (a mi parecer) de Kimball ¿Por qué no darle algo de su propia medicina?

¿Por qué no mostrarle como me sentía yo cuando él estaba con otras chicas? Esta es la oportunidad de vengarme.

Además yo le inventé que tenía novio a Lian, está es mi oportunidad y la aprovecharé.

Le hago una videollamada a Iker, él responde de inmediato.

— Hola, Ece

— Hola, solo te llamo para decirte que aceptaré, pero hay condiciones.

— Las que quieras, responde con entusiasmo.

— Necesito que el cheque que me des contenga como mínimo seis números, nada de besos o tocar, tampoco puedes decir que intimamos.

— Como te dije, el dinero no es problema y por supuesto que así será, responde.

— Ok, entonces en un hecho... Acepto ser tu novia falsa.

—Haz tomado una buena decisión, Ece, dice con una sonrisa sugerente.

...Ya es miércoles....

Casi toda la noche me la pasé hablando con Iker.

No lo puedo negar es un chico muy agradable, interesante, tierno y gracioso.

Al parecer, antes de presentarme a su familia, quiere enseñarme un par de cosas, verdaderamente sería lo justo ya que no se ni una nada de quien es Iker...ni siquiera se su apellido.

Estoy sentada en la cafetería junto a las chicas. Ellas almuerzan mientras hablan sobre una salida al cine en grupo, no les presto demasiada atención ya que no dejo de chatear con Iker porque tenemos una cita de "entrenamiento" por la tarde, pero no sabemos en qué lugar.

Podría ser en casa de uno de sus amigos.

— ¿Que te parece si no vemos a las tres?... Tengo que enseñarte un par de cosas, Sugiere.

— Sí, está bien nos vemos a esa hora.

Sonrío inconscientemente mientras pienso.

— Pero...¿Acaso tu amigo sabrá de "lo nuestro"?, pregunto

Mando el mensaje alzando la vista hacia mis amigas. Todas las chicas me observan con acusación y curiosidad. Creo que se han dado cuenta de que no estoy prestando la más mínima atención a su conversación.

—¿Se puede saber que es más importante que nosotras?, pregunta Bianca con una ceja alzada.

—¿A qué te refieres? pregunto con inocencia, trato de lucir tranquila aunque por dentro esté hiperventilando mientras mi cerebro grita un fuerte y claro: atrapada.

Coloco el teléfono sobre la mesa para no levantar sospechas de nada y las miro.

— Te sucede que no dejas de mirar el celular en todo el día, se queja Megan con mala cara.

—No es cierto, protesto inmediatamente, aunque en realidad si es así.

No he soltado el teléfono últimamente gracias a que converso con Iker todo el rato. Estoy nerviosa con todo esto de ser novia falsa de alguien, es nuevo para mí.

—¿Acaso estás saliendo con alguien y no nos has dicho? cuestiona Evelyn con diversión y picardía.

suspiro.

—No estoy saliendo con nadie, respondo.

Realmente no lo hago. Es un trabajo temporal.

—¿En serio? Porque según Iker tienen que verse hoy por la tarde...

Mierda.

Adriana tiene mi teléfono en sus manos leyendo los mensajes que tengo con Iker. Intento arrebatarle el teléfono pero Bianca y Megan me sostienen por los brazos.

—Sigue leyendo, pide Claudia con rapidez.

Me muevo con violencia para que me suelte.

—Pero...¿Acaso tu amigo sabrá de "lo nuestro"?, repite Adriana el mensaje, sonriendo de oreja a oreja.

—¿Estás saliendo con un tal Iker?, pregunta Megan .

—Eso realmente es algo que no me esperaba, dice Claudia mientras ríe.

—¿Que te parece si nos vemos a las tres? Tengo que enseñarte un par de cosas, sí está bien nos vemos a esa hora respondiste Ece, vuelve a leer Adriana. Me sacudo más fuerte.

Gracias a Dios que no hay mensajes comprometedores ya que me ocupo de eliminar las conversaciones con él una vez que termino, sin embargo hay mensajes que ellas podrían malinterpretar...que ya están malinterpretando.

Megan y Bianca sueltan una risa emocionada que a mi me hace suspirar de manera dramática. En serio no puedo creer que estén haciéndome esto.

—No puedo creer que estés saliendo con un chico y no nos hayas dicho, me cuestiona Bianca.

No les he dicho nada porque es falso. Todo es mentira. ¿Qué les diría? ¿Lo que sucede es que él me pidió ser su novia falsa y yo acepté? Eso no lo diría jamás, así que prefiero guardar silencio.

—No puedo creer lo que me están haciendo, aún están a tiempo de que que no me enoje demasiado con ustedes, liberenme y podremos seguir siendo amigas, digo intentando conversar de que me suelten.

— Aún no chicas, Sugiere Evelyn.

— No te soltaremos hasta que no nos digas la verdad Ece, dice Megan.

—¿Sí? ¿Por qué no nos dice Iker que tienen ustedes?, sugiere Adriana mostrando mi celular.

Marca el número y lo coloca en alta voz.

Por favor, Dios, que Iker no meta la pata y diga que no tenemos nada, por favor, escucha las oraciones de esta humilde servidora.

Dios tiene que ayudarme o sino ¿Quién aguantará la lengua de estas chicas?

—¿hola Ece...?

La voz de Iker hace que me dé un estrago en el estómago. Estrago llamado: nervios.

— No, hola Iker. Soy una amiga de Ece, Adriana, le dice reprimiendo una risa.

— ¿Ece está bien? Pregunta él de inmediato.

— perfecta, responde ella.

—Ah...sí, bien, ¿y en que te puedo ayudar?

En su voz noto algo de sorpresa, confusión quizá.

— No es mucho, responde ella. Creo que ni piensa preguntarle como está.

—¿Te puedo hacer una pregunta?

Oigo la respiración de Iker al otro lado del teléfono.

— Ah...sí, seguro.

Noto confusión en su voz.

Ojalá que ate todos los cabos en su cabeza y sepa que decir.

—Quería saber si tú y mi amiga estan saliendo o algo, suelta Adriana.

Todos miran el teléfono esperando una respuesta pero él, sin embargo, responde algo que jamás pensé que respondería:

— ¿Por qué no se lo preguntas a ella? ¿no hay suficiente confianza o...?

¡Boom!

Nadie se esperaba esa respuesta de Iker, ni siquiera yo.

— No es eso...Asegura Adriana luciendo incómoda.

— Es solo que no quiere contarme.

Si no te lo cuenta ella, yo no soy nadie para contarlo. Así que no esperes de mi parte que te brinde alguna información. ¿Eso es todo?

Adriana se quedó con la boca abierta, al igual que todas incluyéndome. No puedo creer que Iker haya dicho eso.

Creo que comienzo a darme cuenta de que no es solamente una cara bonita y una personalidad tierna, es un chico maduro, a mi parecer esconde muchas cosas que seguramente las averiguaré a lo largo de dos semanas en las que fingiré ser su novia.

—Sí, eso es todo, responde Adriana después de unos treinta segundos.

—Pues adiós, que tengas un bonito día Adriana.