Sofía Alcántara, una chica llena de traumas por su infancia difícil trata de lidiar con su vida diaria, sin embargo, por parte del trabajo tiene que viajar a un nuevo país, lugar donde conoce a un chico en un bar y terminan pasando la noche juntos, sin saber que se lo encontraría al día siguiente... ¡en su trabajo!
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Nadie escapa del destino
"A los dispuestos, el destino los guía. A los que se niegan, el destino los arrastra".
-Séneca
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Mientras que ellos vivían despreocupados por el presente, olvidaron que el pasado los perseguía, y el futuro los esperaba. Dejaron de prestar atención a su alrededor, y se concentraron en ellos mismos, olvidando que el destino puede llegar a ser cruel solo para divertirse. Y lo que les espera... Apenas es el comienzo de su historia.
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POV's Cedric
Sin darme cuenta, ya había pasado más de una semana desde que Sofía comenzó a trabajar en la empresa, y cada día nos conocíamos un poco más, debo de admitir que con ella me siento distinto, como si nada más importara que nosotros dos en el momento, pero no sé si ella siente lo mismo. No ha pasado ni un mes desde aquel día en el bar, ni siquiera esperaba que siguiéramos en contacto después de que salí de su habitación del hotel.
Sin embargo, desde que recordé que la había soñado mucho antes de conocerla, me he aferrado más a la idea de que, tal vez, el destino nos unió de algún modo, ¿y quién soy yo para oponerme?
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Pasaron unas horas de la mañana y quedé enfrascado en el trabajo, hasta que Charles me avisó que tenía una visita y se negaba a irse por muy ocupado que estuviera, así que en seguida imagine quien era.
-Dile que pase-dije por el intercomunicador
Pasaron unos minutos y la puerta de mi oficina se abrió, dejando ver a Erika con una sonrisa.
-No me dejas más remedio que venir hasta aquí y arrastrarte conmigo, Cedric-puso una mano en su cintura-dijiste que harías espacio para mí y llevo esperando más de una semana tu llamada-hizo un puchero
-Buenos días, Erika, lo siento, he estado enfrascado en mis asuntos que lo olvidé por completo, toma asiento por favor-hice un ademán hacia la silla en frente de mi escritorio
Cerró la puerta y caminó hasta donde le señalé y se sentó.
-Entonces, más te vale que hoy canceles tus planes porque iremos a cenar-sonrió
-¿A qué hora? - suspiré y solté una risa
-Pasa por mí a las 8, elige tú el lugar
-¿Y tu coche? - alcé una ceja al notar lo que trataba de hacer
-No quiero conducir-sonrió
-Bien, entonces a las... - sonó mi celular
Revisé y era un mensaje de Sofía preguntando qué cenaríamos hoy, pues ya habíamos quedado en reunirnos después del trabajo. No puede ser.
Levanté mi mirada y Erika me estaba mirando y luego alternaba a mi celular.
-Eh, Erika, ¿podemos dejarlo para mañana? Te prometo que reservaré hoy mismo- recé mentalmente para que aceptara
-Ya me hiciste esperar mucho, Cedric, más te vale que mañana me llames para confirmar esa cena-se paró y salió de la oficina sin mirarme
Solté un suspiro profundo y le contesté el mensaje a Sofía diciendo que ella eligiera.
Pasó un par de horas más, y volvieron a tocar la puerta, esta vez se asomó Charles.
-Buenas tardes, ya-y entró-me pidieron que te trajera esto-dejó una bolsa en el escritorio
-¿Qué es eso? - comencé a sentir olor a comida-¿y quién lo mandó? - alcé una ceja
-Hay una nota adentro, jefe, léala-soltó una risita media pícara y luego salió de la oficina.
Abrí la bolsa, y en efecto, había una nota.
"Deja de saltarte las comidas, sé que eres el jefe y tienes un sin fin de cosas por hacer, pero trata de cuidarte más, sino, tendré que hacerlo yo.
PD. Se me olvidó comprar bebida, así que acompáñalo con cafesito jajaja🖤
-Tu empleada favorita"
Se me formó una sonrisa enorme y mi corazón empezó a latir con fuerza, así que le llamé a la remitente de la nota.
-Así que empleada favorita-sonreí
-Creo que me he ganado el título-soltó una risita
-Gracias... Por la comida, cielo-hice una pausa y escuché como quedó en silencio el otro lado-¿Cómo sabías que no había desayunado? - intenté cambiar de tema
-Eh... Le pregunté a Charles y luego le pedí el favor de llevarte la comida, se vería raro que yo la llevara-rió-de por sí me miraron raro el primer día de trabajo cuando salí de tu oficina
-Es cierto, tengo empleados chismosos al parecer-reí
-Eso veo, pero bueno, en un rato te envío que se me... - hizo una pausa-están tocando mi puerta, te mando mensaje en un ratito-susurró-adiós, cielo-y colgó
Me quedé unos minutos con el corazón bombeando con mucha fuerza y una enorme sonrisa, no creo que alguien pueda cambiarme el ánimo este día. Por fin puedo decir, que mis sentimientos no son del todo indiferentes, no quiero presionarla en confesarlos, así que tendré que dejar que las cosas fluyan y Sofía se abra a su ritmo.
Abrí la cajita de comida y era un baguette de pavo con queso y vegetales, me preparé el café recomendado y me senté a comer.
El trabajo estaba tornándose algo molesto, pero no podía dejar el buen humor.
Tenía una reunión con inversionistas, así que me fui de la oficina y me dirigí a la sala de juntas.
Tocamos el tema del lanzamiento, ya que estaban al tanto de los problemas que surgieron con la producción de insumos, sin embargo, quedaron un poco tranquilos después de informarles que ya lo tenía resuelto.
Casi una hora después, por fin estaba de regreso a mi oficina. Saludé a Charles, pero este me miró con una cara de intensa seriedad, que me pareció extraño, así que le pregunté qué sucedía. Y entonces, el buen humor que llevaba haciéndome compañía desde hacía rato, me dejó.
Abrí la puerta y lo ví sentado en la silla frente a mi escritorio.
-Creí que tendría que esperarte toda la tarde, Cedric
-Se demoró un poco la junta, abuelo-me acerqué a él y lo abracé
Lo extrañaba mucho, tenía meses que no lo veía, sin embargo, conocía el motivo de su visita.
Tomé asiento en mi lugar y lo miré, esperando a que dijera lo que tenía que decir. Pasó la vista por toda la oficina mientras asentía repetidamente, hasta que finalmente me miró, sonrió y rompió el silencio.
-Quedó muy bien la oficina desde la última vez que vine, me gusta
-Gracias, abuelo, sabes que se me da la decoración monocromática
-Claro, sí, ¿y cómo va todo con Erika?
-Bien, cenaremos mañana en el Richmond SteakHouse, haré la reservación más tarde
-Vaya, me alegra que las cosas estén yendo bien entre ustedes, hijo
-Somos amigos solamente, abuelo, no te ilusiones por favor
-Te di un plazo, Cedric, no esperaré más, sabes que si no cumples, tendrás que regresar a casa para cumplir con tus obligaciones como heredero de la familia
-¿Y qué hay de lo que yo quiero, abuelo? Sabes que me gusta el trabajo que tengo aquí, y, aunque es estresante algunas veces, disfruto lo que hago, entiende por favor
-Cedric, te diré una cosa, tu abuela y yo no estábamos enamorados cuando nos casamos, tu padre y tu madre tampoco, pero sabíamos que teníamos que cumplir con nuestros deberes y construimos una familia y un imperio fuerte, y eso ahora te corresponde a ti
-Pero no es lo que quiero, ¿por qué quieren obligarme?
-Porque todos hemos sacrificado cosas, Cedric, es hora de que tú también lo hagas, si para entonces, ni siquiera estás comprometido, me temo que todo lo que has hecho aquí, pasará a manos de tu primo-se levantó y sus ojos se ablandaron un poco-tengo una reunión con el director Hudgens, nos vemos más tarde para cenar-se encaminó a la salida
-Lo siento, pero ya tengo planes para esta noche, abuelo
Se detuvo justo antes de salir y se giró para mirarme, levantó una ceja y logré ver un poco de confusión en su rostro.
-¿Del trabajo?
-No, es algo personal
-Ya veo, ¿no puedes cancelar? Tiene meses que no nos vemos
-Podemos desayunar mañana si gustas, esto es importante, de todos modos no viniste a verme porque me extrañabas, ¿no?
Suspiró y endureció si rostro, como si le hubiera dolido lo que le dije y en seguida me arrepentí.
-Nos vemos mañana en el desayuno entonces-y salió de la oficina
Solté un suspiro, que al parecer había contenido y me acaricié las sienes, otra vez estaba apareciendo el dolor de cabeza.
Apagué la computadora y me quedé sentado un buen rato mientras miraba a la nada, estaba molesto y me sentía impotente, no era posible que siendo un hombre adulto e independiente, todavía tenga que subyugarme a la voluntad de aquellos que me vieron crecer. He trabajado duro para ganarme las cosas y conseguir la posición que tengo.
Salí de la oficina y me dirigí de manera casi automática a la oficina de Zoé, no toqué la puerta y entré, pero en seguida me arrepentí al ver a Emilio allí. Los miré a ambos y Zoé se paró, miró a Emilio y este se disculpó y se marchó, dejándonos a solas.
Zoé se acercó a mí y me acarició la mejilla con suavidad.
-Vino a entregarme unos documentos y nos quedamos hablando sobre el trabajo, no es nada de lo que piensas-me tomó el rostro e hizo que la mirara
-Lo sé, es solo que estoy estresado, no debería mostrarte esto cuando no es tu culpa
-Ey, quedamos en conocernos, ¿cómo podría conocerte mejor si no me muestras cada faceta? Además, tal vez pueda ayudarte con eso - me sonrió
-Aunque admito que estoy ansioso por eso, no tengo cabeza para nada más, bonita, lo siento
-¿Tan malo es? ¿Qué ocurre? - me miró con preocupación- ¿Quieres hablar de eso?
Solté un suspiro y la miré fijamente por varios segundos hasta que desvié la mirada, no sabía como abordar el tema, me temo que si le digo, se aleje de mí.
-Eh, bueno, es que hay algo que no te he dicho Sofía
-Ok, y eso es... - alzó las cejas en espera de mi respuesta
-Hay una mujer...
-No me digas que estás comprometido, Cedric-se alejó de mí
-¿Qué? No, Sofía, no es eso-vi como se le relajó el rostro
-¿Y entonces qué es?
-Mira, mi abuelo es alguien anticuado, y tiene de amigo al CEO de Hudgens Technology, ese CEO tiene una hija, Erika, y mi abuelo tuvo la "brillante" idea de que ella y yo nos conociéramos, y desde ahí, ella ha insistido de manera muy persistente en salir conmigo-hice una pausa y ella solo me miraba-el caso es que justo el día que tú y yo nos conocimos, salí a cenar con Erika, ya que ella le habló a mi abuelo para que me presionara, así que no tuve más remedio, entonces, nos hicimos amigos, y hace rato llegó a mi oficina y quiere que mañana salgamos a cenar
Tomé un respiro profundo después de todo lo que dije y me quedé esperando a que dijera algo, pero no lo hizo, se limitó a alternar su mirada entre el suelo y yo.
-Sofía, di algo por favor
-Yo... No sé que decirte, me refiero a que no sé que esperas de mí, básicamente ya tienes arreglado un compromiso, y tú no quieres aceptarlo, y yo quedo como el acto de rebeldía que tienes ante tu abuelo para no casarte-frunció el ceño
-Dios, Sofía, no, claro que no-me acerque a ella-no digas eso, para mí eres importante-acaricié su mejilla
-¿Hay algo más que no me hayas dicho? ¿Algo así de importante como esto?
-Yo...
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Continuará...
