Anya es una joven modesta, inocente y alegre que fue criada por su tía después de que su vida se viera sacudida por la trágica perdida de sus padres, sin embargo, eso no era lo único, ya que el destino le tendría otra mala pasada.
Se suponía que buscaba tener un futuro feliz, tranquilo; sin embargo, nunca creyó que su vida terminaría atada de la forma menos pensada.
¿Podrá ser feliz?
¿Podrá conocer lo que es el amor?
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capítulo 23
Para Anaya fue el momento más vergonzoso e incómodo de su vida, al Bastian darse la vuelta ella corrió y se encerró en el baño, él se acercó a la puerta y le habló.
— lo siento mucho Anya.
— ¿qué fue lo que hiciste?, ¿por qué tenías que entrar?
— no quería hacerlo, toqué muchas veces, pero tú no me respondiste, me preocupé y por eso fue que entré.
— pues yo no pude oírte, ¿puedes ir por mi mochila, ahí tengo mis cosas?
— claro, ya vuelvo.
Bastian fue por la mochila de Anya y se dejó en un lado de la puerta.
— ya estoy aquí, toma mochila.
— voy a abrir, no mires, por favor.
— no, no estoy mirando, ya tuve suficiente hace un momento.
— no seas ridículo Bastian, todavía lo estoy procesando.
— no te preocupes, no es la primera vez, ¡ah! Y también, he visto mejores.
— si, que chistoso, oye, voy a salir pero, por favor, no me mires a la cara porque siento vergüenza.
— está bien, puedes salir.
Anya con la cabeza agachada sin mirar a Bastian, bajaron a la cocina donde ya él había preparado el desayuno, ella se sentó y no quiso comer nada, y seguía sin levantar la cabeza, era incapaz de hacerlo, mientras que Bastian por su parte mantuvo el gesto serio, pero moría por sonreír.
— ¿ no vas a comer? Vamos Anya, no pasa nada, ya olvidé lo que pasó hace rato.
— los dos sabemos que no es así, no puedo creerlo, literalmente ya conoces todo de mí, y además te estás burlando.
— no me estoy burlando, ¿quieres que sea sincero?
— no, dejémoslo así, asunto olvidado, está bien, fue la primera vez que un hombre me ve sin nada puesto, ¿pero no se acabará el mundo por eso, verdad?
— está bien, asunto olvidado, ahora come, nos iremos en media hora.
— ¿oye, y que pasó con la pobre flor?
— ya le busqué un nuevo hogar.
— te pido disculpas por lo que hice anoche.
— está bien, no te preocupes por eso, ya lo pensé y si quieres trabajar, bien, te apoyaré.
— ¿eso quiere decir que iré a la entrevista de trabajo?, todavía estoy a tiempo.
— si, pero antes necesito que me escuches porque tengo condiciones.
— te escucho, ¿cuáles condiciones?
— la primera, seguirás viviendo en mi apartamento y me pagarás la renta, la segunda, yo seguiré pagando la universidad, la tercera y más importante, me mantendrás informado sobre todo, donde vas a trabajar, como se llama tu jefe, tus compañeros de trabajo, y si algo te preocupa o te ocurre por más mínimo que sea, tú me lo dirás de inmediato, está bien.
— está bien, si son tus condiciones, bien, quizás más adelante logré convencerte de algo más, pero por ahora, está bien, ¿ahora, lo que no entiendo es por qué me quieres controlar?
— tú lo ves de esa forma, pero lo hago por tu eres muy confiada y no quiero que algo malo te suceda.
— gracias por preocuparte, pero no soy tonta.
— lo sé, lo digo por el contrario, tu alma inocente no sabe de la maldad ajena, allá afuera hay mucha maldad, más de la que te puedes imaginar.
— lo siento, sé que te preocupas por mí, y de verdad gracias.
— bueno, ¿y qué piensas hacer con la información que te di ayer? ¿buscarás a tu abuelo?
— no, lo dejaré así, si él me encuentra no me negaré a conocerlo, pero si no lo hace me da igual también.
— ¿estás segura, sabes que cuando quieras puedo contactarlo?
— si, muy segura, ahora vamos que se está haciendo tarde.
Por la noche Anya se encontraba sentada frente a la ventana, mirando el cielo oscuro, agradeciendo en silencio por todas las cosas buenas que le estaban sucediendo, ya que si le habían dado el trabajo, y daba gracias por tener a Bastian en su vida.
Los días pasaron, y era fin de semana, Anya caminaba por la calle con su amiga y entraron a la galería de Edric, las jóvenes miraban las obras de arte y de pronto se acercó un hombre, de pelo canoso y pequeña estatura, con vestidura elegante y de vivaces ojos pardos, Anya se quitó pensando que el caballero estaba ahí por la pintura, pero no, ella se sorprendió porque estaba segura de haber visto ese rostro, solo que no recordaba dónde.
— disculpe señorita, usted me recuerda a alguien, ¿de casualidad usted es familia dé?
el hombre no terminó la frase debido a que otra persona que con él andaba lo interrumpió. Anya se quedó esperando la pregunta, pero el hombre se alejó con la otra persona, la tarde anterior cuando Bastian le proporcionó la información de su abuelo, Anya miró la foto desde lejos, no la sostuvo en sus manos, por lo que no reconoció al hombre que le había hablado.
Anya miraba al hombre charlar con Edric, mientras observaba el cuadro que le había gustado, vinieron hasta donde estaba ella porque a él también le gustó el cuadro, Edric les dio la orden a unos de los chicos y ellos procedieron a descolgar el cuadro de la pared, Edric le dice a Anya.
— sé que te gustaba el cuadro.
— sí, estoy segura de que se verá increíble en su hogar.
Pronunció Anya mirando al misterioso hombre, el cual insistió en preguntarle de nuevo a Anya la pregunta que había dejado en el aire.
— disculpe si la molesto jovencita, la pregunta que le quería hacer era que, usted me recuerda a alguien que conocía hace tiempo, ¿es familiar de una persona llamada Sarah walton? le pregunto porque es increíble el parecido que tiene a ella.
— ¿cómo dice? Mi madre se llamaba Sarah walton, pero no sé si usted está hablando de la misma persona.
— ¿era tu madre? Si es así, estamos hablando de la misma persona, por casualidad tu padre también se llamaba James Spencer.
— si, él era mi padre, ¿de donde conocía usted a mi padre?
Anya le preguntó al misterioso hombre, pero él salió a toda prisa de la galería, para luego subir al auto e irse, ella quedó descartada y pensativa, salieron del lugar y ella quiso irse a casa, su cabeza casi explotaba de tanto pesar en el desconocido, pensaba en que, ¿como era posible que conociera a sus padres? Para ella era algo extraño, y por supuesto lo tenía que investigar.