Invencible Amor

Una sonrisa incómoda salió de los labios de Roxanne ante comentario coqueto de Victor, no era de su agrado recibir ese tipo de halagos extraños pero lo dejó pasar al haber sido su culpa el choque. 

-Estaba distraída señor, discúlpeme de nuevo.- Dio unos pasos hacia atrás incómoda e intentó esquivar al hombre para seguir su camino.

-Espera, linda señorita, no te vayas aun.- le impidió el paso Victor colocando su cuerpo entre de su camino.- ¿Señorita, me haría el honor de tomar una copa conmigo? .- El hombre rodeo con uno de sus brazos los hombros de Roxanne de forma seductora y la acercó más a su cuerpo, colocando su rostro muy cerca del suyo, lo que incomodó mucho Roxanne.- El bar del hotel sirve cócteles únicos.- Le susurró de forma seductora para después guiñar el ojo. 

-Disculpeme pero no estoy interesada.- Roxanne enfurecida corrió el brazo de Victor de sus hombros con brusquedad,  disgustada le entregó una mirada de asco, alejándose de él para comenzar a caminar directo a la salida nuevamente, pero solo pudo avanzar un par de pasos antes de ser atrapada de forma repentina, le había tomado de la mano sin previo aviso.

-¿Me va a dejar así como si nada, señorita? Déjeme presentarme como es debido mi nombre Victor Di Marco y soy el hombre quedó flechado ante su belleza .- Tomó de manos Roxanne de forma gentil y cariñosa para llevarla hasta sus labios, plantándole un dulce beso.

-¡Señor, deténgase ya mismo! .- Exigió, Roxanne sobresaltada, de inmediato sacó su mano de las garras del modelo y lo miró enfurecida, sentía que le acaba de faltar el respeto. 

Asqueada, Roxanne limpio su mano adulterada en su propio vestido frotandola con frustración al sentirse ultrajada por un extraño, mirándolo con mucho enojo mientras que Victor, solo la miraba con una sonrisa burlona y coqueta como si lo que acabara de hacer fuera solamente un juego divertido. Estaban tan ocupados en su asunto que no se percataron de la persona que se había acercado a ellos, alertado por la situación de Roxanne. 

-Señor, la dama lo rechazó, es momento de que se detenga.- Interrumpió Valentino Russo, quien no estaba nada contento con lo ocurrido, había observado la situación desde su inicio.

Los ojos de Roxanne se abrieron llenos de sorpresa ante la intromisión de su exesposo, que abogara por su defensa fue algo que jamás espero de su parte, realmente no esperaba nada de su parte. Sus miradas se cruzaron sin previo aviso, el corazón de Roxanne sintió un pinchazo de dolor al volver a mirar sus ojos tan de cerca, estaba tan brillantes y hermosos como lo recordaba, pero la expresión que había en ellos era tan fría que le helaba la sangre, fue inevitable rememorar aquel día en su despacho donde la acusó de lo peor y arruinó si vida para siempre, su expresión era la misma que aquel día.

La expresión de Roxanne cambio a un ceño fruncido al rememorar el pasado, corrió la mirada con desprecio, apretando los puños de rabia al verlo intentar ser su héroe cuando se ha comportado como un villano todos estos años, lo que le había causado a su vida era terrible y le parecía hipócrita su actuar.

-Esto es entre la señorita y yo, caballero.- contestó molesto Victor ante la interrupción.

-Me parece que la dama no desea entrometerse en sus autos y me temo que la está incomodando.- Valentino realizó una seña con la mano, llamando a los guardias de la puerta, que acudieron a su llamado rápidamente.

-¿Ocurre algo señor?.- 

-Acompañen a la dama hasta su auto, por favor.-  Pidió a los guardias y estos asintieron la orden.

Roxanne sin mediar  palabra continuó su camino hasta la salida del hotel mientras los guardias caminaban detrás de ella, la furia estaba enmarcada en su rostro por el encuentro con Valentino, no soportaba estar cerca suyo, no soportaba estar cerca de aquel hombre mentiroso. 

Valentino Russo se quedó parado de pie en ese mismo lugar con la misma expresión fría, sin quitarle los ojos de encima aquel resplandor naranja que se alejaba a toda prisa de él, no podía hacerlo parecía hipnotizado por ella, no se movió hasta que la figura de esa mujer vil desapareciera de su vista, dejando un sensación de vacío en él, cuando regresó en sí miró a su alrededor y se dio cuenta de que se encontraba solo de nuevo, Victor se había escabullido en el momento en que Roxanne se fue y no tenía ganas de afrontar sus actos. 

Una llamada entró en el celular de Valentino haciendo que este sonará de forma escandalosa en su bolsillo, desganado tomó su teléfono para percatarse de que Gina era quien llamaba, Valentino frunció el ceño disgustado al ver su nombre y decidió dejar que la llamara entrara a buzón de voz, no estaba para soportar a Gina esa noche. Guardó su teléfono de nuevo en su lugar para después partir al bar del hotel.

No le tomó mucho tiempo llegar, un viaje en ascensor hasta el piso 45 era suficiente para encontrarlo, se sentó en la mesa del barman y pido lo mas fuerte que había, otra vez Gina volvió a llamarlo, insistió en ser atendida pero volvió a ser dejada en el buzón de voz, continuó insistiendo pero esta vez con mensajes de textos.

-“¿Vas a volver a casa esta noche? prepare algo especial para nosotros, se que te gustara.

Te espero con ansias.”

Valentino suspiro cansado al leer el mensaje de Gina conocía el motivo por el que quería que regresara y no estaba de acuerdo con la idea. Valentino contestó a su mensaje con una excusa.

-“Surgió un imprevisto en la negociación, no llegare esta noche”

En el último mes a Gina se le había metido en la cabeza la idea de tener otro bebe, quería a toda costa tener un hijo mas, sin embargo a Valentino no le hacía gracia la idea, no tenía ganas de tener más hijos y no deseaba tocarla de ninguna manera, desde Roxanne, Valentino no le apetece estar con nadie más en la vida, solo se casó con Gina para cumplir sus obligaciones como padre, una noche de borrachera ellos se acostaron después de una fiesta, esa fue la noche en la que su madre le dijo que Roxanne estaba viéndose con otro hombre, lo que destruyó el corazón de Valentino en pedazos y se desahogó en alcohol, bebió tanto esa noche que le es imposible recordar la mayor parte de ella, ni siquiera recuerda cuando Gina se acercó a él, solo sabe que despertó a su lado sin ropa.   

Decidió hacerse responsable casándose con ella por su hija, Sofía pero cada día que pasa al lado de Gina se arrepiente más de esa decisión, no solo irrespeta su espacio personal si no que también en incapaz de dejarlo solo, Gina necesita estar pegada a él todo el tiempo, va a su trabajo cuando quiere, intenta ir con ella a los negocios y se pone celosa por tener que trabajar con mujeres. 

Lo peor de todo esto para Valentino es que a pesar de sus intento no logro conectar como padre con Sofía, quiso ser el padre que fue para Felicia, pero por más que intento, se le hizo imposible amarla de la misma manera en que amaba a Felicia, su corazón estaba tan desnutrido cuando Sofía nació que no fue capaz de conectar con ella, cada vez que estaba con ella recordaba a Felicia y cómo la había perdido.

Ahora está atrapado en un matrimonio infernal con una esposa que no lo deja tranquilo y con una niña que no puede querer, no sabe cómo salir de esta situación.