Una joven campesina se encuentra en un momento delicado de su vida. Para ayudar a su tía, que no quiere ver a su propia
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Una noche perfecta.
Después de comer, Eloá me llevó a casa de su vecina para que me presentara a su amiga y vecina.
Cuando llegué vi que la casa era igual de sencilla que la de Eloá e igual de acogedora, con un aroma a hierba dulce.
-Eloá- Hola Gert, perdona por el retraso. Salimos de casa por la mañana y cuando llegamos tuve que preparar el almuerzo. De todos modos, ¿cómo estás?
-Gertrude- Estoy bien, sólo un poco disgustada por estar aquí sin poder hacer nada. Paul se está encargando de todo él solo y no creo que sea justo.
-Eloah- -Gert, este es Gael mi...
¡Marido! Soy su marido, estamos casados. Encantado de conocerte, Gert. Vamos a pasar el fin de semana. Creo que la intención de Eloá es ayudarte mucho.
-Gertrude- Mi marido, Paul, dijo que le ofreciste un buen trabajo.
Para empezar, puedes llamarme Gael. Y sí, le ofrecí un buen trabajo a tu marido, me dijo que hablaría contigo y luego me daría una respuesta.
-Gertrude- En nuestra situación actual no podemos rechazar una oferta como la tuya. Le dije que aceptara, y debo agradecerle la oportunidad de trabajo para mi marido.
No me lo agradezcáis, Eloa os aprecia mucho, eso significa que sois buena gente. Confío mucho en el criterio de mi mujer.
-Eloah- Gael consiguió hacerme quedar mal delante de mi amigo. Me paso la mano por la cara para no mostrar que me estoy ruborizando. Gael, creo que Paul debe estar afuera. Puedes arreglarlo para que venga a la mansión.
Veo que se ruboriza y sé que lo que acaba de pedirme es que se recomponga y pase un rato con su amiga. Claro Love, iré a hablar con él.
Nada más llegar al pequeño patio veo a Paul cuidando de su propio huerto, mucho más pequeño que el de Eloá. Hola, Paul, me echaron de allí, me río mientras digo esto.
-Paul- A mí también me lo hacen, siempre les gusta hablar a solas, pero es normal entre amigos. Ya ni siquiera me importa. Supongo que ya habrás hablado con mi mujer, acordamos aceptar el trabajo. Pero creo que los días que puedo elegir y que no afectarán tanto a mi vida aquí son el jueves y el viernes. Iré a tu residencia el jueves por la mañana y volveré el sábado por la mañana y te dejaré instrucciones sobre qué hacer cuando no esté allí.
Perfecto, pero quiero que sepas que el huerto que vas a hacer allí es el doble de grande que el que hiciste en el patio de Eloa. Quiero algo muy abundante.
Porque me encanta ver feliz a Eloá y estoy segura de que cuando vea el maravilloso jardín que vas a hacer, se sentirá como en casa.
He notado que echa de menos este lugar, al fin y al cabo es donde se crió. ¿A quién no le gusta su lugar de origen?
-Paul- ¡No creo que sea sólo eso, echa de menos a la tía Eva! Era una persona maravillosa, todo el mundo aquí en el barrio quería a la tía Eva, su amabilidad, su sencillez. Era una persona realmente increíble, fue muy triste para el barrio cuando se fue. Prácticamente todo el vecindario asistió a su funeral y velatorio, incluso fue difícil controlar a tanta gente. Sé que esto es algo que permanecerá dentro de Eloá durante mucho tiempo. Eran realmente como madre e hija.
Siento un peso en el pecho cuando oigo a Paul hablar de esto. Nos quedamos hablando un poco más hasta que me doy cuenta de que ha caído la tarde.
Vuelvo con él a la casa y parece que realmente lo ha limpiado todo, no es que la casa estuviera desordenada, pero había algunas cosas fuera de lugar y ha conseguido ordenarlo y organizarlo todo.
También hizo la cena para toda la familia. Después nos fuimos a casa y allí mientras yo me duchaba porque estaba sucio de tierra, ella se fue a preparar la cena para los dos.
Cuando la cena estuvo lista, decidió darse una ducha y pronto estuvimos sentados cenando y hablando.
Pero fue después de eso cuando las cosas se calentaron entre nosotros, pensé que sería capaz de resistirme a ella durante más tiempo después de acostarnos en la cama, pero me equivoqué.
Sólo hizo falta un beso y lo siguiente que supe es que ya estábamos desnudos, por decisión mía quería tomármelo con calma. Hice lo que debía hacer, fui cariñoso, atento.
Como era su primera vez decidí que debía ir muy despacio, besé su cuerpo y dejé que sintiera todas las sensaciones que debía sentir, porque era su primera vez.
Fui despacio, cada beso mío venía acompañado de mucho afecto y cariño, mis manos se paseaban por su cuerpo como si quisieran decorar cada pequeño detalle.
Su piel suave y perfumada, los sonidos que emitía su boca a cada roce mío, los gemidos más dulces, una melodía perfecta. Mis besos por su cuerpo se detuvieron en el lugar donde sé que ella me deseaba.
Porque ella no negó en ningún momento que era conmigo con quien quería estar en ese momento tan íntimo. La beso ahí, cuando siento que ha alcanzado su placer mis besos caminan de nuevo a su cuello.
Haciendo un rastro caliente desde su intimidad hasta su cuello. Por fin llegó el momento de hacerla mi esposa, fue perfecto. Rompí la primera barrera con mis labios pegados a los suyos.
La sentí gemir de dolor y placer al mismo tiempo. Me detuve un rato para que se acostumbrara a mí y, una vez rota la barrera, la noche se convirtió en día para los dos.
Puedo decir con toda certeza que fue el momento más caliente de mi vida, no puedo comparar mi vida con Eloá, con mi otra vida con Nara.
No puedo entender por qué esto es tan diferente y por qué es tan especial. ¿Es amor verdadero lo que siento ahora? ¿Lo que sentí por Nara es sólo una pasión intensa?
Sé que pronto tendré mi respuesta, pero ahora mismo sólo quiero disfrutar de esta noche increíble con mi Eloá.
...