Sólo somos nosotros 3.

Para una mujer de hoy en día seguir siendo virgen a mi edad es el peor de los pecados. Me miran y me dicen: "Pero si ya tienes 23 años, ¿cómo que todavía eres virgen? ¡Debes estar dándosela a unos y otros escondidos!".

¡Pero yo no escucho a nadie! Me crió la hermanastra de mi madre por parte de madre. Mi tía Eva, el problema es que hace poco se enteró de que está muy enferma y no hay manera de tratarla debido a nuestra situación financiera.

Tía Eva me educó muy bien, en la iglesia desde pequeña y muy virtuosa. Quien prácticamente mantiene la casa es mi tía Mariah. Es la hermana de mi madre en ambos sentidos.

Permítanme que les hable primero de mi relación con mi tía Eva. Es una mujer increíble, perdió a su marido y a su hijo en una pelea de bar. Después no volvió a casarse, hasta que mi madre me entregó a ella.

En aquel momento mi madre dijo que iba a viajar por trabajo, pero la verdad es que fue engañada por un grupo de bandidos que vendían mujeres en el extranjero.

Somos pobres, mi Tia Eva en su momento fue a la comisaría e hizo lo que pudo con lo que pudo reunir, pero nunca hicieron nada por mi madre.

Hasta que llegó la noticia a mi tía de que mi madre había muerto, por las condiciones en que vivía fuera. Lo único que tengo de mi madre son algunas fotos.

Mi tía me crió desde que era un bebé, y como siempre estábamos solos ella y yo, me educó como la educaron a ella, en la iglesia. Siguiendo las leyes de Dios.

Después de conocer toda la historia de mi madre y mi tía, decidí que seguiría las leyes de Dios y sólo entregaría mi cuerpo y mi corazón a mi marido, después de casarme.

Porque sólo conocemos realmente a la persona después de casarnos con ella. Por lo tanto, no me entregaría tan fácilmente y para mí no importa si tardaré años en hacerlo.

Me lo he metido en la cabeza y no me lo voy a quitar. A mi tía Mariah, nunca le gustó el campo, era nueva en la ciudad. Conoció falsos amores y acabó embarazada de su hija, mi prima Lívia.

Pero nos enteramos de que hace cinco años se casó con un viejo rico, recientemente el hombre murió misteriosamente. Nos ha estado ayudando a mi tía Eva y a mí a alimentar la casa.

Desde que tuve que dejar de trabajar para cuidar de mi tía Eva. Lleva una semana en cama, no puede levantarse por nada.

Los médicos no pueden averiguar cuál es su enfermedad, lo único que me dicen es que se está muriendo. Entonces, ¿eso es todo? ¿Mi tía ha sido devota de Dios hasta hoy y este será el final para ella?

Me castigo mentalmente por pensar así, porque sé que Dios lo sabe todo y tiene nuestras vidas planeadas en la palma de su mano.

Y no puedo blasfemar.... Tristemente pasan los días y mi tía acaba falleciendo. Lo único que hizo la tía Mariah fue enviar algo de dinero para poder enterrarla, no vino hasta aquí para nada.

Yo estaba triste porque mi tía Eva también y la mitad de su hermana, pasé por todo lo que tuve que pasar solo. Me quedé una semana dentro de casa llorando por la muerte de mi querida tía. La única persona que tuve como madre en mi vida.

Pero mi vida tenía que volver a su cauce, llevaba mucho tiempo sin trabajar y tenía que tener una forma de mantenerme y ya no quería depender de Tia Mariah.

Encontré trabajo en un puesto de verduras, una señora de la iglesia tenía dos puestos de verduras y a veces no podía gestionar los dos, así que accedió a contratarme.

Esto fue muy importante para mí porque empecé a ganar mi propio dinero para mantenerme, ya que mi tía Mariah ya no contesta a los mensajes que le envío.

Sentí que después de la muerte de mi tía Eva me dejó de lado, quería entender cómo funciona todo. No somos una gran familia, al contrario, ahora mismo sólo estamos mi tía Mariah, mi prima Livia y yo.

Pero un mes después de que falleciera mi tía Eva, recibí una carta con un billete de avión en la que me decían que tenía que ir urgentemente a la ciudad y que mi tía Mariah me necesitaba.

Cuando llegué allí me encontré con que mi tía Mariah estaba en cama y mi prima se estaba ocupando del negocio familiar, no tenía tiempo para ocuparse de mi tía Mariah.

En cuanto llegué a la casa fui directamente a su habitación que estaba tumbada en la cama con cara de dolor y lo mismo dice;

-Mariah- Mi querida sobrina, Eloah. Cuánto te pareces a tu madre... La echo mucho de menos. No puedo creer que hayas venido a responder a mi llamada.

Tía Mariah, ¿qué te pasa? ¿Has ido al médico?

-Mariah- ¡Es sólo una neumonía grave, sobrina mía! Pero ahora que estás aquí, estoy segura de que recibiré todo el tratamiento que necesito para recuperarme.

No entiendo esto, tía. Pero puedo prepararte comida fuerte del campo, te ayudará a ponerte fuerte. Iré a tu cocina.

-Mariah- Dile a esos incompetentes que te permití cocinar para mí. Diles también que pongan tus cosas en tu habitación.

Salgo de la habitación de mi tía y voy a la cocina. Por lo visto, necesita a alguien que la cuide y, como sólo somos nosotros tres, ese alguien seré yo.

Cuando llego a la cocina, le preparo una sopa, ¡pero no una sopa cualquiera! Es una sopa de campo, tiene de todo. Estoy seguro de que mi tía saldrá pronto de esa cama y yo volveré a mi vida en el campo.

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