La Esclava Del Emperador

la señora Bárbara será un gran problema para la señorita Sara _ dice Franklin a Connor tras informar lo sucedido en la cocina.

- ponle un alto antes que yo lo haga _ molesto.

- ya hablé con ella, pero sigo sin entender por qué le ha tomado tanto odió a la señorita Sara, no es común en ella.

- Sara es el tipo de persona que amenaza la posición de todos, la señora Bárbara no puede aceptar que pronto tendrá un nivel inferior a ella.

- supongo es eso _ la puerta suena y Franklin va a abrir _ ¡señorita Sara! _ sorprendido _ ¿qué hace aquí?

- supe que su majestad no quiso comer, le traje una ensalada.

- pase, pase _ sonríe y mira a Connor _ bueno, mientras usted cena yo iré a resolver unos asuntos _ hace una reverencia _ con permiso su majestad.

Connor no dice nada, se limita a ver como Sara acomoda los cubiertos en la mesa _ majestad, ¿gusta una copa?, dicen que beber una copa de vino tinto diariamente ayuda a mejorar la circulación como también la digestión _ sonríe.

- funciona, pero si es bebida por la mañana y en ayunas, pero creo que le dije que tenía el día libre, ¿qué hace aquí?

- bueno, me dijeron que si yo no le traía la cena, usted no cenaba.

- solo me gusta tu comida.

- eso es un problema _ sonríe.

- no lo es, tú estarás siempre a mi lado _ prueba la ensalada.

Sara se sonroja con su comentario, pero recuerda su enfermedad _ claro, siempre _ desvía la mirada.

- así es, no tienes permitido alejarte de mí _ serio.

- no lo haré _ observa un documento en la mesa _ ¿puedo?

- claro, después de todo pronto será parte de tu trabajo.

Toma el documento y comienza a leerlo _ es una petición de Yakut, ¿enserió? Buscan el apoyo militar de Garnet.

- así es, al parecer tienen conflictos con sus fronteras marinas.

< una guerra no es conveniente para Garnet, menos si está puede aplazarse largo tiempo > _ ¿contra quién está en guerra Yakut?

- Obsidian.

< Obsidian, según los informes del ministro de defensa, Obsidian tiene el apoyo del imperio Ametist y Smarald, una guerra con ellos duraría años, Yakut tiene una gran fuerza militar, combinada con la de Garnet sería devastador, pero la tríada es igual incluso más poderosa, no podemos arriesgarnos, así sin más > _ que ventajas nos ofrecen.

- una princesa, una ruta de comercio, el tratado de paz firmado y residencia.

- los frutos son muchos, pero la plaga los puede dañar _ regresa el documento a la mesa _ Obsidian tiene el apoyo de dos de los imperios más grandes, según los informes del ministro de defensa Smarald y Ametist tienen guerreros irreales, su poder es tanto que sería imposible vencerlos con guerreros comunes, si a esto se le suma que si apoyamos a Yakut las puertas de esos países se nos cerraran, y ellos nos podrían dar mejores beneficios.

- ¿dices que apoyemos a Obsidian?

- no, una guerra en este momento no es recomendable, digo estamos en riesgo de traición y rebeldía, olvida a sus primos, es mejor mantenernos alejados de los conflictos ajenos.

Connor sonríe por sus palabras _ había pensado lo mismo, me alegra tener a alguien con mi punto de vista apoyándome.

Sara se sorprende y sonríe _ es lo correcto.

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Por la mañana, Sara recibía la documentación para comenzar a hacerse cargo de sus deberes como asistente.

- señorita Sara, tiene que saber que ese puesto lo desempeñaba yo, ya que, su majestad nunca ha querido un asistente personal.

- enserió, ¿por qué la renuencia?

- para su majestad un asistente es un peligro, un asistente está informado de todo lo referente a su puesto, lo cual lo convierte en el principal objetivo de caza, para los enemigos de su majestad, en pocas palabras usted tendrá que ser muy cuidadosa con respecto a las personas en las que deposite su confianza.

- eso lo tengo claro, sabré desempeñar bien mi puesto.

- lo sé, aquí está su sello, este tiene el mismo valor que el sello del primer ministro, tenga cuidado con su uso _ se lo entrega.

- no creo que lo vaya a necesitar para nada que no sea una petición imperial.

- de igual forma se invalidará una vez que alguien ascienda al trono de emperatriz.

- comprendo, bien por ahora quiero atender las peticiones de los eruditos, ¿dónde están?

- no me han entregado nada como eso.

- yo misma, las he entregado a la primera oficina, ¿acaso el primer ministro las rechazo todas? _ iba a decir algo más, pero la voz de Marion la detiene.

- QUIERO VER A SU MAJESTAD, Y NADIE ME VA A DETENER _ le grita Marion a una doncella.

- ablando del rey de roma y su hija que se asoma _ rueda los ojos y se dirige a donde Marion.

- no hablábamos de ningún rey _ susurra confundido.

- lady Marion, veo que ya le es una costumbre armar alborotos en el palacio _ sonríe.

- tú, quiero ver a Connor, dile a esta sucia esclava que me deje verlo.

- puede retirarse señorita Róse, yo me encargo.

- si señorita _ hace una leve inclinación y se va.

- lady Marion, su majestad se encuentra muy ocupado el día de hoy, dudo pueda atenderla.

- ya das órdenes aquí _ sonríe con molestia _ eso no te durará mucho.

- mi tiempo como asistente no lo voy a discutir con usted, si gusta esperar a su majestad en una sala, puede hacerlo, si no, retírese y no me quite mi tiempo.

- quien te crees para darme órdenes, tengo que decirle algo muy importante a su majestad y tú no lo impedirás _ mirada fulminante.

Sara la mira fijamente, pero al desviar su mirada al cuello de Marion se da cuenta de que tiene un pequeño moretón que no fue bien cubierto _ bien, le diré a su majestad que está aquí, él decidirá si puede recibirla _ se da la vuelta.

- eso es, date prisa, pronto sabrás la importancia que tengo en este lugar _ arrogante.

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- su majestad _ hace una reverencia _ lady Marion está aquí, quiere hablar con usted.

Connor levanta la mirada con enojo, tenía muchos documentos por revisar, pues los ministros habían hecho muchos trastos con reinos extranjeros y debía analizar cuáles mantener y cuáles cerrar _ señorita Sara, se le hace que puedo perder mi tiempo con esa niña malcriada en este momento _ mirada fulminante.

- lo tengo claro, pero la señorita Marion es muy insistente, además creo que fue golpeada _ mantiene la reverencia.

Connor cierra los ojos un segundo y suspira cansado _ está bien, que pase.

- si señor _ sale rápidamente.

< ¿el duque Wesley se atreverá a lastimar a Marion? > la puerta suena sacando a Connor de sus pensamientos _ pasa.

Sara entra nuevamente, pero acompañada de Marion _ majestad verificaré las concesiones, mientras charlan _ toma unos documentos y se dirige a la puerta.

- si has eso, y traemos un té con aperitivos _ ordena Marion con arrogancia mientras toma asiento.

Sara voltea a mirar a Connor esperando su aprobación.

- señorita Sara, hágase cargo de los documentos, lady Marion debe aprender que aquí no da órdenes _ fulmina a Marion con su mirada.

- a su orden _ sale de la habitación.

Marion baja la mirada mientras aprieta sus manos, estaba molesta porque Connor nunca estaba de su lado _ Connor yo, quiero pedir una disculpa, por mi comportamiento, lo hubiera hecho antes, pero no sé que pasa con tus esclavos, no me dejaron entrar al palacio, hoy pude pasar porque no me vieron, pero hace semanas que he querido verte, pero no me dejan _ sus ojos se vuelven vidriosos.

- yo les ordené que no te dejarán pasar _ frío.