Cecile es la villana de la novela donde ella reecarno y ahora debe evitar su trágico final, por eso, buscará una manera de salvarse ella y salvar al villano de su final tan absurdo, pues piensa que una guerra por una mujer, es algo bastante tonto.
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capítulo 22-
Enseguida todos empiezan a decir lo bien que se ven juntos, Robert esta por ir a reclamar, pero uno de sus compañeros le detiene al verlo enojado.
- alteza, si hace eso, arruinará su fiesta y causará problemas a su padre.
- pero solo observa, ella se atreve a venir de la mano con otro, ella es mi...
- ¿ella que alteza? Que no fue usted quien vino con otra ¿por que se enoja?
Quien le habla es una mujer que estaba cerca, era una chica y bien vestida, por supuesto, ella era Erika, una de las guardias de Rael, como estaba recolectando información en el palacio, se atrevió a entrar ahí, la chica era hermosa, de cabello largo y negro, al igual que sus ojos, su vestido era ajustado, lleno de brillos y lo complementa con una cartera de felpa, los chicos cerca de Robert quedaron encantados con ella, aunque obviamente la chica no les toma importancia.
- no se quien sea señorita, pero, debería cuidar lo que diga.
- oh! Alteza, lo lamento, es que soy una mujer que gusta de decir la verdad, sobre todo a gente hipócrita.
Eso es lo que era claramente el príncipe Robert, pues desprecia a Cecile y viene con otra chica, pero se enoja si Cecile busca otro acompañante; Robert simplemente esta tratando de mantenerse tranquilo ante la aparente provocación de la chica.
- no arruine su fiesta por un momento de enojó o quien estará en boca de todos será usted.
La chica le dedica una sonrisa burlona y se retira para perderse en la multitud, ese príncipe será guapo, pero es un tonto. Cecile y Rael, habían ido a una zona tranquila, mientras todos van pasando y hablan en esa sala, Cecile aceptó una copa de vino que Rael le ofreció, aunque no solo bebió un sorbo, como no pensaba beberlo, se dirigió junto a una de las mesas y justo cuando estira la mano para dejar la copa, Iris choca con ella y grita, todos voltean y el vestido de Iris esta todo machado de vino, Iris llora mientras se trata de limpiar el vino de su ropa con servilletas, la amiga de Iris se acerca.
- señorita Hamilton ¿como pudo? Que vergüenza, manchar el vestido tan hermoso de la señorita Scott.
- yo no hice tal cosa, ella choco conmigo.
- señorita Hamilton, entiendo que este molesta porque fui invitada por el príncipe, pero hacerme esto...
Todos han comenzado a murmurar, Cecile se queda quieta, en ningún momento ella atacó a Iris, pero ella ahí está culpandola, mientras llora.
- señorita Scott, no culpe a otros de su estupidez. Observen bien, la copa que mancho a la señorita, es la que había en la mesa.
Todos, incluyendo Iris y su amiga, voltean solo para ver una copa caída sobre la mesa, de la cual gotea el vino y que también manchó el mantel, mientras que, la copa de Cecile, esta en manos de Rael.
- ¿que? Pero, yo vi como ella me tiro el vino.
- ¿se refiere a este vino?
Rael le muestra que tiene ambas copas en su mano, aun llenas de vino, ante esto, empiezan a ver a Iris con rechazo, la chica solo observa a todos lados, sin saber que decir, ella estaba segura que el vino, fue el que derramo Cecile.
- que pena que quiera culpar a otros de su torpeza. Debería pedirle una disculpa a la señorita Hamilton.
Rael la mira con esos penetrantes ojos carmín que parecían brillar por la molestia que estaba sintiendo en ese momento, Iris se encoge de hombros, con los ojos llorosos, pues puede escuchar a todos, llamarla "mentirosa y cisañosa" al no saber que decir, sostiene su vestido y esta por irse.
- señorita Scott, una cosa más.
Rael se acerca a ella y vacía ambas copas en la cabeza de la chica, ella se queda inmóvil, sintiendo el frío líquido bajar por su cabello y su rostro, todos se mantienen callados ante esto, Cecile al igual que todos, solo observa, Rael se había pasado, pero Iris también al culpar a Cecile.
- ahora si, puede retirarse y espero que con esto, se mantenga lejos de la señorita Hamilton.
Iris no puede creer que el príncipe Darkness, haya hecho tal cosa solo por defender a Cecile, Robert llega y cubre a Iris con su chaqueta y la abraza por los hombros.
- se ha sobrepasado Príncipe Darkness.
- no, ella se sobrepaso al culpar a la señorita Hamilton por algo que no hizo.
- esto lo sabrá mi padre, para que lo expulse del país. Vamos.
Robert se lleva a Iris quien llora desconsolada por lo sucedido, el silencio se rompió cuando Rael se disculpó por el show, Abby enseguida le dijo que hizo lo correcto, que todo es culpa de Iris por querer hacer quedar mal a Cecile, ante esto, poco a poco todos fueron estando de acuerdo y así la fiesta continua con normalidad, mientras que Rael se lleva a Cecile fuera, para caminar en el jardín antes de irse; como ya esta haciendo un poco de frío, Rael le da su chaqueta pues la ropa de Cecile esta muy descubierta, ella agradece y sigue caminando hacía la salida del jardín.
- esperemos que la señorita Scott ya no le de problemas.
- espero lo mismo, realmente la agradezco su ayuda, no esperaba que usted hiciera algo así, pero...
- pero si, la copa es la suya, esa que se derramo, solo aproveché la distracción para dejar tu copa en la mesa y tome otra que Erika me paso.
Señala a la chica que esta parada en la entrada de la sala de fiesta, Rael le explica que ella es una de sus tantos guardias, solo que, en su mayoría, lo cuidan entre las sombras.
- dile que agradezco su ayuda, pero, todo fue un accidente, debí solucionarlo de manera justa.
- no fue un accidente, ella corrió hacia usted, ella hizo todo a propósito.
- ¿que? Pero eso...
Entiende que los acontecimientos sean diferentes a la novela, pero no entiende como es que, Iris haría algo así, se supone que es una buena chica ¿por qué querría hacerla quedar mal? ¿Acaso, al cambiar el rumbo de la historia, también cambió la actitud de los personajes?
- yo, le agradezco su ayuda, a ambos, tendré más cuidado con la señorita Scott, de ahora en adelante.
- por supuesto, por ahora, vaya y descanse.
Rael no dudo en sujetar su mano para darle un beso en el dorso mientras la mira a los ojos, causando que Cecile se sonroje, pero, desde una ventana del palacio, la reina ha presenciado todo.