La Viuda Y El Mafioso

Capítulo 22

Por la noche Liah estaba lista para asistir a la fiesta de Katrina, la diferencia de edad y el mundo en el que se desenvolvía su amiga era totalmente opuesto al de Liah. Aún así eran las mejores amigas, ella se veía preciosa.

—Porque no me avisaste que llegarías temprano amiga.—

—Llegué directo a relajarme y tuve visita. ¿Por qué decidiste hacer la fiesta aquí?—

—Porque el socio de mi padre está de visita, es tan guapo y sexy. Para ser exacta es tu vecino, su padre ya tiene tiempo que se mudó para acá, ese hombre es soltero y multimillonario. Esta es mi oportunidad de conquistarlo.—

—Creo que lo conocí, ¿se llama Andrei?—

—Si, exacto. ¿Cómo lo conociste?—

—Sus hermanas fueron a jugar conmigo en la alberca, al parecer la de ellas está en remodelación, él fue a buscarlas.—

—Entiendo, bueno pues a mí me lleva unos años pero a ti te lleva demasiados.—

—Si claro, además no estoy en la edad de tener una relación con nadie. Y menos con alguien mayor, mi padre no lo aceptaría.—

—Exacto, además Andrei no andaría con una niña. Creo que aún juegas con tus muñecas.—

—Sabes que no es así, además tu comentario está muy fuera del lugar.—

—Ya amiga tranquila solo es un comentario, ya llegó. ¿Cómo me veo?—

—Muy guapa.—

La diferencia de edad entre ellas era notoria, Katrina tenía mucha experiencia y Liah para nada, ella se dedicaba a estudiar también a estar con su hermano. Katrina y ella se habían conocido en natación, y se hicieron las mejores amigas.

—Andrei sé bienvenido.—saludó Katrina mientras se acercaba para coquetear con el

—Gracias por la invitación, te presento a mi mejor amigo Vladimir.—

—Mucho gusto.—saludó Katrina a Vladimir de una manera déspota, se enganchó del brazo de Andrei para no dejarlo solo en toda la fiesta.

Después de mucho tiempo sola Liah estaba aburrida, no conocía a nadie más que a Katrina pero ella estaba ocupada con Andrei, era hora de partir el pastel en ese momento Andrei pudo escapar de Katrina.

—Gracias al cielo que pude huir.—

—Está muy interesada en ti.—

—Es una chica caprichosa, tiene ya muchos amantes en su lista a su corta edad. Me recuerda a Violeta, no vuelvo a cometer un error como ese.—después de responderle a Vladimir pudo notar a Liah sentada en un rincón, ella le agradaba. Era muy joven pero le inspiraba confianza.

—¿cómo estás?—

—Apuntó de irme.—respondió sorprendida

—Te presento a mi mejor amigo Vladimir.—

—Mucho gusto soy Liah Leroy.—

—Es un placer conocerla. Voy a ir por otro trago.—respondió para dejarlo a solas

—¿Qué haces aquí sola?—

—No conozco a nadie, solo a Katrina pero está ocupada con todos sus invitados.—

—Me sorprende que una señorita como tú seas amiga de ella, se ve que eres muy joven.—

—Si tengo catorce años, pero ella es mi mejor amiga.—

—No me lo tomes a mal, pero la mujeres como Katrina no son una buena compañía, a mi experiencia tú eres una buena chica y con mucha clase. Y sin temor a equivocarme eres la hija de Bastian Leroy un hombre muy respetado. Si me permites darte un consejo, elige mejor a tus amistades, sobre todo no confíes en ella.—

—Lo tendré en cuenta, si me disculpas ahora debo irme.—

—Hasta luego Liah.—se despidió Andrei besándole la mano, ella inmediatamente se ruborizó. Andrei se comportaba como todo un caballero.

Liah camino hacia la salida, sus guardaespaldas ya la esperaban. En todo el camino no dejó de pensar en su plática con Andrei, sentía esa primera ilusión. Aunque era algo imposible, los separaba la edad que era igual a un abismo entre ellos, aún así ella no lastimaba a nadie con sus ilusiones.

Al día siguiente Liah disfrutaría de un tranquilo y delicioso desayuno al pie de la alberca, por la tarde volvería a parís, quería estar ahí para despedir a su padre ya que tardaría algunos días en volver.

—Buenos días señorita Liah.—ahí estaba él en la cerca bebiendo su jugo de naranja

—Buenos días Andrei, pero pasa la puerta no tiene seguro. Gustas desayunar.—

Andrei se pasó a la propiedad de los Leroy, acepto desayunar con ella. Maggie no estaba de acuerdo con la visita de aquel joven, era más que evidente la diferencia de edad, sin embargo no podía intervenir, solo mantenerse vigilante.

—Mi papá tiene dos años viviendo aquí en Niza, nunca había visto a alguien en este lugar, claro además de quien limpia y cuida tu villa.—

—Antes era habitada por mi tía Abigail, ella pasaba la mayor parte del tiempo aquí. Murió en un accidente cuando viajaba para acá, entonces mi padre y nosotros jamás habíamos vuelto. Le trae malos recuerdos.—

—Así que solo viajaste para estar con tu amiga en su fiesta, lástima porque ella se pierde de tener a alguien muy valioso en su vida. No cualquiera se comporta como una verdadera amiga.—

—¿tú también eres de Rusia?—

—Si, nací y vivo en Moscú. Pero vengo continuamente a visitar a mi familia, mi papá, mi madrastra y mis hermanas están aquí permanentemente.—

—También tengo una madrastra y un hermano pequeño, pero yo no la llamo así. Ella es mi madre, la única que siempre he conocido, es una buena mujer y que admiro demasiado, algún día me voy a convertir en una mujer al igual que ella.—

—Mi madrastra llegó a nuestra vida de una manera fuera de lo común, con el tiempo aprendí a respetarla. Bueno Liah ha sido el mejor desayuno que he tenido en años, estoy muy agradecido contigo. Debo irme, si algún día necesitas algo no dudes en buscarme, es un placer conocerte.—

Andrei beso nuevamente su mano, y a la vez le entregó una nota con su número celular. Ella suspiraba solo al pensar en el, Maggie tenía que informarle sobre la visita de aquel joven a su jefe. Tenía que evitar que se aprovecharan de ella.