El Verdadero Heredero

Castilo le indicó a Alex que procediera con el siguiente paso del plan. Sin embargo, a poca distancia, un grupo de personas observaba a Castilo con una sonrisa triunfante.

"La sonrisa de Castilo pronto se desvanecerá", afirmó un hombre con total seguridad.

La mujer sentada a su lado, conocida como Victoria, se volvió hacia él y preguntó: "¿Nuestros hombres ya nos han dado novedades?"

Bram asintió con una sonrisa. "Se han llevado al objetivo muy lejos. Esta vez, Castilo no lo encontrará".

"¡Dios mío!", exclamó Victoria sorprendida. Su sorpresa fue efímera, ya que rápidamente se transformó en una sonrisa de felicidad.

"Excelente. Así que no hay nada que nos impida disfrutar de la fortuna de Castilo a través de Morgan".

"Mamá", la llamó Morgan al escuchar su nombre.

"¿Qué pasa, cariño?", respondió Victoria con dulzura.

"¿Qué le pasa a papá? ¿Por qué no muestra nuestra foto?", se quejó Morgan, dejando a Victoria y a Bram perplejos.

Mientras ambos buscaban las palabras adecuadas para responder a la pregunta de Morgan, un estruendo proveniente del escenario los sobresaltó.

"¡Papá! ¿Por qué muestras fotos de otras personas? ¿No deberías mostrar fotos mías con mamá?", preguntó Dave en voz alta, sorprendiendo a todos los presentes.

Su pregunta resonó en la mente de muchos, ya que, hasta donde sabían, Castilo solo tenía dos hijos y dos ex esposas.

"¿Qué te pasa, Dave?", protestó Natalia con molestia.

"Lo que pregunto es verdad, mamá. Todos saben que soy hijo de papá. ¿Por qué no ponen nuestra foto? ¿Por qué papá no es justo? ¿Por qué nunca ha querido tomarse fotos conmigo? ¡Pero ahí está! Se está tomando fotos con otra persona".

"Ella no es otra persona", respondió Castilo con calma, refutando la airada acusación de Dave. "Como ya les expliqué, ella es mi esposa legítima y estos son nuestros hijos".

"¿Cuándo volviste a casarte? ¿Por qué no lo sabíamos?", preguntó Morgan, uniéndose a la confusión.

Castilo sonrió y le hizo un gesto a Alex, un gesto que solo Alex pudo comprender.

"En realidad, si me caso o no, no es asunto suyo. Pero ya que lo preguntan, les responderé para que todos los presentes conozcan la verdad", dijo Castilo.

Tras un suspiro, Castilo relató su pasado, desde su juventud hasta su matrimonio y el nacimiento de su hijo, Erik. Lo hizo con naturalidad y una evidente felicidad.

El relato de Castilo desató una ola de preguntas. Sin embargo, también provocó pánico en algunos de los presentes, quienes recordaron ciertos detalles del pasado.

"Entonces, ¿se separó de su esposa e hijo porque se volvió a casar?", preguntó un periodista. Esa era la pregunta que Castilo estaba esperando.

Esa misma pregunta llenó de pánico a cuatro personas en la sala.

"No fue por casarme de nuevo, sino porque me obligaron a hacerlo".

Todos quedaron atónitos al escuchar la respuesta de Castillo, excepto esas cuatro personas que parecían cada vez más nerviosas.

"¿Obligado a casarse?"

La respuesta de Castilo desató aún más preguntas.

"Sí, me obligaron a casarme con dos mujeres que, con astucia, manipularon a mis padres para que me hiciera responsable de los hijos que ellas esperaban", reveló Castilo, compartiendo un secreto que había guardado durante años.

Varias miradas se dirigieron a las dos mujeres conocidas como las ex esposas de Castilo tras escuchar sus palabras.

"¿A qué te refieres, papá?", preguntó Morgan en voz alta, intentando asimilar la declaración de Castilo y la reacción de los invitados al mirar a su madre.

Castillo sonrió. "¿Acaso sus madres nunca les hablaron de esto? ¿O estaban demasiado ocupadas gastando mi dinero a través de ustedes como para decirles la verdad?".

Morgan y Dave se quedaron pensativos, dirigiendo su atención a sus respectivas madres.

"Entonces, ¿de quién eran los hijos, señor? Si no eran suyos, ¿qué pruebas tiene?", preguntó otro periodista.

"Por supuesto que tengo pruebas concluyentes", respondió Castilo con seguridad. "Esas pruebas fueron las que me permitieron liberarme de esas dos mujeres astutas".

"¿Entonces, no soy hijo biológico de papá?", preguntó Dave conmocionado a Castilo.

Castillo volvió a sonreír alegremente. "No, tú y Morgan no son mis hijos biológicos. Para más detalles, pueden preguntarles a las dos personas que están a su lado".

Morgan y Dave volvieron a mirar a las personas que creían conocer tan bien.

"No es posible, tío Marco...", Dave no pudo terminar la frase. Morgan también estaba en shock al escuchar esta nueva revelación.

"Cariño, mamá puede explicarlo, mamá...".

"¡No! ¡Es imposible!", gritó Dave. "No soy hijo del tío Marco, ¿verdad, mamá? ¿Verdad? Soy hijo de papá, ¿no? ¡Responde, mamá, responde!".

Natalia permaneció en silencio, lo que enfureció aún más a su hijo.

"Lo siento, Dave y Morgan, pero es hora de que sepan la verdad. También pueden preguntarles a sus padres por qué bloqueé todas sus tarjetas ayer".

"¡No! ¡No!", gritó Dave, olvidando su ira momentáneamente. Los guardias de seguridad lo sujetaron rápidamente y lo obligaron a salir.

Lo mismo sucedió con Morgan, quien se negaba a aceptar la verdad. También fue escoltado fuera para evitar más interrupciones.

Las dos mujeres y sus parejas miraron con furia al hombre que las desafiaba desde el escenario. No les importaban los murmullos de los invitados que ahora hablaban de ellas a sus espaldas.

La revelación de Castilo había causado un gran revuelo. Las reacciones de los presentes eran diversas, pero todas cargadas de emociones.

Algunos se alegraron, incluso sintiendo satisfacción al conocer la verdad. Conocían bien la arrogancia y el desprecio que las dos mujeres y sus hijos habían mostrado durante años, creyéndose superiores por ser parte de la familia Castilo.

Sin embargo, también había quienes se arrepintieron por haberles rendido pleitesía a esos dos jóvenes con la esperanza de ascender en la escala social o simplemente por el deseo de ser vistos con buenos ojos al estar cerca de los supuestos hijos del hombre más respetado.

"¿Estás satisfecho, Castilo, por habernos humillado?", preguntó Marco con voz tensa.

"Un poco", respondió Castilo con indiferencia.

Marco sonrió con sarcasmo. "Te aseguro que te arrepentirás de esto".

"¿Arrepentirme?", preguntó Castilo con el ceño fruncido. "¿Arrepentirme de qué?".

Marco le dedicó una sonrisa sardónica. "Adelante, muéstranos la cara del hijo del que tanto te enorgulleces".

Marco y Bram sonrieron con complicidad, disfrutando de la reacción de Castilo, quien intercambió unas palabras en voz baja con Alex.

"Vamos, rápido. ¡Muéstralo!", exigió Bram con impaciencia.

Castillo dejó escapar un suspiro y su rostro se ensombreció, lo que hizo que las sonrisas de Bram y Marco se ensancharan aún más.