Fui diagnosticada con cáncer de laringe pero al no poder superar la enfermedad decidí dejar ese mundo, pero lo que no me esperé era que terminaría reencarnando en el último libro que leí y ahora tenía que adaptarme a ese lugar y buscar la manera de seguir con vida
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Capítulo#XXI
...‹***Narradora***›...
Cathaleya fue a ver al pequeño a la residencia de su madre en compañía del príncipe Claude
Cuando llegaron lo vieron jugando con la doncella a cargo de él, la doncella al darse cuenta de la presencia de Cathaleya y del principe enseguida se detuvo y hizo una reverencia
Cathaleya asintió ante la reverencia de la chica y luego se acerco al pequeño y lo saludo
El pequeño al no reconocer a Cathaleya se escondió detrás de su nana, pero está le dijo que Cathaleya era una amiga
Así que el pequeño salió detrás de la falda de su nana y se acerco a Cathaleya y extendió los brazos para que ella los cargará y así lo hizo ella
El príncipe Claude al ver la interacción de Cathaleya con el pequeño pensó que ella podría ser una gran madre así que decidió ir y pedir su mano en matrimonio, pero eso no se lo dijo a Cathaleya
Se despidió de ella y luego camino rumbo al despacho del emperador, pero al no conocer el palacio le pidió a una doncella que lo llevará
La doncella lo llevo hasta el despacho del emperador y él se acerco a los guardias que custodiaban la puerta y les dijo que le informaran al emperador de que él príncipe Claude de Diamond solicitaba una entrevista con él
Uno de los guardias le dijo que esperara mientras él le informaba al emperador, un minuto después el guardia salio y le dijo que podía pasar
El príncipe entro a la oficina del emperador y vio al hombre sentado detrás de un escritorio firmando algunos papeles, el príncipe Claude carraspeó y el emperador enseguida subió la mirada
El emperador enseguida se levantó y estrecho su mano con la del príncipe y luego lo invitó a sentarse además de que le ofreció algo de beber a lo que él príncipe negó
– Bueno príncipe Claude ¿dígame el motivo por el cual está aquí?
El príncipe respiró fuerte y luego soltó el aire
– Estoy aquí Majestad porque vine a pedir la mano de la princesa Cathaleya en matrimonio
El emperador al escuchar eso lo miro seriamente hasta que por fin decidió hablar
– Sabe principe, esta es la décima octava pedida de mano de mi hija y a todos le he contestado que no que lo hace creer que está vez diré que si además de que no pienso obligar a mi hija a un matrimonio arreglado y menos si es político
– No se cuál será su respuesta majestad pero yo lo hago porque la princesa me lo pidió, ella me dijo que tenia que pedir su mano porque yo le pertenecía y si eso es así ella también me pertenece a mi
El emperador no podía creer lo que estaba escuchando por parte del príncipe Claude así que mando a llamar a Cathaleya, diez minutos después la chica estaba en la oficina de su padre
– Padre ¿Para que me mandó a llamar?
– Te mandé a llamar porque el príncipe ha venido a pedir tu mano, pero ha dicho que tú le dijiste que lo hiciera porque él te pertenecía ¿es eso cierto?
Ella sonrió ante lo que dijo su padre, pero antes de darle una respuesta se sentó al lado del príncipe
– Si es cierto padre yo le dije que lo hiciera, pero no espere que lo hiciera tan rápido
– ¿Pero por qué?
– Porque el príncipe me gusta y lo quiero como mi esposo no lo veo nada de malo a eso, además si él vino hasta aca a pedir mi mano es porque también quiere ser mi esposo
El emperador después de escuchar eso se quedó pensativo por un momento para luego hablar
– Bueno si eso es lo que desean, está bien lo aceptaré
Cathaleya se levantó de dónde estaba se acerco a su padre y le dió un abrazo y un beso en la mejilla mientras que el príncipe estrecho su mano con la del emperador
Después de eso ellos se retiraron de la oficina del emperador, ambos iban por el pasillo en silencio hasta que de pronto Cathaleya tomo la mano del príncipe y lo llevo a una habitación
El príncipe al verse acorralado por la princesa trato de huir pero Cathaleya no se lo permitió, ya que le dió un beso el cual el príncipe respondió a los pocos segundos
Cuando se separaron Cathaleya miro con una sonrisa al príncipe y él también hizo lo mismo
