Otra Vez Serás Mía

Solo faltaban tres días ya para la boda y Fernando aún no demostraba que ella estaba equivocada...

- ¡Es absurdo! - se decía a si misma

En ese instante que trataba de concentrar sus pensamientos en el trabajo apareció su futuro esposo

- Hola querida - intentó besarle los labios pero una vez más fue despreciado

Michelle se puso de pie apenas el se le acercó y caminó al lado contrario

- ¿Hasta cuándo vas a ignorar mis besos Michelle? - le reclamó - Pronto seremos marido y mujer y tendrás que hacer más que besarme.

Ella lo miró asqueada...

- No te estoy evitando - acariciaba sus antebrazos con sus propias manos mientras disimulaba torpemente su repulsión - solo es que... vine por un vaso de agua

Rápidamente, se aferró a la jarra que estaba encima de un estante y se sirvió.

Lo escuchó reír

- ¡Disimulas muy mal! ¿Por qué acceder a casarte conmigo si te doy asco?

Dejó el vaso en el mismo lugar que antes y se giró para enfrentarlo

- ¿Por qué accedí? - David se acercó más de lo que ella hubiera deseado - ¿Quieres saber por qué?

- Si, lo estoy deseando

Michelle alzó el rostro desafiante...

- Por qué estoy embarazada de otro hombre

Entonces David soltó una carcajada estrepitosa para asombro de Michelle quien estaba algo aturdida...

- ¡Querida! - se le aproximó mucho más - Ya eso para mí no era secreto

Ella frunció el ceño

- ¿Cómo?

Entonces él se giró sobre sus talones y ocupó el puesto de Michelle tras el escritorio. Colocó sus pies sobre este y dejo caer sus brazos sobre los brazos de soporte de la silla.

- Te vi con tu madrastra en el doctor ¿Recuerdas? En la puerta decía ginecólogo... y tu cambio de parecer tan repentino me confirmó lo que pensaba.

Ella lo miraba petrificada

- ¿Por... por qué no...? - balbuceo

- ¿Por qué no dije nada? - volvió a sonreír sádicamente - ¡Por qué así es el amor Michelle! Lo que me dolió - se puso de pie y volvió a acercarse a ella - lo que me dolió no fue tu engaño en sí... sino que trataras de utilizarme

- ¿Utilizar? - hacia su último intento de defenderse

- ¡Sí, utilizarme! Me querías decir que ese hijo era mío ¿verdad? ¿Qué dirías? ¡Nació sietemesino!

Él se burlaba y ella sentía que se desmayaría de un momento a otro...

- Te salió mal la jugada querida... pero no te preocupes... sí será mío... pero solo ante la ley.

Entonces la dejó allí casi pálida... Y se marchó.

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- ¿Para qué me llamas? - respondió

- Necesito hablar contigo... Ahora mismo voy camino a tu casa

- ¡No sé te ocurra! - le gritó - Mi suegro puede estar allí o incluso llegar en algún momento...

- ¿Entonces donde nos vemos?

- Ve al motel... al mismo de siempre y espérame allí.

Un rato más tardes entraba disimuladamente a una habitación del motel...

- ¡Has demorado! - le reclamó Daniela

- ¿Para qué me haces venir? ¡Alguien puede vernos!

- Tenemos un problema, deberías estar preocupado

- ¿De qué hablas? - le tomó de un brazo - ¡No estoy para tus juegos!

- ¡Ni yo estoy jugando!

David le soltó el brazo empujándola para atrás. La miró un poco enojado... Y a la vez curioso

- ¿Qué quieres decir? - le miró

- Alguien ha estado preguntando por mí... Y Fernando... Fernando ya sabe que mi hijo no existe...

- ¿Cómo es posible?

- No lo sé... Alguien debió decirle...

- ¿Él te lo dijo? - preguntó

- No, no me lo ha dicho directamente... Pero le escuché hablando con alguien y hablaban sobre ello. ¡Tengo miedo!

- ¿Miedo dices? - se burló - ¡Tú escapas enseguida con tus drogas! ¡Yo soy quien debería tener miedo a ser descubierto! - le apretó entonces las mejillas con una mano - ¡Lo perdería todo!

La apartó bruscamente

- ¿Qué hago? - acariciaba sus mejillas doloridas

- Por ahora nada... Solo quédate quieta... si él te enfrenta entonces niegas cualquier relación conmigo... ¡cúlpate de todo! ¡No sé! ¡Dile que querías recuperarlo o algo así!

- ¿Y si Michelle se entera de que fuiste tú quien me utilizó y creo este plan?

- ¡Michelle no puede enterarse! ¡Me escuchaste! - le gritó amenazante - Ella espera un hijo de Fernando ahora mismo... esa es mi arma

- ¿Un hijo? - se sorprendió

- ¡Sí! ¡Está embarazada de ese mal nacido! - se pasó una mano por su rostro...- Tengo que hacerme con esa fortuna antes de que de a luz... Luego la dejaré y me iré.

- ¿Y yo? ¿Qué sucederá conmigo? - sus ojos tenían unas lágrimas acumuladas

David la miró de arriba hacia abajo con desprecio

— ¿Tú? ... Tú volverás a tu vida… tus drogas… tu no sé que!

- Ese era tú plan desde el inicio - murmuraba

- ¿Qué has dicho?

- Que espero que seas feliz y todo salga bien - se sonrió

Tomó su bolsa y salió de allí entonces...