¡TU MIRADA... MI PERDICIÓN!

Aparte mi atención de lo que hacía y miré fijamente a Natalia al escucharla, notando su expresión seria y por supuesto, entendí que se sintió incomoda con lo que creyó vió en el intercambio de gestos entre Roy y yo...

. - Natalia, creo que has malinterpretado la situación... - Le explico tambien serio, pero visiblemente apenado, porque concluyo que ella se sintio en la época de universidad, y acaba de asumir que nos estabamos burlando de ella... - Roy solo me señalaba que estas hermosa...

Le confieso, e hice el mismo gesto que él me hizo, debujando con admiración la silueta de una mujer curvilinea, mientras mordia su labio...

. - Si tu lo dices... - Fue lo que dijo ella sin siguiera mirarme y claramente sin creer en mis palabras, pues bien puedo notar, una vieja herida emocional de la universidad volvió a resurgir en ella, al capturarnos haciendonos gestos, que sabía indudablemente, se referian a ella...

. - Lo digo porque así ha sido Natalia - Me levanto y acerco a ella, quiero hacerle entender que se ha equivocado, jamás me he burlado, ni me burlaría de ella - Estas hermosisima, y él lo ha notado tanto como yo...

Mi cercania, lo comprobé, como siempre la puso nerviosa, y se echó hacía un lado apartandose, porque yo me recliné en la silla avanzando hacía ella, yo hacía adelante y ella hacía atrás...

Intentó levantarse, pero se lo impedí colocando ambas manos en los reposa manos de la silla y apresandola allí... Pude percibir más cerca su aroma, sentir su nerviosismo, ver cómo su hermosa mirada se pasaba por mi cara, esclusivamente de mis ojos a mi boca, y viseversa...

. - ¡Dios Natalia, eres una divina tentación! - Le dije ya ebrio de ella...

. - ¿Te estas burlando de mi? - Me pregunta con la voz baja, que trató sonara firme, pero que al final fue casi un murmullo, se nota que intenta mantener un control que evidentemente le flaquea...

Yo solo seguí acercandome, haciendo lo mismo que ella, mirando sus provocadores labios y lindos ojos, aspirando su sensual aroma que me embriaga... Y ella aunque se alejaba, tambien estaba atrapada como yo... La sensualidad que desprenden nuestros cuerpos cuando estamos juntos, se hizo evidente cómo incontrolable...

. - ¿Burlarme? Jamás me he burlado de ti preciosa... - Quito un mechón de cabello de su frente hasta llevarlo con extrema delicadeza detrás de su oreja - Lo que más deseo Natalia, es besarte, saborear tus labios que me vuelven loco... - Susurré y al escucharme instintivamente los mordió, no se si para ocultarlos o percibiendo alguna sensación por lo que dije, voy a creer esto último, pero ese gesto me sedujo, en serio estoy cegado por la pasión que ella me provoca... Y diablos, no me aguanté más, sin pensarlo pegue mis labios de los suyos, abriendo mi boca, apoderandome de su labio inferir tambien con mis dientes, que mordí un poco antes de volver a succionarlo, escucharla gemir, desató la locura...

Me comí sus labios con vehemente pasión, disfrutando tanto de su reacción como de su respuesta, de esto que tanto anhele de ella en mi vida... Había codiciado tanto este momento, continuamente en mi mente y locos sueños, imaginé cómo sería sentir sus labios, y experimentar esta conexión que siempre he sentido por ella... Y aqui está la pasión consumiendonos, una pasión tan intensa que jamás he experimentado, hasta hoy, con ella, solo ella me colma de éxtasis...

Sentir su respuesta, tan entregada al momento, jadeando mientras me reclama tan ardiente en este intenso y maravilloso beso, me vuelve más loco de lo que estoy... Tomó con más fuerza su cuello para intensificar más el beso, la deseo tanto...

.- Leonardo... - Se separó ella de pronto, después de estarme respondiendo de la más exquisita forma... - Por favor... - Me pidio casi en una súplica cuando intente adueñarme de sus labios nuevamente...

He deseado tanto esto, que no quería que terminara...

. - Dejate llevar mi negra hermosa, me fascinas Natalia... - Todo esto le decia mientras acariciaba sus labios con mi dedo pulgar y ella suspiraba cerrando sus ojos... Cada caricia con mis dedos y mi boca a esos labios me incitaban a tomarlos nuevamente. Estaba a punto de obedecer a mis pensamientos, y lo que sus labios entreabiertos me pedían, sujetarlos dentro de los míos otra vez, pero cuando mi boca casi llegaba a la de ella que me esperaba, alquien nos interrumpio...

. - !Leo! - Natalia al escuchar mi nombre en ese llamado subido de tono, abrió los ojos y se sentó recta, mientras apretaba sus labios con su hermosa cara colorada, y yo me separaba con toda la calma posible, renegando mi mala suerte, y sobre todo, renegando de la dueña de esa voz...

A pesar que he sentido bastante molestia por la insistencia y literal ocoso de Minerva, en este preciso momento, escuchar su voz, y sobre todo la interrupción en el mejor momento de mi vida, me repugnó como ni ella misma tiene idea... ¿En serio qué no tiene nada que hacer esta mujer? me pregunté mas que molesto, frustrado.

. - Minerva... - Al decir ese nombre, pude notar como Natalia se tensaba aun más de lo que estaba, y coloqué una mano en su hombro para reconfortarla.

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Por su parte, Natalia también renegaba no solo su debilidad con Leonardo, sino su mala suerte de tener que ver a otro miembro de ese grupo, que tanto fastidió sus días de universidad, y le recordaban la descriminación que enfrentó por causa de ellos en el pasado... Su mente de pronto comenzó a especular y se sintió horrorizada, cuando pensó en la posibilidad que estos continuaran con esos comportamientos y juegos caprichosos de adolescentes, ¿Acaso apostaron nuevamente, y vino ella a comprobar que él había cumplido su cometido?¿Es posible que sea una trampa, y yo de estupida haya caído?

Levantó la cabeza para ver a Leonardo que continuaba a su lado, y aun mantenia la mano de manera posesiva en su hombro, su cara era de evidente disgusto, y no la de pasión que le mostró hace unos minutos, su cuerpo se estremeció al recordarlo y Leonardo al persibirlo la miró, lo que la hizo sonrojar nuevamente, y él le sonrió con dulzura, presionando su hombro otra vez...

Minerva por su parte, buscaba descubrir quien era la mujer sentada allí que la secretaria se atrevió a decirle que era exoticamente hermosa y que ademas encontró a Leonardo a punto de besarla... Avanzó hasta ellos con ese solo propósito, estaba molesta, pero debía simular su rabia, pues aún no existia la relación que ella pretendía con él.

. - Leo, pasé casualmente por aquí y decidí subir a saludarte...

Leonardo resopló por dentro, y la miró, indicandole con esa mirada, que no era el momento...

. - Tu secretaria no me dijo que estabas con alguien... - Seguia lanzando mirada a ver de quien se trataba, pero el gran cuerpo de Leonardo era poco lo que le dejaba ver, más ella no iba a decistir en saber quien se estaba interponiendo en llegar al corazón de Leonardo Mendoza...

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