No Llames

Más de dos años antes.

—Hijo, viajaremos con tu abuelo a nuestro país natal, ¿quiere ir?— Pregunto William, padre de Ángelo, el chico solo asintió, subió a su habitación y preparó su bolso.

—Cuando conozcas a tu chica destinada, sentirás todo de ella, su aroma, sus pensamientos, su dolor, su miedo, querrás protegerla y matar a todos los que le quieran hacer daño, pero no puedes hacer eso, debes ser inteligente y actuar como sabio, protegerla sin dañar a otros, aunque crea lo contrario, es mejor que lo sepa la final._ Fueron las palabras que le daba su madre, el abuelo y el padre de Ángelo vieron la cara de esa mujer, Ella lo decía por qué ya sabía lo que se venía.

Días después.

—Vamos Ángel, te doy permiso de que vayas donde quieras.— Ángelo dejó que su lobo tomara el control, su lobo gruñía con desespero, buscaba algo que le pertenecía y justo se detuvo a unos metros donde caminaba una chica, gruño al escuchar sus pensamientos.

—(Quisiera morir, por qué se fueron y me dejaron.)— Ángelo sintió una opresión y todo de ella empezó a impregnarse en él, su cabeza casi explotaba de todo lo que sentía esa chica, y lo que su cuerpo sufría.

—Busquemos al abuelo, la hemos encontrado, Ángel.— El lobo gruñó, a la fuerza Ángelo lo saco de ahí, llegando a la mansión, grito sin parar.

—LA ENCONTRÉ, ENCONTRÉ A MI CHICA, QUIERO MATAR A TODOS LOS QUE QUIERAN HACERLE DAÑO, LLAMA A MI PADRE, LO QUIERO MUERTO.— Gritaba Ángelo desesperado.

—Donde quedo el consejo de tu madre, ¿quieres morir en sus manos?— Reclamo su padre.

—Ya tu abuelo te inscribió en su colegio y yo estoy preparando un plan para que esté bien y sea feliz como cualquier chica, es tu decisión como harás las cosas con ellas.— Ángelo se sorprendió, su familia ya sabía de ella y por eso lo llevaron ahí, no podía estar mejor.

Presente.

—Wao, ¿Y quién me hacía las llamadas?—Pregunto Sol curiosa.

—Yo, Ángel, es mi lobo, tiene una velocidad muy fuerte, en cada escapada me iba lejos.—Sol sonrió.

—¿No te doy miedo?— Sol negó, Ángelo metió un sándwich en su boca y se separó para convertirse en Ángel, con una sonrisa se acercó para acariciar su pelaje, con sus manos acariciaba sus mejillas, eso lo disfrutaba Ángel, gruñendo feliz.

Ángelo se convirtió nuevamente.

—Tengo algo que decirte, mi familia no son normales, mi padre y abuelo son lobos y mi madre una bruja, no una cualquier, esta es una muy bruja, mala, malvada, cruel, torturadora.— Esas palabras de Ángelo hicieron estornudar a zafiro.

—Otra vez ese mocoso hablando mal de mí.—

Zafiro se levantó, invoco un portal y llegó a la cabaña en solo segundos.

—Te atreves hablar de mí, mocoso.— Sol tenía los ojos muy abiertos al ver a esa hermosa mujer aparecer ahí, junto a su esposo, ambos en pijama, agradecía estar vestida o moriría de la vergüenza.

—¿No sabes usar las palabras correctas para describir a tu madre?— Reclamo la mujer levantando a Ángelo con poderes.

—Se supone que estaban en Inglaterra y mira nada más donde aparece, donde estoy con mi novia en un momento íntimo.— Zafiro le volteo los ojos a su hijo, se acercó a Sol, dejándolo caer.

—(Dios, qué mujer tan hermosa.)— Pensó sol.

—Lo sé cariño, mi amado siempre me lo dice.— Sol abrió los ojos muy grande, ello solo lo había pensado.

—No te asustes, déjame revisarte.— Zafiro revisaba su cuerpo, Ángelo suspiro y su padre se salió, no quería ver algo que no le pertenecía.

—Zafiro, la vas a asustar.— Reclamo Ángelo.

—Su corazón late normal, solo está sorprendida.— Le respondió su madre feliz.

—Hiciste buen trabajo, hijo.— Sol estaba roja de la vergüenza.

—Ahora vamos.—

—No podemos ir todos mi amor, quedarás muy agotada.— Le hablo su esposo.

—Mis amigos vienen por mí, el lunes, si no me encuentran se asustarán.— Zafiro suspiró.

—Los quiero en una semana en Inglaterra, tenemos que anunciar su compromiso y preparar la boda.— Zafiro no dejo que ellos respondieran, abrió el portal y desapareció junto a su esposo.

—Te lo dije, es una bruja.— Le hablo Ángelo normal.

—Es demasiado hermosa.— Ángelo frunció el ceño.

—¿Solo dirás eso? ¿No te da miedo? Puede leer tu mente, saber lo que piensas y haces, te puede matar con solo un chasquido, si algún día no le agradas, te desaparece y me busca otra.— Ángelo trataba de darle miedo a su chica, pero ella solo sonreía, se acercó a él besando sus labios, para entregarse nuevamente al amor, dos jóvenes que experimentaban algo tan rico por primera vez.