Boda En Máfia

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Sarah me dijo que Dominic estaba en su casa cuando entraron y se llevaron a Renner. No pudo hacer nada para detenerlo porque él la golpeó en la cabeza y se desmayó. Sarah también me instruyó a no retirar la denuncia en la comisaría y, en cambio, contarle a la policía que Dominic está traficando mujeres.

El relato de Sarah me dejó aún más perpleja. La revelación de que Dominic estaba involucrado en el secuestro de su propio hijo me hizo enojar más. Me mintió, diciendo que no tenía nada que ver y que en el momento en que mi hijo fue sacado de Sarah, él estaba en otro lugar.

— Valentina, necesitamos tomar medidas inmediatas. No podemos permitir que Dominic escape impune por todo lo que hizo.

Con una determinación renovada, me di cuenta de que mi regreso a casa no sería simplemente un retorno a la normalidad. Estaba a punto de enfrentar un nuevo capítulo lleno de desafíos y decisiones cruciales. Y en medio de todo esto, está el hombre que amo, el padre de mi hijo.

— Deja que lo piense, Sarah. — Me pongo de pie, imaginando que no podré hacerlo.

— Te traficó. ¿Qué hay que pensar? — dijo ella.

— No es fácil, ¿vale? Sarah, no es fácil para mí. No te preocupes, lo resolveré, solo no te metas. — le dije abrazándola una vez más.

Sarah estuvo de acuerdo. Conversamos un poco más y luego se fue a su casa. Organicé a Renner para dormir y me quedé con él en la habitación. Tomé un libro para leerle, que él me pidió, y al final, se quedó dormido.

Apagué la lámpara de Renner y fui a mi habitación. Me quité la ropa y luego me metí en la bañera, tomé una ducha relajante y me vestí para ir a la cama a descansar.

Envuelta en pensamientos, me sumergí en la oscuridad de la habitación. El agua del baño me dejó más tranquila, pero la turbulencia emocional persistía. Bajo la calidez de las sábanas, permití que el sueño me envolviera, llevándome a un reino de sueños e incertidumbres.

Estaba de vuelta en los sueños. Dominic era la pieza clave de ese sueño. Apareció frente a mí, herido, y aún así me miraba. Intenté acercarme a él, pero no podía hasta que desapareció en la oscuridad. Me desperté de inmediato, con la boca seca y bastante sudada.

La tensión de los sueños persistía incluso después de despertar. El rostro de Dominic, herido, flotaba en mi mente, una visión que dejaba una huella de inquietud. Era como si los eventos recientes y las emociones intensas se manifestaran en mi subconsciente, creando un laberinto de sentimientos difíciles de descifrar. El calor de la pesadilla aún persistía mientras la realidad regresaba gradualmente.

El teléfono sonó varias veces hasta que Dominic respondió.

— Valentina. — Su voz resonó al otro lado de la línea.

— Dominic, yo... tuve un sueño horrible contigo, y...

— ¿Y te preocupaste por mí? Por eso llamaste. Estoy bien, cariño. Qué bueno escuchar tu voz. — dijo, impidiéndome hablar.

— ¿Estás bien de verdad?

— Estaría mejor si estuvieras conmigo.

— Eso no borra lo que hiciste. Solo llamé para saber cómo estabas. Voy a colgar.

— Valentina, escúchame. Sé que tu amiga está viva. Ten cuidado con ella. — dijo, sorprendiéndome.

— No hables mal de mi amiga que conozco desde hace años, Dominic. Buenas noches. — cerré la llamada.

Algunos días después...

Los días pasaron desde mi regreso. La rutina volvía a la normalidad, pero la sombra de Dominic y las revelaciones aún se cernían sobre mí. Renner, por su parte, comenzó a adaptarse a la vida de vuelta en su ciudad natal y a ir a la escuela. He hablado mucho con él sobre su padre, y poco a poco fue revelando el asunto.

En una mañana soleada, recibí una llamada de Sarah. Insistía en que tomara medidas con respecto a Dominic. Sus palabras resonaban en mi mente, pero vacilaba en seguir su consejo. La confusión en mi corazón persistía.

Mientras tanto, en la ciudad, corrían rumores sobre el paradero de Dominic. Rumores sobre sus actividades ilegales comenzaron a difundirse, y lo peor de todo es que la policía lo estaba investigando todo.

El miedo se apoderó de mí. Porque solo Sarah tenía esa información. Y unos días después, una grabación de la conversación entre Sarah y yo se difundió en internet. Causándome malestar. Y con todo esto, fui apartada de mi cargo de abogada.

Tomé mi teléfono y llamé a Sarah. La llamada estuvo llena de emociones intensas. Expresó su pesar, insistiendo en que sus acciones eran para mi propio bien, aunque no comprendiera completamente cómo destrozar mi vida y carrera podría ser algo beneficioso.

La noche había caído, hice el mismo proceso de siempre. Poniendo a Renner a dormir y fui a mi habitación. El dolor de haber perdido mi trabajo y haber confiado en Sarah me golpeó. No podía dormir desde hacía días, por pruebas, estas noches sin dormir me dejaron ojeras y noches largas de llanto.

Escuché un ruido en mi ventana. Alguien estaba lanzando piedrecitas haciendo ruido estridente. Caminé hasta allí y vi que era Dominic.

— Dominic. — Susurré, mi corazón latió fuerte en mi pecho al verlo por primera vez en el jardín de casa, después de tantas semanas.

Estaba vestido completamente de negro.

Salí de la habitación para encontrarme con él. Tan pronto como nos encontramos, nos abrazamos fuerte, sentí el buenolor de su perfume amaderado.

— Qué ganas tenía de verte, Mio angelo. — Dominic hundió su rostro en mis cabellos.

— Yo también, también te extrañé. — Dije. — Pero escucha, Dominic, no puedes aparecer aquí, sabes que la justicia te está buscando. — Murmuré dejando que algunas lágrimas cayeran de mis ojos.

— No te preocupes, lo estoy resolviendo. — Él secó mis lágrimas, cerrando la puerta.

— Estoy haciendo todo lo posible para limpiar este caos. No quiero causarte más problemas, Valentina. Pero hay algo que necesitas saber, algo importante sobre Sarah. — Dominic me miró seriamente, como si llevara una carga.

La tensión crecía mientras se preparaba para revelar algo que cambiaría el rumbo de la historia.

— Sarah... no es quien parece ser. Está involucrada en algo mucho más oscuro de lo que imaginas. Hay secretos oscuros que ella oculta. — Dijo Dominic, haciendo una pausa para evaluar mi reacción.

— ¿Qué quieres decir? Sarah es mi amiga de toda la vida. No puedo creer que haya hecho algo malo. — Respondí, incrédula.

Dominic suspiró, ponderando cómo debería continuar.

— Estaba involucrada con Diogo. Salían juntos, tenían una relación secreta. — Dominic lanzó esa bomba.