Soy huérfana desde los 6 años, y ahora que estoy apunto de cumplir los 18 años, las cuidadoras me vendieron en matrimonio. Mi nombre es Rouse y fui obligada a casarme con el único hijo de Mrs Hassan... Pero hay algo que no saben... Tengo cáncer en etapa terminal.
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Dios mío
Rouse
Después de que el señor Hassan se fue y estuve sola en la habitación me puse a pensar seriamente sobre lo que dijo, quizás tenga razón, quizás tengo que dejar de pensar en lo que pude ser, y empezar a pensar en los que puedo ser.
No puedo decir que nunca nadie me había dicho eso, porque claro que sí, pero nunca me lo había dicho alguien con tal temple como lo era el Sr. Hassan; Sin embargo hay muchas cosas acumuladas en mi mente.
Pero ¿Vale la pena pasar los últimos meses de mi vida así? ¿Vale la pena seguir sintiendo autocompasión por mí misma? ¿Voy a continuar con mis pensamientos negativos y dejar que lo poco que me queda de vida se diluya entre mis dedos? La esas preguntas son extras, la verdadera pregunta es ¿Quiero vivir?
Y la respuesta es muy simple porque vienen a mi cabeza muchos recuerdos, la Sra. Ana, Linda, El Sr. Hassan, Mila... Y Cristian. Quizás no tengo familia de sangre, pero tengo personas a mi alrededor que me aman.
Entonces, quizás toda mi vida he visto las cosas de forma errada, siempre pensando en "Igual me voy a morir" de manera negativa, pero y ¿Si quizás empiezo a verla de forma positiva? Empezar a disfrutar de la comida que me gusta, a hacer las cosas que me gustan.
-Disculpa si te interrumpo- Cristian entra sigilosamente a mi cuarto. -Sólo quería ver cómo estabas- Y no alza la cabeza para mirarme, está un poco nervioso.
-¿Quién es ella?- Y yo voy directo al grano con todo ésto, ya no quiero más rodeos.
-¿De quién hablas?- y obviamente sé que se está haciendo el tonto. Así que solo bajo mi cabeza y lo miro.
-Sabes bien de quién hablo- Y creo que estoy siendo lo más cortante posible.
-Se llama Nidia- Suspira fuertemente y me mira. -Estudió en la misma universidad en la que me formé- y deja de mirarme.
-¿La amas?- le pregunto sin querer mirarlo.
-¿¡Qué!? No, Rouse. Claro que no, ella sólo es la arquitecta que trabaja para la empresa Hassan, la empresa de mi padre- Respira un poco -Se está planeando abrir otro restaurante ya que el actual tuvo muy buenos beneficios- y me mira como si estuviera loca.
-Cristian, yo los ví en ese restaurante cerca del tuyo, incluso de te llamé y vi como colgaste mi llamada, y ella te miraba con deseo ¿Acaso crees que soy estúpida?- y ahora soy yo la que lo mira como si él estuviera loco.
-¿Cómo...?- y sé lo que me va a preguntar.
-¿Que cómo sé que estaban ahí? Pues tú actuabas de una forma muy rara conmigo, así que instalé una app en mi móvil para saber tu ubicación, y cuando me escribiste para decirme que llegarías tarde ¿Qué querías que hiciera? ¡Y valió la pena porque te vi con esa zorra rubia!- Y yo intento respirar porque saqué lo que tenía atorado en mi pecho.
-Pero Rouse, no es como tú crees- y empieza a desesperarse.
-Cristian Hassan, ¡YO TE VÍ! Rechazaste mi llamada por seguir con ella en tu "Reunión de negocios"- y empiezo a molestarme.
-¡Es que sí era una reunión de negocios! Hablábamos sobre el pano arquitectónico de la estructura, Rouse. No te engañé, no lo haría, eres muy importante para mí- y con eso me quedo en silencio.
Ambos nos miramos intensamente, y como estoy intentando cambiar, respiro profundamente.
-Cristian, quizás no me has entendido con lo que quiero decirte, se trata sobre respeto, se trata sobre darme mi lugar como tu futura esposa- Y no puedo evitar fijarme en como sus ojos brillan cuando dije eso.
-Mi futura esposa ¿Eh?- me sonríe un poco.
-Si te portas bien- y yo también sonrío un poco.
-Entonces ¿Me explicarás por qué te quedaste en un refugio en vez de hablar conmigo en casa?- Me mira alzando una ceja.
-Ah pues, debía regresar a la casa como una buena esposa mientras mi esposo estaba en una cita con otra mujer- Y por supuesto que lo dije cargado de ironía.
En ese momento llega otra vez la enfermera necia con comida, y veo que me trae una ensalada de frutas.
-Buenas tardes, Rosa. Aquí traje tu almuerzo ¿Ahora sí quieres comer?- Y luego mira a Cristian -Sr. Hassan, a ver si la hace comer porque no ha querido nada desde que despertó- Y ésta bruja se está aprovechando de que Cristian está aquí.
Yo la miro con recelo, y estoy preparada para hacer un escándalo porque no quiero comer nada de eso que trae ahí, pero Cristian me habla:
-Rouse ¿Quieres comer eso?
Y me mira, esperando mi respuesta. Entonces ¿No hay pelea ni palabras hirientes? Y lo miro como si ése no fue el mismo Cristian. Y en definitiva no es. Yo sólo niego con la cabeza.
-Entonces retírese, enfermera. Si ella no quiere comer eso, entonces hay que buscar algo que quiera comer- Y tanto la enfermera como yo quedamos con la boca abierta.
-Pero Sr. Hassan, es el menú de la Clínica- Ella lo mira frunciendo el ceño.
-Entonces le compraré yo mismo- Cristian le sonríe con la sonrisa más hipócrita que he visto en mi vida.
La enfermera sólo le asiente con la cabeza y le sonríe, y también le da una sonrisa muy hipócrita. Y cuando cierra la puerta Yo empiezo a reírme a carcajadas.
-¿Quién diría que el joven Hassan sería tan hipócrita- y lo miro y me río.
-Es parte de mi encanto- Y yo me río.
-Entonces ¿Qué quiere comer la Srta. Rouse?- Me pregunta, y sé lo que está haciendo... Pero quiero disfrutar de una buena comida, así que...
-Pizza, quiero comer pizza- Le digo tímidamente.
-¿Y te parece un buen almuerzo una pizza?- Y alza la ceja.
-Bueno, es que no hay otra cosa que me guste mucho como la pizza- Y eso me dió darme cuenta de que realmente no he disfrutado de la vida ¿Cómo puedo tener solo una comida favorita?
-Sí hay otra cosa que te gusta- Y sonrío.