Una mujer saliendo de una segunda relación que resultó desastrosa para ella . Con hijos; con una buena profesion. Dispuesta a seguir adelante sola a como de lugar , se vera contrariada al conocer a cierto joven que hará hasta lo imposible para que lo deje ser parte de su vida . ..
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La cena
La noche del viernes pasó sin mucho ajetreo, pero el sábado inició siendo un completo caos en la casa de Ángeles.
Las niñas se habían levantado con muchísima energía, su madre sabía que era porque sabían que por la noche ella saldría a cenar con Javi, tanto Karen como Lía estaban expectantes ante lo que pudieran ocurrir con aquella cena. Sabían que Eilyn se quedaría a cuidarlas, y que pasarían una noche de hermanas genial como ocurría cada vez que ella se quedaba a cuidarlas. También tenían claro que Ángeles regresaría medianamente temprano, luego de cenar.
Aunque Eilyn esperaba que su madre se demorará mucho más...¿hasta el desayuno o el almuerzo quizás?
La mañana y la tarde pasaron rápidamente, cuando Ángeles se dio cuenta eran las seis de la tarde y ya debía comenzar a prepararse para su cena con Javi. Eilyn había sacado a sus hermanas al parque y a tomar unos helados puesto que las niñas se lo habían pasado preguntando acerca de cuanto tiempo era el que faltaba para la cita de su mamá. Así que Ángeles se hallaba sola en la casa, aunque las niñas en cualquier momento iban a regresar.
La mujer se dio una larga ducha, secó su cabello, eligió para ponerse un vestido a la altura de la rodilla, color azul con encaje en la espalda y mangas a la altura de los codos, era discreto pero elegante, lo combinó con unos zapatos de taco ancho en color negro, cartera haciendo juego y un chal tejido que combinaba ambos colores. El cabello lo dejó suelto aunque se hizo algunas ondas en el.
Cuando sus hijas regresaron eran casi las siete y media de la noche, ella estaba maquillandose, y faltaba poco para que Javi pasara a buscarla.
-¡Estás hermosa mamá!- exclamó Karen al verla ya casi lista.
-¡Si má!- agregó Lía sonriendo- pareces una modelo. Seguro tu compañero se enamora de tí.
Todas rieron ante la ocurrencia de la niña, sin ser conscientes de que a Javi no le hacía falta verla así vestida para sentir cosas por esa mujer. Y a Killyam mucho menos...
-Bueno, niñas- les decía Ángeles mientras veía la hora, pues ya casi era tiempo de que Javi llegara- ya saben, le hacen caso a su hermana por favor...
-Siempre lo hacemos mamá- le dijo Karen y en ese mismo instante se oyó el timbre de la puerta de calle, ambas niñas abrazaron a su mamá y las tres le desearon mucha suerte.
-Las amo...- dijo por último la mujer antes de salir a la calle.
Allí de pie junto a su auto se hallaba Javi recibiendo a la mujer con una enorme sonrisa en su rostro, le tomó la mano alzando su brazo la hizo girar sobre sí misma para verla detalladamente.
-¡Guau! Estás muy bella, jefa- le dijo mientras le abría la puerta del coche para que subiera.
-Gracias, tu también te ves muy bien Javi; pero no me llames jefa por favor.- le pidió ella.
-¿Y como te llamó entonces?- indagó el muchacho.
-Solo dime Ángel, así me llaman mis amigos...- le respondió La mujer y él sintió que estaba estableciendo un límite entre ellos sin ser directa.
-Ok...Ángel será entonces- le respondió dándole arranque al coche para dirigirse al restó donde cenarian.
Cuando Javi y Ángeles llegaron a la esquina, un vehículo de color gris emprendió su marcha como si estuviera escoltandolos. Allí iba nada más y nada menos que Killyam, quien media hora antes de que el muchacho llegara se había estacionado a cincuenta metros de la casa de la mujer. Dispuesto a seguirlos adonde sea que fueran.
Mientras iban en el coche la mujer y el muchacho conversaban sobre temas del trabajo, hasta que llegaron al lugar de su cena. Era un restó italiano, con una fachada sencilla y elegante...
-Espero que te guste la comida italiana- dijo Javi mientras el abría la puerta para que ella descendiera del coche.
-Me gusta- respondió ella y él puso su brazo para que ella se tomara de el mismo- Gracias.
Entraron al restó, Javi se anunció con la hostess y esta los acompañó a su mesa. Cuando la chica regresó a su lugar, no pudo dejar pasar desapercibido a aquel hombre de ojos verdes que estaba esperando por un lugar para cenar.
-¿En que le puedo servir señor?- le dijo la muchacha esbozando una sonrisa coqueta, y no era para menos Killyam era en verdad todo un adonis.
-Necesito una mesa señorita, y necesito que sea cerca de la de la pareja que acaba de entrar- le pidió
-Mmm...no creo que eso sea posible- le dijo la hostess negando con la cabeza- la mayoría de las mesas ya están reservadas. Pero le puedo ofrecer una por aquella zona- le indicó con la mano el lado contrario al que se hallaban Javi y Ángeles.
-¡Por favor!- le dijo poniendo su mejor cara de tristeza- ocurre que esa que acaba de entrar es mi novia y de verdad necesito saber las intenciones de ese sujeto para con ella...¡Ayúdame siiiii!- casi le suplicó.
La muchacha vio que de verdad sus intenciones eran estar al tanto de la pareja, y que se veía preocupado. Así que buscó en la lista y halló una mesa cercana desocupada.
-Sigame por aqui- le pidió- esto es lo más cerca que hay- le indicó una mesa a tres lugares de distancia de la pareja.
-¡Te lo agradezco mucho, bonita!- le dijo y le guiñó un ojo, acción que hizo sonrojar a la muchacha.
-Que tenga suerte- le dijo por último la hostess y regresó a su lugar de trabajo.
Mientras tanto Ángeles y Javi habían comenzado a charlar sobre cosas triviales, el muchacho le preguntó acerca de sus hijos y la mujer no dudó en contarle todo sobre ellos. Luego ella se interesó en él y su gemelo, y la razón por la cual ambos habían estudiado lo mismo.
Killyam por su parte trato de agudizar su oído, e intentar escuchar aquella charla, podía ver los gestos del hombre aunque a ella la tenía a espaldas suyas y no le era posible verla de frente.
Ambos comensales ordenaron su cena y una botella de vino, Killyam pidió lo mismo que ellos. Se dio cuenta de que aquella charla era muy amena, que de vez en cuando ambos sonreían, eso solo significaba que algunos de los dos había dicho algo gracioso.
Se sentía impotente de no poder acercarse más para así escuchar con detalle, hasta que vio que había una mesa que se había desocupado, estaba en diagonal a la de Ángeles razón por la cual no podrían notarlo, pero parecía bastante cercana como para poder oír. Así que sin importarle nada se levantó de su mesa y fue directamente a sentarse en aquella otra y tal como suponía desde allí si podía oír.
Y cuando lo hizo deseo no haberlo hecho...Ya ambos habían terminado de cenar e iban por el postre.
-Entonces Ángel...- decía Javi con demasiada familiaridad para el gusto de Killyam-¿como te llevas con los padres de tus hijos?
-En realidad no nos llevamos- respondió la mujer- Ellos literalmente desaparecieron de mi vida y la de mis hijos...
-Lo siento, no debí haber preguntado eso- se disculpó Javi.
- No te preocupes- le dijo ella esbozando una sonrisa llena de comprensión- te puedo asegurar que eso fue lo mejor que ellos hicieron por mi.
-Ok...¿ y no has pensado en rehacer tu vida? digo... conocer a alguien que si este dispuesto a darte lo que te mereces.- indagó el muchacho y si a Killyam la pregunta le pareció desagradable, cuando vio que Javi le tomó la mano a la mujer sintió que iba a estallar en cualquier momento.- Creo que tu sabes que a mi me pasan cosas contigo, eres una mujer muy bella, y a mi me gustaría mucho poder ser esa persona.
-Ay, Javi...- dijo apenada-De verdad me halagas... pero sinceramente yo no me siento preparada para mantener otra relación.- escucharla decir esto le devolvió a Killyam el alma al cuerpo, aunque luego entendió que conquistar a aquella mujer le sería mucho más difícil de lo que él pensaba- Creo que para mí eso de estar en pareja ya se acabó. Mis hijos son mi prioridad y...
-OK...no te excuses, te entiendo- le dijo el muchacho inclinándose hacia ella- espero que al menos me dejes ser tu amigo entonces.
-Sí, seguro...- le respondió ella- gracias por entender.
-Gracias a ti por ser honesta conmigo- le dijo sin cambiar de posición- y perdón...
-¿Porque me pides perdón?- le dijo ella confundida, después de todo él no había hecho nada malo. Y Killyam oía aquella conversación con mucha atención.
-Por esto- le dijo Javi y se acercó tanto que sus labios se unieron en un beso suave y muy romántico durante varios segundos.
Aquella acción sorprendió a la mujer e incluso a Killyam que tenía ganas de desoyar vivo a aquel hombre que se atrevía a besar a su mujer.
Porque eso era Ángeles para él, su mujer, aunque ella aún no lo supiera, aunque aún no hubiera pasado nada entre ellos...