Fernando es un padre soltero de 32 años con un hijo adolescente, se ha adaptado muy bien a su vida y tiene mucha confianza con su hijo que está en sus 15 años, pero un día se cruza en su camino un bonito chico de solo 18 años llamado Santiago, quien amenaza con poner todo su mundo de cabeza, y pese a ser un hombre maduro y saber lo que quiere para su vida, Fernando se deja llevar por la tentación.
Esta también es la historia de Alejandro, un chico de 15 años que ha vivido toda la vida con su padre y a quien aún le pesa la ausencia de su madre, un chico de carácter fuerte, sin pelos en la lengua, sobreprotector con aquellos que quiere y el peor enemigo para quienes ve como una amenaza.
No, a Alejandro no le gusta que ese chico de apenas 18 años esté tan cerca de su padre, como tampoco tolera la forma en que su padre ha comenzado a mirarlo.
NovelToon tiene autorización de Taca D.C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
22. ¿Lo pondrás sobre mí?
—¿Puedes dejar tu celular quieto?
Gustavo miró a Alejandro y enseguida guardó su celular en su bolsillo, como se había hecho costumbre últimamente, era Jhosep quien le estaba mandando mensajes, el mayor no había dicho abiertamente que le molestase que él pasase tanto tiempo con su mejor amigo, aunque sí había dejado más que en claro que no le gustaba del todo la idea, pero que confiaría, luego claro está, de que a él también le brindase sus espacios. Habían quedado en tener una verdadera cita ese mismo sábado, pero una vez más Gustavo puso a Alejandro sobre Jhosep y éste último no lo tomó muy bien, comprensible, no era la primera vez que lo hacía, aunque en esta ocasión lo que más le había inquietado eran las últimas palabras expresadas por su pretendiente:
"Cuando seamos novios, ¿él seguirá siendo más importante que yo?"
—Alejito, quería hablar algo contigo.
—¿Puede ser después de que la película termine?
—Claro, no hay prisa.
—¿Es sobre Jhosep? —El moreno asintió lentamente—. Aún no me acostumbro a la idea de que te gusten otros chicos.
—Pues las cosas se pondrán peores. —Alejandro se quedó en silencio y le dedicó una fría y fija mirada—. Jhosep me ha pedido que seamos novios.
—¿Piensas aceptar?
Gustavo volvió a asentir dejando de paso, su rostro agachado. —Pero antes quería pedirte que...
—¿Me vas a pedir permiso? —Alejandro rio sarcástico y con suavidad y delicadeza acarició sus negros cabellos—. Es tu vida Tavito.
—Me haría muy feliz que tú estuvieses de acuerdo.
—El tipo me sigue cayendo mal. —Alejandro habló sin parar de sonreír ni de acariciar sus cabellos como lo hacía siempre—. Pero si es lo que te hace feliz, pues, está bien por mí.
—A veces siento que le doy demasiadas vueltas a las cosas. —Gustavo resopló con fuerza y sus ojos se pusieron acuosos en un par de segundos—. A veces siento que todo es tan difícil.
—Todo es más fácil de lo que imaginas.
—¿Sabes qué es lo gracioso? —Poco a poco, Gustavo comenzó a tomar confianza, y lentamente, fue relajando su cuerpo—. Tú tampoco le caes bien a él.
Alejandro enarcó una ceja dirigiéndole una confusa mirada. —Pero él no me conoce.
—Exacto, es lo que yo digo. ¿Cómo pueden caerse mal si ni siquiera se conocen entre ustedes?
—No entiendo, ¿por qué yo iba a caerle mal?
—Dice que no confía en ti. —Gustavo rio incrédulo mientras el rubio aún no pillaba el chiste—. Que te comportas como si fueras mi novio y no mi amigo. Ahora mismo me está mandando mensajes preguntándome qué es lo que verdaderamente pasa entre nosotros dos, porque le dije que demoraría ya que veríamos otra película solos tú y yo.
—A él qué mierdas le importa lo que pase entre nosotros.
—Si va a ser mi novio —Gustavo apretó sus labios sintiéndose extrañamente intimidado—, obviamente tiene que importarle.
—Cuando te hagas su novio, ¿lo pondrás sobre mí?
—Esa pregunta me va a sacar canas —Gustavo habló entre dientes para enseguida soltar un fuerte suspiro—. No pondré a nadie sobre nadie, tú nunca dejarás de ser mi amigo, y nunca, nunca, pondré a nadie sobre ti. Pero entenderás que necesitaré mis espacios, y puede que en una próxima ocasión no deje todo botado por correr tras de ti. Puede que dejemos de vernos con la misma frecuencia que antes, y que pase más tiempo con él que contigo, pero tú...
—Cállate.
—Alejito, tú haces lo mismo cuando andas atrás de las chicas del instituto.
—Supongo que tienes razón. —Alejandro sonrió y volvió a centrar su mirada en la gran pantalla.
"Gustavo con novio", no, no le molestaba en lo absoluto que su mejor amigo se enamorara y quisiera sentir lo que era tener una relación con alguien que de verdad le gustara, pero junto a los pensamientos de un Gustavo siendo feliz con la compañía de su nueva pareja, también venían imágenes de sí mismo siendo olvidado por el moreno. ¿No era eso lo que hacían los que tenían novias? Se idiotizaban en un mundo de arcoíris, algodón de azúcar, agarres de manos, besos y demás cosas empalagosas y se olvidaban del mundo. Su vida se reducía a solo esa persona y los amigos en muchas de las ocasiones terminaban siendo olvidados, decir que Gustavo se apartaría completamente de él sería exagerar, pero él más que nadie sabía que de ahí en adelante las cosas no volverían a ser como antes, y él no quería perder a su Tavito.
¿Cómo podría ser el Alejandro de siempre sin Gustavo a su lado?
—Pronto tú también tendrás novia —dijo Gustavo cuando juntos abandonaban la sala de cine. Al ser de las últimas funciones estaba todo cerrado y eran pocas las personas a su alrededor.
—Pronto dejaremos de tener este tipo de salidas —reflexionó Alejandro, le dio la razón—. Ya no será divertido seguir saliendo con mi padre.
—Bueno, sería raro que saliéramos con nuestras parejas y estuviera Fernando presente.
—¡Sería vergonzoso! —Alejandro rio abochornado—. Por lo menos lo estoy viendo como enamorado así que tampoco creo que le moleste no seguir saliendo con nosotros.
—¿Es en serio?
—Se la pasa pegado al teléfono y tarareando canciones, está raro, pero no le digo nada porque luego se pone pesado.
—Entonces solo faltas tú —dijo Gustavo siguiendo la lógica, pero deseando que sus palabras no se hiciesen realidad. Una cosa era ver a Alejandro tonteando con otras chicas, pero no sabía si su corazoncito aún estaba preparado para verlo metido en una relación. Aunque suponía que eso sería lo mejor, era lo único que le faltaba para que la vida terminara por convencerle que su destino no era él, y que nunca lo sería.
—De todas maneras no te vas a deshacer de mí —dijo Alejandro adelantando el paso, dejándolo un poco atrás, y aunque estaba sorprendido, Gustavo se atrevió a sonreír, le nació hacerlo, luego aceleró su marcha y pasó un brazo sobre el hombro de Alejandro. Gustavo buscó su rostro para brindarle una bonita sonrisa, pero un entonces, un par de avellanas ojos le robaron el aliento.
/Facepalm//Facepalm//Facepalm/