Rosalie muere tras un accidente de tránsito, siendo ahogada por su desesperación y deseo de cambiar su vida, su último deseo es tener otra oportunidad para vivir una vida mejor. Al abrir nuevamente sus ojos estaba en un mundo distinto y en un cuerpo diferente. Esta se da cuenta de que el mundo en el cual reencarno, no es más que una novela romántica que leyó en su juventud "Señorita Letty", sin embargo, Rosalie ahora posee el cuerpo de Cristal Lawnig, la villana de la historia con una muerte trágica. Decidida a cambiar su futuro se ve obligada a tomar decisiones diferentes y cambiar el curso de la historia. Para cambiar su final, decide convertirse en la mujer malvada que terminara siendo la heroína.
¿Podrá Rolsalie cambiar la vida miserable de Cristal Lawnig, y tener una buena y duradera vida?.
Creada °• — •° 06/22 - 23
Editada °• — •° 03/24
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Capitulo 22: ¿Maikel?
Una semana después del incidente en el ducado con Maikel, Cristal y el príncipe Erick, se llego a un acuerdo entre la familia imperial y los magos del ducado Lawnig, además de lo ocurrido durante la inspección mágica para determinar quién sería el mago que iría a la guerra en el norte contra los demonios en nombre de los Lawnig, las cosas comenzaron a verse más tranquilas.
Las heridas en las manos de la sacerdotisa Akum Serescero, y en el tanque de mana de su joven discípulo sanaron con normalidad, y poco después de dar los resultados de la inspección al emperador, estos regresaron a la torre de los magos.
Kasir y Vanessa sanaron su tanque de mana rápidamente, y Kasir fue enviado a la guerra en representación de los Lawnig. Por otro lado, la influencia de Vanessa en el mundo social disminuyó, se corrió el rumor de que la princesita había sido asaltada y había quedado con un fuerte trauma y estrés. Para Vanessa, su vida había "acabado" ese día, usaba cualquier excusa para no presentarse en las reuniones sociales, y cuando lo hacía, usaba sombreros de encaje al rostro, y mucho maquillaje, por tal de cubrir la cicatriz que quedó en su mejilla producto al incidente de aquel día.
La duquesa se mantenía "tranquila", o más bien moviéndose desde las sombras, para ella Vanessa había dejado de ser una prioridad desde que sus planes en torno a ella se vieron afectados por la marca en su rostro. Eleonoro por otro lado se ocupó de su parte del trato con Cristal, y consiguió que en este momento de incertidumbre, y bajo la ausencia de Kasir, se comprometiera a Vanessa con un noble de no muy alto nombre en un país extranjero, pactando así que la boda se efectuaría luego de su debut de mayoría de edad.
Por estos motivos el ducado parecía mucho más tranquilo, con menos "moscas" merodeando, y ahora después de algunos días, en la habitación de Cristal, a altas horas de la noche...
–¿Como está ella? —Pregunto el duque que se encontraba entre Emily que cambiaba los paños húmedos de la frente de Cristal, y el doctor Ian con quien hablaba—
-Ahora la fiebre ha bajado, los temblores desaparecieron y la herida a comenzado a cicatrizar —Dijo Ian, quién mostraba unas grandes ojeras de color negro bajo sus párpados—
–Lleva una semana con este comportamiento, ni siquiera yo tardo tanto en sanar mis heridas y mi cicatrización es mala —Menciono Eleonoro angustiado—
-Desafortunadamente no podemos hacer nada —El doctor acomodo sus lentes y suspiro con cansancio— por suerte ya lo peor pasó, está noche todos podremos dormir tranquilos, debería mostrar signos de despertar en la mañana
–¿No sería peligroso dejarla sola? —El duque sostiene el hombro de Eleonoro, quién recién había hablado—
–Tu debes descansar, mañana debes tomar las clases de sucesión
–Lo se, pero Cristal... —Eleonoro parecía dudarlo—
-Estará bien, le puse un sedante, así que debería estar bien hasta mañana, yo estaré al pendiente, así que pueden ir a descansar tranquilamente —Ian soltó un bostezo, y luego de algunas palabras más el duque y Eleonoro decidieron irse a descansar—
–Doctor Ian —Hablo Emily una vez el duque y Eleonoro se marcharon—
-¿Umm?. A... Emily, gracias por cambiar los paños de la frente de Cristal —Hablo Ian terminando de acomodar sus materiales en su maletín—
–No se preocupe, la verdad es que me preocupa bastante la señorita, no es normal que alguien pase tanto tiempo inconsciente, la he mantenido alimentada, la he bañado y cambie sus pijamas todos los días, pero la señorita seguía ardiendo, y el pequeño Maikel... —Emily miro hacia la cama, donde el dulce Maikel estaba tumbado y completamente dormido junto a Cristal— el está muy afectado... No ha comido bien en estos días, tampoco ha dormido mucho, no asiste a sus clases y me pregunta todo el tiempo cuando despertara la señorita Cristal
-Lo entiendo, por lo que escuche ellos dos están muy apegados, debe ser una situación difícil, la señorita Cristal incluso salió lastimada por proteger al pequeño maestro —Ian negó repetidas veces—
–Entonces... ¿Sabe cuándo va a despertar la señorita Cristal?
-Lo siento Emily, pero no lo sé, podría despertar dentro de unas horas, o dentro de unos días. Ya la fiebre ha bajado, y las cosas parecen mejorar, todo dependerá de la señorita Cristal ahora, y de cuánto desee despertar
–Oh my... ¿Eso quiere decir que? —Emily llevó una mano a su boca cubriéndola con horror—
-Algo pasó ese día, al parecer fue culpa de la señorita Cristal cuando escucho gritar al pequeño, no estoy seguro, pero parece que tiene que ver con su joya mágica —Suspiro con cansancio el doctor— ellos... Están muy unidos, temo que cosas como estás se repitan en el futuro, si la señorita no puede controlar sus emociones, y sigue afectandola así, temo que su corazón se desgaste, además de que podría causarle grandes daños a su cuerpo
–Oh dios mío —Emily comienza a sollozar, y es abrazada por Ian quién la refugia en sus brazos— nuestra señorita... ¿Que va a ser del pequeño maestro sin ella?.
-Calma Emily, calma, todo está bien por ahora, solo podemos esperar resultados positivos, por ahora deberíamos ir a descansar... Por si algo sucede poder estar ahí para la señorita
–Entiendo —La mujer seco sus lágrimas y se acercó a la cama, a lo que Ian intervino—
-Dejalo —Tomo su maletín y camino hasta la puerta, abriéndola y haciéndole una seña— es mejor para ellos... No separarlos ahora
–Entiendo...
Y ambos salieron de la habitación cerrando la puerta, tras de esto... La luz que se filtraba en la habitación desde el exterior paso a ser puramente de la luna y el cielo nocturno estrellado. Todo se quedó en sumo silencio, y cuando ya no se escuchó nada más en el interior o el exterior de la habitación, el pequeño Maikel abrió sus ojos color ámbar, y con sus pequeñas manos seco sus lágrimas, y tomo una posición derecha en la cama mientras miraba a Cristal.
—Todo es mi culpa, ese día... Estaba tan celoso, que no pude evitar causar un malentendido
Sus ojos recorrieron cada parte de su cuerpo cubierto por las sábanas, sus brazos desnudos que se mostraban por sobre su pijama desmangado, uno de ellos vendado producto al corte causado por la espada del príncipe Erick. Su fino rostro, donde sus dientes tiritiaban, sus ojos eran apretados con fuerza, como si tuviera una pesadilla, y donde el paño en su frente guardaba todo el calor en solo cuestión de unos segundos.
—Solo quiero que... Cristal me ame a mi, acaparar todo su amor, nunca desee nada... Pero ahora que te tengo, no puedo imaginar perderte de ningún modo
El pequeño Maikel acercó su mano hacia el rostro de Cristal, pero al deslizar sus dedos desde su cabello hasta su mejilla, sus pequeñas manos crecieron, y para cuándo terminó el recorrido de su caricia en la barbilla de Cristal, las manos que sostenían las sábanas para aroparla correctamente eran grandes y toscas.
En el lugar junto a Cristal que ocupaba antes el pequeño Maikel, ahora se encontraba un hermoso hombre, de piel tersa y clara, limpia pero con algunas marcas. Con un gran cuerpo lleno de músculos, un abdomen y brazos definidos con una espalda ancha, su ropa de encontraba media abierta, y tenía un rostro hermoso con rasgos finos. Parecía un ángel, como una obra de arte que solo se ve en las pinturas. Sus brillantes ojos color ámbar intenso se fijaban en cada parte del ser de la joven dama de cabellos flamantes como el fuego, y el cabello color fresa del joven contrarrestaba con su figura.
—Mi Cristal... —Pronuncio este mientras acariciaba el rostro adormecido de la joven, su voz dulce pero algo más fuerte contaba una diferencia con la del niño adorable, pero si prestaba atención podían percibirse rastros semejantes en ella— mi hermosa Cristal
Su cabeza termino tocando la suavidad del colchón, junto a las manos de Cristal donde dejo un beso suavemente.
—Por favor...
La voz entrecortada del joven de unos 23 ~ 25 años, junto a las lágrimas que corrían en una muestra de desesperación por sus mejillas hasta la mano de su amada, podían mostrar cuan afectado estaba con la situación
—Por favor, mi amada Cristal, prometo que nunca más haré algo que que te ponga en riesgo, o que provocare una ilusión, nada salió como esperaba... Por mi culpa
Lloraba de forma ahogada y lo más bajo posible, pues quería guardar su secreto de que no era tan pequeño como pensaban los demás.
—Te lo suplico... por favor no me dejes...
Agarro firmemente entre sus grandes manos la pálida mano de la joven, cuyo brazo estaba herido, sin percatarse en ese entonces que algunas pequeñas escamas de color rojizo fresa y blanco aparecían en el rostro del joven, y que una marca de forma especial aparecía en su pecho y el de su compañera, atados por un pequeño hilo rojo "del destino", y atandolos a ambos.
—Mi Cristal, mi frágil y hermosa Cristal, yo no puedo... No quiero vivir sin ti, te espere tanto tiempo, te espere durante 500 años
Por la mente de Maikel pasaban los recuerdos de los momentos que vivió con Cristal desde que está le acogió. Las sonrisas, el amor, los mimos, los sentimientos, el trato amigable y la muestra de afecto. Todo esto hizo que el duro y frío corazón de Maikel se alumbrará y comenzará a latir otra vez.
Para el joven de cabellos color fresa, la joven Cristal se había vuelto su todo, y mientras lloraba por su amada en aquella fría y oscura habitación, no se percató de que su apretado corazón y sus lágrimas, habían reflejado una pequeña luz, y que ahora los latidos de ambos combinaban, porque su corazón.... Se compartía en dos.
—No me dejes, Cristal, no me dejes
"Si su joya mágica es dañada y se rompe, la magia en si puede dormirla... Para siempre"
Mientras recordaba estás palabras que había escuchado cuando aún su conciencia no era completa, el joven Maikel lloro y suplico porque su amada recuperará la conciencia, y volviera junto a él, a sus brazos.
Y así estuvo suplicando durante casi toda la noche, hasta que se quedó completamente dormido, con los ojos hinchados, y el corazón adolorido.