Romance Prohibido

Al día siguiente ya en la horss de la noche, Justin detuvo su moto en la acera de la casa de Camila y Celeste, se bajó de esta, con casco en mano se dirigió hacia la puerta, justo cuando iba a tocar, la puerta fue abierta por una chica de su edad quien suponía él era Celeste. Era un poco más baja que Camila, compartían rasgos como el color de sus ojos, la forma de la nariz, y el color de piel, su estructura corporal era muy distinta a la de su chica, pero también era muy linda.

- Buenas noches. - saludo, la chica lo miro y sonrió.

- Hola, adelante. - Celeste se hizo aún lado.

Justin entro al apartamento a la casa, rápidamente inspeccionó el lugar, la casa de las hermanas, era pequeña, de una sola planta, al entrar se veía todo el área, aún lado en la esquina un sofá estilo L de color Blanco, con su mesa de centro, frente a este enganchado a la pared un televisor de 45 pulgadas, debajo tenían un pequeño mueble dónde reposaba los rootear del internet y esas cosas, al fondo se veía un juego de comedor, y al lado de este una pared dividiendo el área de la sala y la cocina, también había una ventana que dejaba ver algo del patio de la casa, había una puerta en medio de la pared donde reposaba el televisor supongo que daba hacia el área de las habitaciones.

Sus sospechas fueron confirmada cuando Camila salió del lugar, quedó maravillado al verla. Ella Lucía un vestido bicolor, blanco y negro, la parte negra tenía pequeños cuadrados blancos, era de tirantes, con un escote sexy y discreto a la vez, la parte de arriba se unía con la falda en una cinturilla negra, el vestido le quedaba ajustado al cuerpo y le llegaba a mitad del muslo, la joven complementaba la vestimenta con unos tacones abiertos de color negro, su cabello estaba suelto y su maquillaje era algo más cargado de lo inusual. Estaba tan hermosa y sexy, es que su chica era perfecta.

Sin poderlo evitar se acercó a ella y le dió un beso en los labios, cuando se separó noto que ella estaba sonrojada, pensó que seguramente ella estaba así por qué había hecho eso delante de su hermana.

- Te ves hermosa. - dijo, ella sonrió.

- Gracias, tu también.

Justin bestia unos vaqueros de jean negro, una playera blanca, un saco también color negro y unos tenis sencillos blancos.

Se miraron a los ojos y se perdieron por varios segundos hasta que escucharon una tos :falsa.

- Lo siento. - se disculpo Camila con su hermana. - Los presento, Celeste él es Justin.

Celeste no había dejado de analizar el comportamiento del chico, haciendo eso se dió cuenta de dos cosas, hasta ahora, el chico estaba loco por su hermana, solo había que ver cómo sus ojos brillaron cuando está entro a la sala, y lo segundo, no aparentaba la edad que tenía, lucía como de Veinte años, además era guapo, bastante de hecho.

- Hola, es un gusto conocerte. - saludo sonriente.

- A mí también, Camila me ha hablado mucho de tí, espero que podamos llevarnos bien. - celeste sonrió. - Traje esto. - el joven saco una barra de chocolate de su chaleco. - Camila me contó que te encantan.

Celeste sonrió, se acercó al chico y tomo la barra de chocolate. - Gracias y por supuesto que podemos llevarnos bien, eso sí, solo si te portas bien con ella. - comento, por alguna razón a Justin eso le sonó a amenaza, sonrió, la chica le agradaba. - Bueno fue un gusto conocerte, Justin, ¿ O debo decir cuñado? - la joven miro a la pareja sonriendo burlona, su hermana le abrió los ojos.

-Como quieras.

- Bueno, yo ya me voy no quiero ser un mal tercio, quedan en su casa, no hagan tanto ruido, y que pasen buena noche. - Camila sintió su mejillas arder, Justin la vio y sonrió, rodeo la cintura de ella con sus brazos y acercándola a él le dió un beso en la mejilla.

Celeste vio esto mientras tomaba su bolsa del sofá y sonrió.

- Chao.

- Nos vemos mañana, por favor conduce con cuidado. - advirtió Camila.

- Si, lo sé, Bay. - la joven salió de la casa cerrando la puerta tras de sí, Justin se colocó enfrente de Camila, colocó su casco en el suelo y sin perder más tiempo la beso apasionadamente, mientras la sostenía por sus caderas, ella por supuesto correspondió tan anciosa como él. Se separaron, ella sonrió.

- Dejemos eso para más tarde, la cena está lista. - comento, tomo a Justin de la mano y lo llevo hacia el comedor. - Siéntate, preparamos Lasaña de carne y queso, es un plato que aprendimos hacer de la abuela, Bueno la mayoría de las cosas que sabemos cocinar se lo debemos mi abuela. - Camila sonreía mientras decía eso.

- Estoy seguroq que está deliciosa.

......

- ¿ Y a qué hora sale tu vuelo mañana? - indago Camila, ya estaban cenando.

- A las diez de la mañana. - respondió este.

- Es decir que tienes que estar a las ocho en el aeropuerto. - Justin asíntio.

- No quiero hablar de eso.

- Evitarlo no cambia las cosas.

- Lo sé, pero quiero pensar que esto es una cita normal y no una de despedida.

Camila asíntio.

Guardaron silencio por varios segundos. Hasta que Justin saco su teléfono y colocó una canción.

- Así el ambiente es más bonito.- Camila sonrió y asíntio.

......

Un rato después ambos estaban sentados en el sillón, había terminado de comer y ahora se encontraban reposando escuchando música.

- Hay una canción, que cuando la escucho automáticamente pienso en ti. - hablo Camila, Justin la miro curioso.

- ¿De verdad? ¿Cual? - Camila sonrió, tomo el teléfono de Justin y tecleo rápidamente el nombre de la canción, le dió click y segundos después la canción comenzó a reproducirse.

- Justin prestó atención a la letra.

You're the light, you're the night

You're the color of my blood

You're the cure, you're the pain

You're the only thing I wanna touch

Never knew that it could mean so much, so much

You're the fear, I don't care

'Cause I've never been so high

Follow me through the dark

Let me take you past our satellites

You can see the world you brought to life, to life

So love me like you do, lo-lo-love me like you do

Love me like you do, lo-lo-love me like you do

Touch me like you do, to-to-touch me like you do

What are you waiting for?

Cuando termino la canción Justin le pauso el teléfono y la beso.

- Me dejas sin palabras. - Camila sonrió.

- Yo también cuando escucho una canción pienso solo en ti, y adivina.

- ¿Qué?

- Es en español.

- ¿En serio?

- Así es.

- Bueno, tu eres muy bueno en español, así que no me sorprende tanto, que escuches música en ese idioma.

- Bueno, no lo hablo tan perfecto como tú, pero hay vamos.

- Te recuerdo que mi padre era latino, se encargó de enseñarnos antes de morir y después que falleció Celeste y yo nos prometimos no olvidar el idioma natal de nuestro amado padre, así que siempre que podíamos lo hablábamos juntas, aveces la abuela se enojaba porqué hablábamos entre nosotras frente a ella y por supuesto no entendía nada.

- Traviesas. ¿ Qué Celeste no tenía 5 años cuando tu padre murió? - indago Justin, Camila asíntio. - ¿ Ya hablaba español a esa edad?

- Sí, papá nunca nos habló en inglés, mamá nos contaba que ni aún cuando estábamos en el vientre nos hablaba inglés, siempre fue en español, así que nosotros crecimos literalmente hablando dos idiomas.

- !Que genial! - dijo Justin, luego Al escucharla mencionar a su madre recordó que Camila le había dicho que está las había abandonado, sintió curiosidad, Además de eso sabían que Camila no le había contado algo de su pasado, algo que le había hecho mucho daño y que era el causante de las dificultades que había tenido antes con el sexo. Decidio preguntarle y ver si ella ya confiaba lo suficientemente en el para sincerarse.

- ¿Qué paso con tu mamá? Recuerdo que me dijiste que ella las abandonó y tu abuela fue quién se hizo cargo de ustedes dos, ¿ Nunca jamás has vuelto a saber de ella? ¿ Por qué las abandonó?

Camila suspiró y miro hacia la pared.

- No la hemos vuelto a ver, mamá ni siquiera apareció cuando la abuela murió, de hecho creo que ella no tienen idea que su madre murió. - Camila trago el nudo que se formó en su garganta, anteriormente no había sido capaz de contarle a Justin por lo que había pasado, pero ya sentía que podía hacerlo, quería sincerarse con él, las únicas personas que sabían esto era Celeste Mariah, la psicóloga que una vez consulto y su abuela fallecida, a la directora de la escuela le contó que tenía dificultades para experimentar el sexo, pero no le contó la razón de ello, nunca fue capaz de contarle a Andrés lo que ella había vivido.

-Mama desde joven tuvo problemas de drogadicción, después cuando conoció a papá ella lo dejo, papá la ayudó a salir de esa adicción, los primeros 10 años de mi vida fueron hermosos, tenía una hermosa familia, una hermana a la que amaba, un papá y una mamá que se amaban y amaban a sus hijas, lastimosamente todo eso acabo cuándo papá murió en ese accidente de tránsito, él era conductor de camiones, viajaba por todo el país, tenía un buen sueldo, vivíamos bien, mamá no trabajaba y después de que papá murió entró en una depresión y ya te puedes imaginar que retomó su adicción, el dinero de indemnización por la muerte de mi padre que nos llegaba mensualmente, ella prácticamente se lo gastaba en drogas y alcohol, mi abuela siempre estaba pendiente de nosotras, así que si no morimos de hambre fue Gracias a ella, mamá llegaba a casa cada fin de semana con un hombre distinto, yo siempre me encerraba en mi habitación con Celeste y le ponía seguro a la puerta. Un domingo a eso de las nueve de la mañana tocaron la puerta muy fuerte, yo estaba en mi habitación y Celeste estaba en la planta baja, ella corrió abrir la parte, yo corrí mientras gritaba que no lo hiciera, pero ya era demasiado tarde cuando llegue a la planta baja, un hombre entró a la casa como un huracán, gritaba preguntando por mamá y como ninguna de las dos le daba respuesta cogía los muebles y todo lo que encontraba y lo tiraba el piso, creo que estaba drogado, de pronto se quedó mirándome y dijo que se iba a cobrar lo que mi mamá le debía conmigo.. Se lanzó sobre mí y me tiró al piso, comenzó a besarme y a destrozar mi ropa. - Camila dejo de hablar, las lágrimas le impidiron seguir. Justin la abrazo fuertemente, sin decir nada, varios segundos después Camila se calmó un poco y sigo relatando lo sucedidio. - Yo gritaba suplicándole que se quitara de encima , que no me hiciera daño, también escuchaba los gritos de Celeste, ella lo golpeó en la espalda, pero él le mando un golpe y la tiró al piso, la pobre quedó inconsciente, cuándo pensé que ese hombre me iba a violar llegó mi madre y lo golpeó con algo en la cabeza. Ella le tomó su pulso y dijo que lo había matado, corrió hacia la habitación sin decir nada, minutos después bajo con una maleta hecha. Me dijo que me vistiera, que tomara a Celeste y fuera donde la abuela, me tiro un dinero para que pagará el taxi y se marchó, nunca volvimos a verla, yo me levanté y llame a la policía, cuándo llegaron trajeron una ambulancia se llevaron a Celeste, afortunadamente el golpe no fue grave, y el hombre efectivamente estaba muerto, mamá lo había matado con el golpe que le dio en la cabeza.- Camila susipiro. - Después de eso, me volví muy desconfiada, temía volver ser atacada por un hombre, no les tenía miedo, sabía que había hombres buenos como mi padre, pero siempre fui muy precavida, durante mi época de adolescente fueron muy pocas las veces que acepte una salida con algún chico y todas fueron en lugares públicos, jamás me reuní con alguno en un lugar donde estuviéramos solos, me mantenía siempre alerta, pero tanto cuidarme no sirvió mucho, al final termine confiando en la persona menos indicada, Andrés llegó a mi vida fingiendo ser un buen hombre, le creí me gustó su forma de ser y de tratarme, acepte salir con él, nos hicimos novios y varios meses después cuando quiso que tuviéramos intimidad demostró quién verdaderamente era, nunca le conté a él lo que me había pasado, cuando el intentaba seducirme y yo no respondía adecuadamente se enojaba, un día me invitó a su casa, comenzamos a beber alcohol, lo cual admito fue muy estúpido de mi parte, me obligó a estar con él esa noche, yo no quería pero estaba ebria y no era totalmente consciente de lo que hacía, pero recuerdo claramente cada momento y fue espantoso. - Camila se detuvo, tomo aire y siguió. - Desafortunadamente no fue la única vez que estuve con él sin querer, la última vez que quiso obligarme a estar con él, me resistí y el me golpeó, entonces fue cuando decidí que no podía seguir al lado de él, se enojó conmig, me insulto, volvió a golpearme, me acosaba, al poco tiempo empezó a salir con otra tipa yo estaba agradecida de que pusiera sus ojos en alguien más y me dejara en paz, pero al parecer el capricho le duró poco y volvió a buscarme. Y el resto de la historia la sabes. - Camila miro a justin. - Esa es toda la historia.

Justin guardo silencio buscando las palabras adecuadas para hablar, al escuchar a Camila lamento no haber golpeado más al maldito de Andrés aquella vez.

- Lamento todo lo que has pasado Amor. - dijo, Camila abrió los ojos al escucharlo llamarla de esa forma. - Si pudiera hacer algo para que olvidaras el dolor qué te han causado todas esas situaciones, no dudes por un segundo que lo haría, lo único que puedo hacer es prometerte que jamás voy a hacer algo que te lastimé, te amo y después de saber todo lo que has pasado, hay algo que me queda muy claro, y es, que eres la mujer más fuerte que he conocido en esta vida. - Camila sonrió. - Estoy seguro que sí otra persona hubiera vivido lo que tú has pasado, no estuviera emocional ni psicológicamente bien.

- Bueno, se puede decir que he podido superar el trauma de mi niñez contigo. - Está vez fue el quien sonrio. - Gracias por aparecer en mi vida.

Justin acercó sus rostro al de ella y la beso, Camila no lo alejo, finalizaron el beso y se miraron a lo ojos.

Minutos después ambos estaban en la habitación de Camila sobre la cama, ella estaba encima de él, sus rodillas estaban sobre el colchón, Justin estaba sentado, se besaban con pasión y desenfreno, el estaba semidesnudo, solo en boxer, ella vestía solo su sostén y bragas. Separaron sus labios, él beso su cuello, sus manos viajaron al broche de sosten lo desabrocho, Camila deslizo la prenda fuera de si, él acarició aquellos montículos con sus manos, Camila gimió de placer, Justin llevo una de sus manos a la entrepierna de ella y comenzó a acariciar aquella sona por encima de las bragas, Camila gimió y movió sus cadera suavemente, segundos después ella alcanzó su liberación, él la tomo por la cintura y le dió la vuelta, ahora él quedando encima de ella, deslizo primero sus bóxer fuera y después las bragas de ella, se acomodo entre sus piernas ella lo recibió con regocijó extremeciendose ante esa sensación, sus cuerpos se unieron y el comenzó mover las caderas lentamente.

- Te amo Camila, eres mi chica.

- Y yo a ti.

Él movió sus caderas más rápido, ella gimió y movió su cuerpo al ritmo de él, varias embestidas después ambos alcanzaron el climax al mismo tiempo.

No quiero que esto acaba.- hablo el mirándola a los ojos. - ¿ Podemos continuar con nuestra relación a distancia? - indago, Camila sonrió y asíntio.- !Dios que alivio! - Él la beso y nuevamente sus. cuerpos volvieron a encenderse.