Sabrina Villanueva tendrá muchos retos en la vida, pero siempre contará con su familia. 😉
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Astrid 4
Había escuchado algunas cosas en el baño de la cafetería frente al liceo y yo quería saber si era cierto lo que decían esas chicas, pero no se me dio.
En esa semana ni loca fui para la casa de la tía Marcia y ni mucho menos al apartamento de Robert, pues sabia que tenía que explicarle lo que pretendía hacer esa tarde.
Una semana después Robert estaba de viaje por trabajo y durante estas 2 semanas lo extrañe mucho, cuando regreso sentí que me había vuelto el alma al cuerpo. Nohemí y Alan planearon un día de campo para sacar del encierro a mi hermano Jhon Santiago y se suponía que nos iríamos en grupo, pero mi sorpresa fue que Robert estaba en el lugar y cuando lo vi sentí una gran emoción dentro de mi pecho, obvio que corri a abrazarlo y el me correspondió...
- ¿Como éstas? --fue lo primero que me dijo al abrazarme, pues no habíamos hablado desde aquella tarde--
- Bien, no sabía que habías regresado.
- Llegue hace como 2 horas y prácticamente no llegue bien a casa cuando me vine para la cabaña.
- Que bueno...
El día fue bastante movido y alegre, eso era lo que se quería, nos bañamos en el río como cuando éramos niños, en la noche hicimos fogata y carne asada, cantamos, hablamos, jugamos y hasta bebimos. En algún momento todos se empezaron a retirar para descansar, pues nos regresaremos a la tarde siguiente, entonces aproveche de hablar con Robert sobre aquella tarde...
- ¿Aun estás molesto conmigo? --le preguntó mientras me siento a su lado en la orilla del río--
- Yo no estoy molesto contigo. ¿Quién te dijo eso?
- Pensé que estabas...
- Astrid, no pienses tanto y mejor anda a dormir.
- Quiero quedarme aquí contigo --recuesto mi cabeza de su brazo y nos quedamos en silencio por un buen rato-- Entonces ¿Por qué no me escribiste en estas semanas?
- Tú tampoco lo hiciste...
- Robert, disculpa por lo de aquella tarde, yo...
- Astrid --se volteó a verme, acarició mi mejilla con mucha suavidad-- ¿Qué pretendías hacer esa tarde?
- Yo... Yo, yo solo quería comprobar algo.
- ¿Algo, que era ese algo? ¿Sabes, que si yo no me hubiese controlado? --yo lo veía con mis ojos cristalizados, él hablaba muy tierno, pero en el fondo me estaba regañando--
- Eso era lo que quería comprobar... --digo y entierro mi cara en sus manos--
- No Astrid, así no son las cosas...
- Entonces no me quieres como dices.
- Claro que te quiero... y mucho... --sentí su fuerte respiración-- ¿Cómo te explico? Mira, primero tienes que terminar tus estudios...
- Las chicas ni siquiera van en el último año y ellas...
- Ellas son ellas y tú eres tú; no puedes andar imitando todo lo que hacen las otras chicas, entiéndelo...
- Lo único que entiendo es que... fui una tonta esa tarde y en este momento... --me levanté y me metí a la cabaña--
Lo escuchaba llamarme, pero lo ignoré. Al entrar a la cabaña pase directo al baño, me miro al espejo...
- Robert tiene razón, tú no eres igual a ellas --le digo a mi reflejo en el espejo-- Pero quiero escubrir que es lo que se siente --tapo mi cara con las manos-- Estás muy loca Astrid, Robert no se va a prestar para experimentar... ¡Ay! ¿Y ahora que hago?
Esa noche casi no pegue el ojo, pensando en todo y en nada a la vez. El desayuno fue algo silencioso entre nosotros, solo lo veía con el rabito del ojo mientras comía. Robert apenas terminó su desayuno se empezó a despedir de todos...
- Pórtate bien --me dio un beso en la frente-- Terminamos la conversación cuando regrese de viaje --me abrazo-- Te quiero mucho, nunca lo olvides.
Dos semanas después….
Como aún estaba muy reciente la muerte de Nicole decidí que no me celebrarán este año como de costumbre, hicimos una cena íntima donde me cantaron el cumpleaños #17, Doris me pudo acompañar en esta oportunidad...
- Feliz cumpleaños Astrid, te traje algo muy especial --dice mientras saca la famosa caja aterciopelada, y yo pensaba que era un anillo de compromiso, pero al abrir me di cuenta que era una hermosa cadena con un dije del sol-- Lo escogí especialmente para ti
- Gracias Robert --le digo con una sonrisa--
- ¿Te ayudo a ponerla?
- Sí, claro... --volteo y recojo mi cabello--
- Espero que cada vez que veas el sol te acuerdes de mí, así como yo siempre me acuerdo de ti...
La noche término y todos se fueron a sus casas, al día siguiente fui al departamento de Robert con la excusa de que él me ayudaría a terminar unos dibujos...
- ¡Buenos días! ¿Astrid que haces aquí tan temprano? --dice al abrir la puerta, aun está en pijama--
- ¡Buenos días! --le digo con mi gran sonrisa-- Vine por mi regalo de cumpleaños. --esta vez no espere a que reaccionará y lo bese, hoy no me voy a dar por vencida, acarició todo lo que puedo de su cuerpo--
- Astrid, Astrid, esto no está nada bien. --dice al agarrar mis manos-- Aún eres una niña...
- ¡No soy una niña! --digo molesta-- Robert, tu no me trates así, mira he crecido --mientras me voy desnudando--
- Astrid por favor, tapate. No hagas esto.
- Entonces, era mentira cuando decías que me querías --casi salgo media desnuda del departamento, pero Robert me abrazó por la espalda, mis lágrimas se escapan-- ¿Por qué no quieres hacerlo conmigo?
- Astrid, entiende. No es que no quiera...
- ¿Entonces? Muéstrame que me quieres --me volteo para verle a los ojos, le doy un beso-- Te estoy dando permiso, es mi cuerpo --digo mientras tomó su mano para que me toque-- Por favor, Robert yo si quiero...
- Astrid, Astrid, esto no está bien --me toma de las mejillas y pega su frente con la mía, su respiración no es nada normal--
- Te quiero Robert. --digo y lo beso, recorro su cara a besos mientras acarició su nuca--
- Astrid esto no es un juego...
- Yo no estoy jugando.
- Astrid, después de esto no hay vuelta atrás... --lo beso con más intensidad-- ¿Astrid de mi corazón, estás consciente de esto? --asiento y terminó de quitar su pantalón con mis pies-- Es una locura --dice y atrapa mis Estáss en un beso algo necesitado, yo subo a su cintura-- ¿Estas segura de lo que viene?
- Totalmente...
Robert fue bastante delicado conmigo, fui una verdadera princesa entre sus brazos, me lleno de mucho amor... Le pedí no decir nada por el momento, él no estaba de acuerdo en ocultar nuestra relación por ese momento logré convencerlo y terminó aceptando.
- ¡Buenas noches! --digo algo molesta al llegar al cóctel al que fuimos invitados y al primero que veo es al que se supone que es mi novio en secreto, le había preguntado días antes para ir juntos y me dijo que no quería ir a ese evento--
- ¡Buenas noches! --empiezan a saludar mis padres y mi hermana, yo no le quitó la mirada de encima. ¿Quién se supone que está de su brazo?--
- ¡Buenas noches! Tía Isabel tan hermosa como siempre.
- Gracias mi amor... --como siempre ellos se saludan de besos y luego saluda a la chica que está junto a Robert-- Cristina, gracias por la invitación ¿Dónde está tu madre?
- Bienvenida Señora Isabel, mi madre está por acá, venga la acompaño... --ellas se saludan con tanta familiaridad que ya tengo celos de todos, hasta de mi propia madre--
- Estás hermosa, mi corazón --me dice Robert al oído cuando me da un beso en la mejilla--
- ¿Quién es ella?
- Cristina, es una amiga de la familia, llegó hace dos días del extranjero.
- ¿Te gusta? --le digo mientras tomó de mi Copa, la veo desde mi posición y ella no ha dejado de mirarnos--
- Tú. Bien sabes que si...
- Ella no te quita los ojos de encima.
- Pero yo solo tengo ojos para ti. Te amo.
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...🌻❤️🇻🇪☺️...
