¿Cuál es el significado del amor? está historia es la prueba de un amor verdadero, un amor propio, un amor sincero...
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La sonrisa de Sebastián
Amaneció... como todos los días Leilani tomo un baño, hizo el desayuno y se arregló para ir a si trabajo. Sebastián dormía un poco más desde que Lei empezó a vivir junto a él, ya que era un gran apoyo el hecho de apoyarlo con su traje y hasta el desayuno.
La rutina que él tenía antes de Leilani era Levantarse, bañarse, ir por un desayuno camino al trabajo, estaba mucho tiempo en la oficina y solo se escapaba hora y media para ir al gimnasio y después regresar a sus cenas, reuniones, etc.
Ahora todo era diferente, el moría por qué el día acabará y pudiese llegar lo más temprano a su hogar.
Después del desayuno ambos se fueron al trabajo como de costumbre, cuando Leilani llegó se dió cuenta que Sebastián no había llegado, eso le extraño pero tampoco le tomo mucha importancia.
Estaba sentada revisando la agenda y preparando unos documentos cuando alguien se acerca a su escritorio y le deja un frappé, ella al levantar la vista, se sonroja, era Sebastián.
-Buenos días Leilani, te traje esto.
-Buenos días Jefe, gracias.- Dijo mientras su cara estaba roja y sorprendida.
-Este... jefe...
-Dime Sebastián porfavor- A este punto todos los empleados que estaban en el mismo piso se sorprendieron de ver la sonrisa de Sebastián.
-Sebastián, tengo su agenda del día de hoy, a las 12 tiene una junta con los socios de Canadá, al parecer vienen a hablar de un convenio con una compañía de Inglaterra, los detalles se darán en la reunión.- Dijo apenada, pies sentía como todas las miradas se posaban en ella.
-Perfecto, nos vemos al rato, cualquier cosa me avisas, estaré checando los informes de producción.- Le Sonríe y se marcha a su oficina.
****Leilani****
Estaba checando unos documentos y la agenda del día, ví que había una reunión importante a las 12, cuando de repente alguien me deja un frappé en el escritorio... Al mirar hacia arriba, me sorprendió que era Sebastián; la semana pasada el era todo un hombre frío, arrogante y estricto, ahora parecía más amigable y cálido, sentí como todos nos miraban y más cuando me pidió que le dijera Sebastián y no Jefe.
Después de encerrarse en su oficina, Rodrigo llegó a mi escritorio.
-Pero ¿qué fue eso?.
-Ni yo sé Rodri-
-Creo que le gustas a nuestro jefe- dijo picaronamente, aunque si supieran que vivo con él, no se cómo reaccionarian.
-No lo creo, quizá solo intenta llevarse bien conmigo por mi desempeño.- Dije para librarme de más preguntas.
-Mmmm, no creo, pero ojalá esté Interesado en ti, imagínate el quizá deje de ser tan ogro.
-shhh, alguien podría oírte y decirle al jefe-
-Bueno, me voy, tengo trabajo, nos vemos en la comida.- Dijo Rodri y se fue a su área.
Al dar las 12 ella ya tenía todo listo para la reunión y solo esperaban a Sebastián, cuando el llegó todo transcurrió con normalidad.
Al salir ya eran las 3:00pm. Leilani se encontró con Rodrigo y estaban charlando en el pasillo para ir a comer cuando Sebastián llegó y los interrumpió.
-Srta Leilani, antes de que salga a comer ¿podría apoyarme con algo?
-Claro que si, con gusto.
-La veo en mi oficina.
Sebastián se fue dejando sola a Leilani y a Rodrigo.
-En un momento los alcanzo en la cafetería, no creo tardar.
-Esta bien Lei, tomate todo el tiempo que quieras- Dijo con picardía insinuando algo con Sebastián.
-Como eres de molesto jajaja-
- y que tiene, no soy gay pero se aceptar que el jefe es un gran partido y cualquiera quisiera estar en tus zapatos- Después de decir eso me quedé con una sonrisa burlona y él se fue.
Me dirigí a la oficina de Sebastián.
-¿En qué te puedo ayudar?- dije, entonces el se acercó a la puerta y cerro con llave, un nudo se hizo en mi garganta cuando ví que se acercaba a mi.
Por instinto retrocedí unos pasos hasta topar con su escritorio. Estaba acorralada y el me besó, yo con sus besos definitivamente no podía tener la cabeza en la tierra, sentí como sus manos recorrían mi cuerpo, mi piel se erizaba, pero por un momento recordé que estaba en la oficina, alguien podía oírnos
-Espera...-Dije entre jadeos.
-¿Qué sucede mi amor?- me dijo viéndome con lujuria.
-Alguien puede oírnos- le contesté.
-Todos en este piso están comiendo, será rápido- al terminar estás palabras sentí como me volvió a besar y nos dejamos llevar por el momento.
El estar con él era algo diferente, sentía mi cuerpo estremecerse con cada movimiento, no pude evitar tener un orgasm* cuando él también terminó nos acomodamos la ropa y luego me abrazó.
-Te amo mucho bonita- dijo para luego besarme, este hombre me traía bien enamorada.
De ahí salimos de la oficina y me invitó a comer, pero le dije que tenía que comer con los chicos y me dijo que me acompañaría.
Llegamos al restaurante cerca del trabajo, ahí estaban todos, realmente siento como nos miran con asombro.
-Bienvenido jefe- saludan cortésmente mis compañeros.
-Gracias chicos por permitirme comer con ustedes.- Sonríe.
-Jefe, se ve muy contento- Dice Wendy
-Lo estoy Srta Wendy- Sonríe y luego me mira, todos se dan cuenta de ello y yo me sonrojo.
En eso el mesero viene a tomar las órdenes de Sebastián y mía.
La comida estaba algo callada, nadie se atrevía a hablar con el jefe, era raro que él conviviera con ellos, pero cuando casi terminamos la comida alguien llegó a ponernos en aprietos...
-Sebastian!!, hijito, que bueno que estés aquí, tengo muchas cosas que hablar contigo.- Dijo una señora de gran porte.
-Madre hablaremos en mi oficina, después de tus asuntos.- Sebastián dijo serio, para después ponerse de pie y dirigirse a nosotros.
-Disfruten el resto de la comida, dejaré pagada la cuenta de todos.- Todos asintieron y agradecieron el gesto de Sebastián, yo solo moría de nervios, presentía que tenía que ver conmigo la visita de su madre...