Un hombre multimillonario dueño de casi todo el mundo, acostumbrado a tener todo lo que quiere. Usará cualquier artimaña
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Capítulo 21
{ Cuando el oficial abrió la puerta vio a uno de los dos guardias que lo habían ayudado con la mujer loca de hace un momento.
Lo miro y con una cara seria le preguntó.}
¿Que sucede?
{ El Joven oficial con una cara de suplica le respondió.}
¡Disculpe usted capitán, pero la mujer, que no lo dejaba pasar esta muy descontrolada y dice que no quedará quieta hasta no hablar con su amiga!
¡Señor me parece que será mejor dejarla que hable con su amiga!
{ El Oficial al escuchar la queja de su compañero, lo pensó un poco, haciendo movimiento con su cabeza de arriba hacia bajo con voz firme le dijo.}
Esta bien, ve por ella la dejaremos que hable con su amiga.
{ Ya eran las dos de la mañana, cuando sonó el teléfono de Eduard.
Eduard miro la pantalla, al ver el número rodó los ojos en el momento que tomó la llamada, con voz furiosa reclamó.}
¿Que Carajos quieres Antonio?
¿Que no sabes la hora que es?
¡Más te vale que sea algo urgente o si no...
{ Eduard no termino la frase por ser interrumpido por su amigo que con una voz sería le dijo.}
¡Detuvieron a Helen en el aeropuerto, no se aun los detalles, solo me aviso uno de mis contactos que ella se diría a Italia!
{ Eduard en cuanto escucho que Helen se diría a Italia de inmediato salió de la cama y se puso a un lado de esta, con una mirada de molestia y con voz de furia le ordeno a Antonio.}
¡Te veo en el aeropuerto en treinta minutos!
{ Sin esperar respuesta Eduard colgó el teléfono y se dirigió hasta el baño para lavar su rosto, después miro su reflejo en el espejo y apretando fuerte la toalla que tenía en su mano dijo.}
¡Helen, hoy serás mi mujer, no voy a darte más oportunidades!
{ En cuanto entro Laura vio a Helen y se acercó y la miró a los ojos y le dijo.}
¡Helen al parecer tu situación legal esta muy comprometida!
{ Helen no pudo contener más sus lágrimas y se echo a llorar, sus lágrimas recorrían todo su rostro, Laura trato de secar su rostro, Helen entro como en un ataque de histeria, aún que ella quería dejar de llorar no podía, se sentía como si le opresión en su pecho, solo tenía en su mente a su padre postrado en una cama de hospital.
Laura se dio cuenta que su amiga no estaba bien, por lo que salió y le dijo a los oficiales.}
¡Necesito que traigan un médico, mi amiga no está bien!
{ En ese momento iba llegando Eduard y cuando vio a Laura con toda esa desesperación le ordeno a Antonio que se encontraba a su lado.}
¡Llama a Jorge y dile que venga de inmediato!
{ No dijo más y se abrió paso entre los oficiales y entró en la habitación.
Cuando entro encontró a Helen en una inquina sentada con las piernas recogidas y envueltas con sus manos, con todo el rostro empapado por las lágrimas que no dejaban de salir. Eduard se acercó a ella y la tomó entre sus brazos y camino para sacarla de ese lugar, la llevó hasta otra habitación donde se encontraba una pequeña sala, la acomodó con mucha delicadeza en un sillón, se quito su chamarra y se la puso.
Helen lo miro a los ojos de Eduard, con una mirada llena de suplica le dijo.}
¡Necesito ir a Italia, ayúdame!