La Bestia Y La Chama

Narra Kathleen.

Dejando claras las cosas con mi bestia ya me siento más tranquila y sé que podré ayudarlo en todo este desmadre de las guerras de poder.

La noche estuvo maravillosa, poco a poco voy conociendo mejor a esta familia que son como la caja de Pandora, sí, cada día es una sorpresa distinta, estoy en el clóset buscando un pijama mientras Maximiliano está hablando con su papá en el pasillo, por lo que logré escuchar es sobre una sorpresa para Isabelletta que hasta dónde tengo entendido su cumpleaños es dentro de 5 días .

Entro al baño me ducho y cuando salgo veo a mi Bestia acostado en la cama con el dorso desnudo mirando al techo , me trepo encima de él llenando su cara de besos tiernos, él sonríe y me entrelaza sus brazos al rededor de mi cintura, yo agarro su cara entre mis manos y le doy un beso profundo, pero tierno , él lo intensifica y se abre paso en mi boca dejando que su lengua y la mía se saboreen .

Yo paso mis manos por su pecho acariciando y tocando sus músculos, me levanto y él me mira algo confundido...

Maximiliano: ¿ qué hacés ? ¿ por qué paras ?

Kathleen: —sonrió con malicia — porque hoy quiero hacerte mío , quiero ser yo la que te coma hoy —sonrío nuevamente y le bajó los pantalones admirando su gran masculinidad— siento que que a tí te creo Afrodita porque ha sido muy generosa contigo — lo vuelo a mirar con picardía y el sonrió de medio lado con cara de soy el mejor—.

Disfruto de su masculinidad y él se queja de placer haciendo un sonido tan exquisito que me hace sentir poderosa. Hago que se levante de la cama y me pongo de rodillas ante él, pero él recoge mi cabello con sus dos manos y regalándole una sonrisa maliciosa la cual disfruto, no lo dejo de mirar y eso lo hace sonreír más regalándome un quejido que me hace enloquecer de pasión, me levanto y me lo como a besos, de esos besos desesperados y con ansias, él corresponde cada beso de la misma manera y con una sincronía que me hace desear y pedirle a la vida que siempre me permita tenerlo así para mí, siempre mío.

Él me tumba a la cama apretando, mordiendo, besando y disfrutando de mis pechos , haciendo que mi espalda se arquee de placer , me besa por el cuello y me da pequeñas mordidas que me hace gemir cada vez más , con una de sus manos me agarra por la parte de atrás de la cabeza y con la otra acaricia mi sexo , logrando que mi respiración se acelere más, él me mira sonriendo maliciosamente y eso me prende más, porque es justo esa sonrisa la que me excita , la que hace que mis hormonas enloquezcan .

Lo empujo al otro lado de la cama y me trepo encima de él mirándolo con picardía , mordiendo mi labio inferior y me deslizo hacia él besándolo como si mi vida dependiera de cada beso, él me agarra de los hombros y levanta sus caderas para penetrarme más fuerte , logrando que lo sienta por completo en mi ser, gimo de dolor y no me muevo mientras me acostumbro a él por unos segundos , después de un momento sentí la necesidad urgente de moverme, de sentirlo palpitar dentro de mí, me muevo haciendo que él se aferre a mis hombros mientras disfruta de mi furor de mujer...

Kathleen: —chupándole el lóbulo de la oreja —así amor...así siempre te quiero tener —un gemido suave se escapa de mis labios y muerdo su cuello— eres mío Bestia, solo mío.

Él se estremece dándome una estocada que me hace sentirlo muy, muy adentro mientras que intensifico mis movimientos.

Maximiliano: —aparta mi cara de su cuello y esos ojos grises que tanto amo se oscurecen mirándome fijamente— Así siempre quiero estar contigo... quiero que siempre me hagas tuyo y que siempre seas mía —su boca devora la mía , pegándose a mi oído— Te Amo Principessa .

Nuestras miradas se encuentran y lo beso nuevamente

Kathleen: –aún con la mirada fija en la suya y pasando mis manos por su cabello— soy la única Chama que tendrás en tu vida — lo vuelvo a besar mientras le muerdo el labio inferior —.

Él sonríe y me voltea cambiado de postura ahora, me coloco arrodillada con el torso pegado a la cama y él me penetra con dureza, suelto un quejido y él me agarra por el cabello , mientras se inclina a mi oído ...

Maximiliano: siempre serás mía y solo te quiero a tí, no quiero a más nadie en mi vida — un ligero rugido se le escapa— eres mi Chama y siempre serás mía — me muerde la espalda y vuelve a bajar a mi oído y con su tono de voz gruesa, sexy y autoritaria — di que eres mía dilo .

Sus palabras hacen que mi corazón se acelera aún más y que mi entre pierna se humedezca más de lo que ya está ...

Kathleen: —entre gemidos — soy tuya... siempre seré tuya mi Bestia... soy totalmente tuya.

Siento que ya estoy cerca del placer, pero él me voltea posicionándose entre mis piernas, dándome estocadas cada vez más rápidas y más profundas , sus labios buscan los míos y en un profundo beso lleno de deseo , amor y lujuria siento como mi placer hace acto de presencia junto al de él.

Allí quedamos ,él encima de mí con nuestras respiraciones aceleradas , su cuerpo sudado encima del mío y su cara entre mi cuello. Le levantó la cara y me miró con una sonrisa victoriosa...

Maximiliano: Se suponía que hoy yo iba a ser tuyo ¿no? — se ríe burlón— entiende cariño mío que siempre te are mía, que seré yo el que siempre te poseerá —sonríe dándome un guiño —.

Kathleen: —lo miro colocando cara de coqueta— esa siempre ha sido mi idea , que me poseas — le devuelvo la sonrisa victoriosa y lo abrazo —.

Después de unos minutos allí acostados sin movernos y con él aún dentro de mí, me muevo suavemente para separarnos e irnos a la ducha .

Ya acostados nuevamente en la cama , él me abraza y depósita besos en mi cuello y en mi cara...

Maximiliano: —me mira con ternura—te Amo , te Amo muchísimo Kathleen , me haces tan vulnerable, tan débil... —cierra los ojos por un momento y suspira— solo te pido que no me lastimes, porque tienes el poder sobre mí, te estoy dando todo el poder al ser tan abierto contigo — me besa y hunde cu cara en mi cuello—Te Amo.

Kathleen: — me apartó un momento para tomar su cara y mirarlo nuevamente— mirame Maximiliano, mirame bien , el mismo poder que me estás dando tú ,te lo estoy dando Yo al entregarte todo de mí, mirame bien vida mía — depositando un beso corto en sus labios— nunca pienso hacerte daño, nunca pienso herirte porque lastimarte a tí sería lastimarme a mí — le doy un beso tierno en los labios— te Amo tanto Maximiliano, tanto que daría mi vida si fuese necesario solo por verte feliz.

Nos hundimos en un beso profundo y allí abrazada a él , allí escuchando el latido de su corazón y sintiéndome refugianda y segura entre sus brazos me quede dormida.