Kim ha reencarnado en la villana Dasha y ahora deberá hacer lo posible por evitar su tráfico final.
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capítulo 2- primer problema
Habían pasado dos días, aún esta asimilando lo que pasaba, Lila le lleva todos sus alimentos del día, al menos Olga no le prohibía eso; en ese momento, Dasha estaba disfrutando de una tarde de té en la habitación cuando entré Boris, el hijo de Olga, su madre había salido y por supuesto que iba a aprovechar hacerle una visita a Dasha, enseguida la ordena a Lila salir.
- Lila se queda, además has estrado a mi alcoba sin pedir permiso.
- esta es mi casa, soy el próximo Duque y soy tu hermano, no necesitó pedir permiso.
Tomo asiento en el mismo sofá, cortando una porción de pastel para dárselo a Dasha.
- abre esos lindos labios, hermanita.
- maldito enfermo.
Chasquea la lengua, pero Boris se muestra molesto y la sujeta de la barbilla apretando para que abra la boca y le coloca el pastel en ella, orgulloso de lo hecho, Dasha se pone de pié y escupe el pastel, mientras que va a esconderse tras Lila.
- que sucia eres hermanita, todavía que te doy de comer en esa preciosa boca.
- largo, fuera de mi alcoba...
- bien, me iré, te veré después.
El chico guiña el ojo y se va de la alcoba, mientras que Dasha hace un gesto de desagrado, ese pastel le supo desagradable, Lila le limpia los labios, es horrible que ese chico ya adulto, trate así a una niña, no cabe duda que es un enfermo.
- ¿esta bien señorita? Si quiere, puedo quedarme con usted.
- estoy bien Lila...
Es hora de preparar algo, para deshacerse de Boris, un hombre así, debe acabar encerrado de por vida. Mientras tanto, le pide a Lila que la acompañe al jardín, ha estado encerrada mucho tiempo y quiere algo de aire fresco, después de pasar un mal rato. En el jardín, Dasha camina tranquilamente, el jardín era hermoso, lleno de flores y arbustos, todo ese sitió era más grande que un parque de su mundo, al estar en el jardín delantero, ve llegar un lujoso carruaje, que se detiene antes de llegar a la entrada de la mansión, pronto un joven chico baja de dicho carruaje, quien rápidamente camina hasta Dasha llevando consigo un ramo de flores, era un chico joven, de cabellera oscura y hermosos ojos azules, con una encantadora sonrisa, que encantaría a cualquier chica.
- buen día princesa, es tan agradable verla esta tarde.
Dasha se quedo en silencio, con el chico extendiendo la mano con el ramo de flores, hasta que finalmente reacciona y sujeta el ramo, haciendo una leve reverencia, le tomo un poco de tiempo, pero, supone que ese chico es Viktor Makarov, su prometido, un joven de 14 años, príncipe de otro país.
- alteza, no esperaba verlo este día, parece que ha venido sin previo aviso, eso no es muy educado.
Dasha muestra con gesto de molestia, pero Viktor sonríe.
- tiene razón, lamento no haberle enviado una carta anteriormente. Espero, no le moleste invitarme a la hora del té.
- lamento mucho eso alteza, la hora del té acabo hace un momento.
Por no decir que le fue arruinado por Boris. Pero Dasha le ordena a Lila servir té y bocadillos en el kiosko del jardín trasero, mientras es servido, Dasha camina con Viktor para guiarlo al sitio, aunque desde la ventana, Boris los observa nada contento al ver a Viktor, por supuesto el chico logra verlo y le sonríe. Viktor habla de como tuvo que hacer un largo viaje y se disculpa por no haberle avisado que se iba y por su ausencia, pero Dasha, sabe que el chico esta mejor sin verla, al menos, así fue descrito en la novela, Viktor no gustaba de Dasha, pese a que ella era una chica hermosa, así que tan pronto conoce a la protagonista, el se enamora, pero no de su belleza, si no, de su humildad y alegría, todo lo opuesto a ella, quien era siempre sería y algo presumida, debido a su actitudes talentosas, Dasha aprieta las manos en su vestido, pensar que ese chico ante ella, que le sonríe falsamente, es el causante de toda su desgracia, pero ahora, ella no es la verdadera Dasha y no se dejará llevar por los celos.
- señorita ¿esta bien?
Dasha reacciona y muestra una radiante sonrisa.
- estoy bien. No se preocupe, no le tomo importancia a si usted viene o no, el compromiso, es algo acordado entre nuestros padres, no esta obligado a venir.
- n-no...yo no vengo porque me vea obligado...en realidad...
- no tiene que ser tan modesto, en realidad, estoy bien, si no viene a verme.
Viktor ríe de manera forzada, mientras se rasca la nuca mirando hacía otro lado, apenado.
- vaya, hoy parece estar de mal humor, la próxima vez avisaré antes de venir.
Dasha frunce los labios, parece que el chico no está entendiendo, pero, no importa, al final, será él quien deje de venir, si sus cálculos son correctos, Viktor y Zaria se conocerán en su cumpleaños número 14, para ello, faltan un par de semanas. Viktor habló un poco más, hasta que finalmente debe marcharse, se despide tratando de besar el dorso de la mano de la chica, pero ella lo aparta, Viktor solo sonríe y sube al carruaje, ahí hay un chico un poco mayor que él vestido de guardia.
- parece que la princesa esta muy enojada, hoy nisiquiera le alegro verlo.
- eso parece, hay algo diferente, pero, eso me gusta...
Para cuando se ha marchado el carruaje, Dasha entra a la casa y en las escaleras Boris le esperaba.
- que feliz te ves con ese principito, pero no es más que un mocoso.
- eso es algo que a mi hermano no debe importarle, su alteza Viktor, es mi prometido, es normal que deba recibirlo con una sonrisa.
- ese mocoso no es nada, tú eres hermosa, aunque sea un príncipe, no es más que un niño y tú necesitas un hombre de verdad.
Boris se acerca intentando tocar el rostro de la chica, pero Dasha le golpea la mano.
- no me toques, enfermo.
Dicho esto, se apresura a subir a su alcoba, aunque Boris la sigue, ella cierra con llave su puerta, vaya hombre asqueroso que es, el padre de Dasha debe ser algo tonto como para no darse cuenta que deja a su hija con semejante peligro, algo debe hacer, para echarlo de la casa. Durante los siguientes días, procuraba no salir de su habitación y coloca el seguro de la puerta para evitar que Boris entre sin permiso, incluso a la hora del baño, pedía a Lila quedarse en la habitación, pues es en la única en quien puede confiar y la única que parece importarle lo que sucede, aunque lamentablemente siendo solo una doncella, no puede hacer mucho, porque si trata de decirle al Duque, será su palabra contra la de Boris y es obvio que ella, tiene las de perder y si es despedida, Dasha se quedaría aún más desprotegida.