Bruno se niega a una vida impuesta por su padre y acaba cuidando a Nicolás, el hijo ciego de un mafioso. Lo que comienza como un castigo pronto se convierte en una encrucijada entre lealtad, deseo y un amor tan intenso como imposible, destinado a arder en secreto… y a consumirse en la tragedia.
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LA OPORTUNIDAD
...Pasado. Bruno...
—¡Ya te dije que no! No me importa si fuiste el más alto en tus calificaciones. ¡No seguirás estudiando!
—Papá, ¡por favor! No he hecho nada malo. ¡No seas cruel conmigo! Me están dando esta oportunidad de seguir adelante en la escuela. Yo solo quiero continuar...
Me dio una cachetada. ¡Me dolió la cara! No pude evitar llorar por el dolor de enfrentar esta situación. ¡Ya lo había hartado!
—Un chamaco como tú solo servirá para ser alfil. ¿Qué caso tiene que sigas yendo a la escuela a perder el tiempo? ¡Te gastas mi dinero!
—¡No estoy perdiendo el tiempo! No sé por qué tienes esos pensamientos tan cavernarios —no me dio miedo responderle.
—Me estás haciendo enojar. ¡No me respondas!
Tragué saliva; mi corazón latía de tristeza y enojo. ¡Papá sí podía explotar frente a mí! Yo también tenía ganas de explotar.
—¡Perdóname! No soy un mal hijo, lo que te estoy pidiendo no es malo. Además, escuchaste que...
—¿Cuántos de tus amigos seguirán estudiando? Dime, quiero saber el número.
Tragué saliva y me obligué a controlar mis lágrimas. ¡Esto me dolía!
—Tres.
—¿Y los demás?
—Ellos no irán.
—¿Qué harán? ¿Por qué no irán?
Me quedé callado. La respuesta era dolorosa. ¡Me dolía aceptar esa realidad! No quería pronunciar que esa era la vida que mi padre quería para mí. ¡Me negaba a aceptar las costumbres ancestrales!
—Se irán con sus novias o a trabajar al campo —admití, cabizbajo.
¡Esa era la costumbre en este pueblo! Una costumbre extraña para mí. Que a la edad que tengo ya era buen tiempo para casarse con alguien, aunque ninguno de los dos fuésemos lo suficientemente capaces de entender el significado real de la vida de adultos casados.
—¡Así es! Y tú, en vez de estar pensando en la escuela, deberías prepararte para trabajar. ¿Ya sabes arar? ¿Sabes podar? ¿Sabes hacer las tareas de la casa? Debes aprender a ser un buen alfil; aprende que debes servir a los demás.
¿Un buen alfil? Eso era lo más estúpido de esta conversación.
Por eso me daba coraje que papá no valorara todo lo que era capaz de hacer. ¡Por supuesto que ya sabía hacer todas esas cosas! Mi madre me había enseñado a cumplir con los deberes de la casa, y aunque papá no me enseñó, mis abuelos me habían enseñado a trabajar el campo.
¡Pero no tenía otra opción ante el mal temperamento de mi padre! Me sequé las lágrimas y decidí darle mi mejor cara a su ideal tan absurdo.
—Yo no quiero casarme pronto y tampoco pienso que ser alfil sea lo mejor para mí. ¡Quiero aprender más! Debo cumplir con mis metas y sueños antes de convertirme en adulto. O sea, si sabes que la vida también nos da la oportunidad de soñar, ¿no?
—¡Estás loco! No quiero que me...
—Quiero aprender más sobre costura, estudiar para diseñar o...
—¿Y quién te va a pagar la escuela? Porque ni creas que yo te voy a dar dinero. ¿No ves que somos pobres?
No teníamos dinero porque papá solía beber mucho, y aunque trabajaba como jardinero en casa de un narco, literalmente estábamos en la fregada económicamente. ¡Canijo! No había dinero para mi escuela, pero siempre había para su vicio, y nadie podía decirle nada.
—¡Yo me pagaré la escuela! No te preocupes por eso.
Pareció no creerme. En su rostro se reflejaba incredulidad y ganas de burlarse de mí. ¿Por qué no estaba dispuesto a ayudarme? Él había rechazado la beca que me ofrecieron esta tarde en la graduación. ¡No quería que yo siguiera adelante! Mi padre también era muy orgulloso.
—¿Tú te la vas a pagar?
—Sí. Yo puedo pagarme la escuela —pronuncié con seguridad.
—¿Y cómo piensas hacer eso? La vida es bien cabrona. ¡No sabes lo que dices!
¿Cabrona? No estaba dispuesto a aceptar la realidad de sus ideales. ¡No quería ser como todos en este lugar!
—Sé coser. Le diré a mi abuelita que me deje ayudarle en sus costuras. ¡Así ganaré dinero para mi escuela!
Pero eso solo hizo que él se enojara mucho más. Sentí que iba a golpearme otra vez. Se acercó, alzó la mano y lo único que se me ocurrió fue cerrar los ojos. ¡Me iba a dar otra bofetada!
—¡Déjalo que estudie! ¡No le pegues! No tiene la culpa de que tú no seas tan buen padre.
La voz de mi abuela me tranquilizó.
—¡Madre! —Papá se sorprendió de que ella estuviera ahí.
—Bruno es muy inteligente. ¿Qué culpa tiene de que tú no quieras que vaya a la escuela solo porque a su edad tú decidiste juntarte con tu mujer? —interrumpió mi abuelita—. Deberías dejarlo que aproveche mientras no tiene su propia familia. ¡Déjalo que estudie el bachillerato!
Me dio tanto gusto verla. ¡Ella era mi salvación! Mi mejilla se salvó de recibir una gran bofetada.
—Madre... usted no sabe la situación, su nieto...
—Yo le pagaré la escuela —interrumpió ella—. No te preocupes por eso. ¡Y deja de beber! No me gusta ver a mi hijo ebrio tirado afuera de la cantina. ¡Das pena!
Papá agachó la mirada por unos segundos. Mi abuelita me estaba salvando de esta situación. Sostenía un ramo de claveles color melón y me lo ofreció.
—¡Felicidades, hijo! Me da gusto verte graduado. Te traje estas flores y pensé llevarte a mi casa. Te he preparado una comida para celebrar.
Sin dudarlo, corrí hacia ella y la envolví con mis brazos. ¡Me sentía a salvo cuando me abrazaba!
—¿Le hizo una comida? —Papá parecía no creerlo.
—Sí. ¡Se lo merece! Mi nieto es muy brillante. ¡Estoy orgullosa de él!
Sus palabras me hicieron olvidar el dolor que acababa de enfrentar con mi padre.
—¡Muchas gracias! —me limité a decir.
Asintió.
¿Qué estaría pensando mi padre justo ahora? ¿Aceptaría la propuesta de mi abuelita de pagarme la escuela? ¿Me dejaría seguir estudiando? ¡Eso era lo que yo quería!
Ella y yo comenzamos a caminar hacia la salida de nuestro hogar, y cuando llegábamos a la puerta del patio, un muchacho apareció de la nada. Y en mi recuerdo, no había rastros de alguien como él.
Hizo contacto visual conmigo. ¿Quién era? ¿Por qué estaba aquí? ¿Buscaba a mi padre?
—¡Buenas tardes! —saludó.
Vestía de forma elegante: pantalón de vestir negro, camisa blanca y corbata negra. ¡Era alto! ¡Y guapo! Fue evidente que no vino a buscar a mi padre. ¿Le regalaría flores a él? ¡Por supuesto que no!
—Hola, hijo —mi abuela respondió a su saludo.
—Vine a entregar este presente al graduado. Me dijeron que aquí vive Bruno.
¡Impactado quedé! ¿Me estaba buscando? ¿Por un presente? Me sentí halagado y chiveado a la vez. Sonreí al instante.
—Hola, ¡yo soy Bruno! —No me dio miedo presentarme.
Al instante, sentí chispas en nuestro contacto visual.
—¡Mucho gusto! Mi padre me pidió que te entregara este presente —extendió un ramo de flores, claveles blancos, y me ofreció una bolsita de regalo.
Lo reconocí al instante. ¡Tenía poquitos rastros de él! Ese muchacho se había sentado en la mesa del presídium de graduación. ¡Él me entregó mi diploma de aprovechamiento!
El muchacho era mayor que yo, eso era evidente. Llevaba puestos unos anteojos con cristales verdes y su sonrisa era muy bonita. Me pareció muy lindo su gesto. No dudé en tomar el presente.
Nuestras manos tuvieron un contacto ligero.
—¡Muchas gracias!
—Para servirte —dijo, limitándose.
Sonrió e hizo una reverencia simple.
—¿Te quedas a comer? —mi abuelita lo estaba invitando.
Arrugó el entrecejo.
—Gracias por la invitación, pero debo regresar a casa. Mi papá está enfermo y debo atender algunos asuntos allá. ¡Una disculpa!
—No te preocupes. Deseamos que tu padre se recupere pronto —dijo mi abuelita.
¿Su padre enfermo? Sentí ligera preocupación.
—¿Cómo está él? —pregunté.
Sus ojos hicieron contacto con los míos.
—Debe reposar en cama. El médico dice que se recuperará pronto.
Sonreí, me sentí aliviado.
—¡Pues espero que así sea! Dile a tu padre que estoy muy agradecido y contento con el regalo que me has traído. ¡Muchas gracias!
Y, como un impulso muy grato, decidí darle un abrazo.
Nico me gusta... quiero saber más!!!
unos capítulos más, porfaaaaa
Estoy encantada de leerte nuevamente 🤗
Voy leyendo todas tus novelas de a poco...
Dejo unas flores y pronto algún voto!!! por favor no dejes de actualizar, me gusta mucho como viene esta historia 💪♥️