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El Oráculo De La Bruja: El Despertar Del Nexus

El Oráculo De La Bruja: El Despertar Del Nexus

Status: En proceso
Genre:Magia / Superpoder / Demonios / Brujas / Fantasía épica / Superhombre
Popularitas:14.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Kevin J. Rivera S.

En un mundo donde las brujas fueron las guardianas de la magia, la codicia humana y la ambición demoníaca quebraron el equilibrio ancestral. Veydrath yace bajo ruinas disfrazadas de imperios, y el legado de la Suprema Aetherion se desvanece con el paso de los siglos. De ese silencio surge Synera, el Oráculo, una creación condenada a vagar entre la obediencia y el vacío, arrastrando en su interior un eco de la voluntad de su creadora. Sin alma y sin destino propio, despierta en un mundo que ya no la recuerda, atada a una promesa imposible: encontrar al Caos. Ese Caos tiene un nombre: Kenja, un joven envuelto en misterio, inocente e impredecible, llamado a ser salvación o condena. Juntos deberán enfrentar demonios, imperios corrompidos y verdades olvidadas, mientras descubren que el poder más temible no es la magia ni la guerra, sino lo que late en sus propios corazones.

NovelToon tiene autorización de Kevin J. Rivera S. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO XX: Bajo la Tormenta

— Synera—

La tormenta nos esperaba, como un muro de sombras suspendido sobre la villa.

Nos acercamos rápidamente a sus afueras. El sendero era angosto y húmedo, flanqueado por árboles retorcidos cuyas ramas se alargaban como dedos famélicos tratando de atraparnos. El cielo seguía oscurecido, como si la noche hubiera caído antes de tiempo. Pero no era noche. Era otra cosa.

Una niebla densa y opresiva cubría todo, convirtiendo el aire en algo pesado, casi tangible.

El viento ya no soplaba. Solo se deslizaba, lento y cauteloso, como si también temiera avanzar.

Sentí la presencia de ellos.

Latentes. Inquietos. Demonios.

No uno. No dos. Decenas… tal vez más. Ocultos en las grietas de la tierra, arrastrándose entre las raíces, espiándonos desde la bruma.

—Synera… —murmuró Kenja, deteniéndose, con la voz temblorosa—. ¿Los sientes…?

Asentí sin dejar de caminar.

—Están por todas partes —dije, con firmeza—. Este lugar… está corrupto.

Mientras descendíamos por la colina cubierta de musgo, el aire se volvió aún más pesado.

Le hablé sin girar el rostro, dejando que mis palabras golpearan como advertencias:

—Kenja… escucha bien. No todos los demonios son iguales. Existen jerarquías, rangos de poder… definidos por su esencia, su forma y su origen. Por nuestra seguridad… y por la de ellos.

Él me observó en silencio, los ojos abiertos y tensos. Respiraba con dificultad. Continué:

—Los más comunes son los demonios del Purgatorio. Criaturas deformes, arrancadas de pesadillas antiguas. Algunos caminan en cuatro patas; otros se arrastran como gusanos sin rostro. Inestables, rudimentarios. Se alimentan de cadáveres y de miedo. Clase D. Molestos… pero débiles. Incluso un humano entrenado podría vencerlos.

—¿Y luego? —susurró Kenja, con un hilo de voz.

—Los Clase C —dije, mientras la bruma parecía acercarse más a nosotros—. Mitad hombre, mitad bestia. Retienen algo de inteligencia, pero su odio corrompe todo. Son letales para humanos: algunos escupen fuego verde, otros absorben energía vital al tocarte. Para una bruja, aún manejables… pero no subestimes su fuerza.

—¿Y los de ahora? —preguntó con miedo contenido.

—Clase B —respondí, dejando que cada palabra cayera como un peso sobre él—. Más inteligentes. Más conscientes. Más peligrosos. Algunos parecen ángeles; otros, seductores. Su forma cambia según evolucionan. Pueden engañar, manipular, torturar… sin tocarte. Domina conjuros, maldiciones, control mental… incluso la fuerza bruta. Kenja… tú no estás listo para enfrentarlos solo.

Bajó la vista, tragando saliva, pero no dijo nada.

—Los Clase A —continué— son otra historia. Controlan maná a un nivel superior: manipulan elementos, invocan monstruos menores, corrompen el entorno solo con estar presentes. Algunos poseen reyes; otros destruyen ejércitos enteros. Y cuanto más alto el rango, más humano parece su rostro… y más peligroso su corazón.

Hice una pausa, observando la niebla retorcerse entre las ramas.

—Por encima están los Clase AA y S —susurré—. No caminan… aparecen. Son catalizadores de caos. Apenas tienen forma física; su presencia hace temblar el mundo.

Kenja me miró, con el miedo cristalizado en sus ojos.

—¿Y tú… podrías enfrentarlos? —preguntó con voz temblorosa.

—Hasta un Clase AA no sería problema —dije con absoluta certeza, sin orgullo, solo verdad.

—¿Un Clase S…? —dijo Kenja, la voz temblándole mientras miraba hacia mí con incredulidad.

—En mis mejores días… sí —respondí, con un dejo de amargura—. Pero ahora… sin mi báculo, no.

El silencio se volvió más espeso. Mis ojos recorrían la villa envuelta en sombras. La tormenta parecía contener la respiración.

—¿Y si aparece uno más fuerte…? —preguntó Kenja, temblando.

—Correrás —dije, mirándolo fijamente—. Me obedecerás… y correrás.

Asintió. La decisión pesaba en su pecho, pero estaba hecha.

—¿Y hay algo peor que eso…? —insistió.

—Sí —dije, deteniéndome en seco—. Los de clase SS o superiores.

Kenja se tensó hasta la nuca.

—¿Eso es real? —susurró Kenja, incapaz de apartar la mirada de mí

—Sí. Son demonios que no fueron creados. Conceptos. Ideas vivientes. Nacieron del vacío, antes del tiempo. No obedecen leyes. No hablan. Solo… destruyen. Uno solo… podría borrar todo lo que conoces. No porque quiera… sino porque puede.

El miedo en sus ojos era real. Y en los míos… también. Porque yo lo había visto.

—Una vez… sentí el maná de uno. Solo eso bastó —dije, con la voz baja y firme—. Y entendí que, aunque sea una extensión de la Suprema, ni yo tenía el poder para enfrentarlo.

La tormenta rugía a nuestro alrededor. La villa se extendía ante nosotros, oculta entre brumas y cenizas, como un corazón oscuro latiendo lentamente.

Seguimos avanzando.

Y en la distancia… la villa emergía, muerta y expectante, esperando algo más que la lluvia. Nos esperaba… nuestro primer verdadero descenso al infierno.

Cada gota que caía sobre el suelo parecía un susurro apagado de advertencia. La villa estaba lo suficientemente cerca para distinguir los tejados más altos a través de la neblina, pero aún no lo bastante como para cruzar la línea sin ser detectados.

Me detuve y levanté una mano: Kenja comprendió de inmediato. Un paso más y su presencia sería detectada, y con ella, la mía.

La tormenta arreciaba, y entre los árboles, las formas de los demonios se insinuaban, retorcidas, inquietantes. Nos refugiamos en una cueva escondida entre raíces retorcidas y rocas cubiertas de líquenes. Pequeña, pero lo suficiente para escondernos.

Dentro, la humedad colgaba del techo como hilos de plata. Encendí una llama suspendida en el aire, apenas un resplandor cálido que no delataría nuestra posición.

—No podíamos acercarnos más… —dije en voz baja, observando cómo la luz temblaba sobre las paredes húmedas—. Unos metros más y nos detectaban.

Kenja cruzó los brazos, el ceño fruncido.

—Pero tenemos que hacer algo, ¿no? Hay gente en esa ciudad… niños, familias… No pienso quedarme aquí esperando que sea demasiado tarde —dijo, con la determinación de un héroe juvenil.

Lo observé. Empapado, agotado, pero con esa chispa incansable en los ojos. Me recordó a alguien que ya no estaba.

—Realmente, no me importan los humanos —dije, con voz firme—. Pero hay algo que no soporto más que ellos: esos malditos demonios. Si entramos sin un plan, seremos los siguientes cuerpos adornando sus calles.

Me sumí en silencio, visualizando estrategias. Sin mi báculo, todo estaba limitado. Cada segundo se diluía entre el golpeteo de la lluvia y la tensión contenida. Entonces, Kenja alzó la voz, iluminado por una chispa de inspiración.

—¡Ya lo tengo! —exclamó Kenja, iluminándose por dentro como si acabara de encender un fuego—. ¿Y si invoco a Kurojin? Él podría colarse en la villa, observar y darme visión desde dentro. ¡Sería perfecto!

Lo miré, arqueando una ceja con un dejo de escepticismo.

—No es mala idea… sorprendentemente —dije, midiendo cada palabra—. Pero mandarlo tan lejos de ti es arriesgado. Aún no dominas tu maná por completo; la invocación podría romperse antes de llegar al centro de la villa.

Kenja frunció el ceño, frustrado, pero antes de que pudiera replicar, se me ocurrió una alternativa.

—Podemos intentarlo si yo estabilizo tu canal de maná —propuse, con firmeza—. Uniré mi flujo al tuyo como soporte mágico. No será fácil… pero podría funcionar.

Él asintió de inmediato, como si no hubiera otra opción en su mente.

—Entonces hagámoslo —dijo, kenja.

Kenja saco a Sharksoul, esa espada que resonaba con su alma. La alzó hacia el centro de la cueva y la giró con precisión, como si fuera una llave abriendo la cerradura de otro plano. Un círculo de invocación emergió bajo sus pies, resplandeciente, trazado con símbolos oscuros y líneas entrecruzadas por una energía viva y palpitante.

—¡Kurojin, responde al llamado!—exclamó con firmeza.

El aire se quebró como cristal bajo presión, y de las sombras surgió su figura.

Alto, firme, cubierto por un traje de ninja en tonos rojo carmesí y negro profundo como la noche. Su rostro permanecía oculto tras una máscara sin expresión, y solo sus ojos —afilados como cuchillas silenciosas— brillaban con una devoción imperturbable.

—Kurojin, espíritu de la tormenta carmesí, a su servicio —declaró con voz grave y templada.

No pude evitar mirar de reojo. La primera vez que lo vi, me colocó un kunai directamente en el cuello.

Fue… memorable.

—Creo que es lo único que sabe decir esa cosa —murmuré para mí, con cierta ironía.

Kenja, por otro lado, estaba encantado como un niño con su juguete favorito.

—¡Kurojin! —exclamó Kenja, con los ojos brillando de emoción—. ¡Mira! Synera me hizo un atuendo inspirado en el tuyo. ¡Ahora somos un verdadero dúo ninja!

Tomó la mano del espíritu, agitándola efusivamente. Kurojin no reaccionó. Solo parpadeó lentamente, como un gato que contempla la estupidez humana con resignación.

—Basta de juegos, Kenja —le dije en tono seco—. Explícale la situación y dale sus órdenes.

Él recuperó la compostura, respiró hondo, y comenzó a explicar brevemente la misión. Kurojin lo escuchó en completo silencio, luego asintió… y desapareció.

No corrió.

No saltó.

Simplemente se desvaneció, como si nunca hubiera estado allí. Una sombra más entre tantas.

—Ahora siéntate y concéntrate —le ordené.

Kenja obedeció, cruzando las piernas sobre el suelo húmedo. Me coloqué detrás de él, cerré los ojos y posé mi mano derecha sobre su espalda. Sentí su canal de maná, su esencia vibrando con esfuerzo. Le transferí la mía, canalizándola con cuidado, como quien alimenta una llama sin apagarla.

—No te distraigas —le susurré—. Cierra los ojos. Siente a Kurojin. Conviértete en sus ojos.

—Lo siento… está avanzando —dijo Kenja, su voz tensa desde la visión de Kurojin—. Sus pasos son tan ligeros que ni el suelo los percibe.

—Bien —respondí, con firmeza—. Mantén la conexión. Yo me encargaré del resto.

Y así, mientras la lluvia caía más fuerte afuera y la noche se cerraba como un párpado de sombras sobre el mundo, dos almas se sincronizaban dentro de una cueva olvidada, en un reino condenado, intentando salvar una villa… antes de que los demonios la devoraran por completo.

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Keja Herfilia
Waoo, amé ese dibujo, te quedó increíble. Quiero más!
Blair Waldorf
Genial, esa es synera? Me encantó!
David Gonzalez Cruz
buenisima
Kenja: Me alegra mucho que te esté gustando 🥰
total 1 replies
Imany Shammal Rivera
lo recomiendo muy buena.
Marta Esther Thill Gonzalez
Muy buena historia.
David Gonzalez Cruz
muy bonito e interesante
David Gonzalez Cruz: muy bueno
total 1 replies
David Gonzalez Cruz
me falta el finall de esta hermisa nobela
David Gonzalez Cruz
muy buen libro
David Gonzalez Cruz: me encanta eata buenisima
total 1 replies
Leidys Quintero
Owwww… Frayi😭😭 que lindo capítulo.
Beatriz Narváez campo
con quién comenzará esta nueva vida synera...al menos no estará sola!!
Beatriz Narváez campo: eso está muy bien!! entre más entretenida mejor se disfruta la lectura!!
total 2 replies
Beatriz Narváez campo
muy interesante historia!!
Leidys Quintero
Es muy emocionante esta historia, cada vez se pone mejor.
Leidys Quintero
Esta genial la historia, necesito leer mas, cada vez se pone mejor.
Paola Rivera
Muy buen trabajo hermano, sigue así.
Mikoru987
increible !!
Đông đã về
¡Escribe más, por favor!
Kenja: Hola, saludos. Por supuesto. Estaré subiendo capítulos todos los días. Pronto estará disponible el capítulo V. /Heart/
total 1 replies
Maito
Mas capitulos escritora!
Kenja: Hola, gracias por tu comentario. Espero estes disfrutando mi Obra tanto como yo al escribirla, estare subiendo capitulos nuevos todos los dìas. saludos...
total 1 replies
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