Tenia un matrimonio "feliz", pero mi vida y todo lo que me rodeaba se fue de cabeza al conocer a Salvatore, una historia de amor, pasión desbordante, deseos reprimidos, conocí el cielo y también el infierno al despertar de mi realidad.
NovelToon tiene autorización de ninecita para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Reclamos
Georgina Romano
Abro mis ojos, no sabía en qué momento me había quedado dormida, ya era de día, recordaba la propuesta de Daniel, alegraba mi corazón, la cama estaba vacía, Daniel ya se tuvo que ir a la oficina, hoy iría a visitarlo, tenía qué hacer hasta lo imposible para que él no desistiera de la idea, me levanto animada y me organizo para ir a verlo.
Al llegar las empleadas me saludan efusivamente, debo decir que me hacen sentir especial
- Señora Romano, es un placer tenerla por aquí- saluda vivían
- Hola Vivían, ¿Daniel me puede atender?- pregunto
- Está en una reunión, pero tomé asiento, ¿desea algo de tomar mientras espera?- pregunta
- Un té, gracias- sonrío
Vivían sale con paso ligero, yo me quedo observando el lugar, Daniel era muy perfeccionista, todo era muy minimalista, pero pulcro, aún conservaba un cuadro que le había regalado.
- Aquí tiene, Señora Romano- me sorprende Vivían
- Muchas gracias Vivían- sonrío
¡- ¿Cómo ha estado Señora Romano?- pregunta Vivían
- Oh! Vivían por favor, solo Gio, Señora Romano, me recuerda a Ana- sonrío
- ¿Qué le pareció la idea de Daniel, tener su propia galería?- pregunta curiosa
Casi me ahogo con el té, ella como sabía esto, primero le expuso la idea a ella y después a mi
- ¿Sabías esto?- pregunto incrédula
- Daniel, perdón el señor Romano, me pidió un consejo- sonríe
Ahora me sentía estúpida, la idea fue principalmente de ella
- O sea que debo agradecerte por la galería o Daniel te contó nuestros problemas y también le explicaste como solucionarlos- digo molesta
- Señora no lo tomé así, soy mujer y entiendo su posición, es difícil que su esposo vaya a reuniones fuera del país y nunca la lleve y comparta más tiempo con su secretaria- dice con sarcasmo
Era directa, casi me estaba diciendo en la cara que era su amante, la mujer más cercana
- Ya que eres tan atenta con el señor Romano, porque no le das el hijo que tanto quiere y tomas mi vida, así yo sería libre y no estuvieses a la sombra- sonrío y dejo la taza en la bandeja
Vivían parecía que le salía humo por los oídos, permaneció estática, no hice caso a los rumores, pero ahora es más que confirmado que ella es su amante, siendo sincera no me molesta.
- Cariño, viniste- dice sorpresivamente Daniel
Camino hacia él y lo abrazo, Vivían estaba de pie observándonos
- Quería almorzar contigo y hablar de la galería, ya le agradecí a Vivían por la idea, me contó que te sugirió esto, ya sabes meter las manos en nuestro matrimonio, darte ideas para reconciliarnos, muy atenta ella- digo directamente
Daniel la observaba con ojos de fuego, ella había cruzado una línea.
- Cancela mis reuniones del día, estaré con mi esposa y no volveré- dice molesto
Daniel me agarra de la mano y salimos de la empresa, podía ver su incomodidad, subimos al auto
- ¿Comida china?- pregunta
Realmente no tenía ganas de comer ahora, pero me había puesto en esta situación
- Está bien- contesto cortante
Daniel mensajea algo en su teléfono y yo observo por la ventana, todo se había puesto pesado.
- Espero que no hagas caso a los comentarios de Vivían- dice sorpresivamente
- Deberías despedirla- le aconsejo
- Debes confiar en mí, es buena en lo que hace, no me puedo dar el lujo de despedirla en este momento, estoy a la mitad de un negocio gigante y lucrativo- me informa
- Yo puedo ser tu secretaria, tengo estudios, me aburro mucho en casa, soy tu esposa- le sugiero
Daniel se aclara la garganta y se acomoda su corbata
- Voy a pensarlo, ¿Está bien?- responde
No tenía ganas de ser su secretaria y tampoco que dejara a Vivían sin empleo, solo quería estudiar su nivel de relación.
- Llegamos- dice después de un rato,
Piero el conductor
Daniel se baja y me ayuda, llegamos a un restaurante asiático, muy popular
- ¿Reservaste?- pregunto
- Todo bajo control- responde mientras agarra mi mano y entramos
El lugar era bonito y pintoresco, similar al barrio chino de New York.
- Me recuerda nuestro primer viaje- le digo
Daniel sonríe y me acerca a él, besa mi cabeza
- Señor Romano, Aquí está su mesa- nos indica un mesero
Tomo asiento en compañía de Daniel, era extraño, pero sentía que volvía a los tiempos de antes, estaba concentrada mirando la carta.
- Señor Romano, un gusto conocerlo por fin- escucho
Esa voz, la reconocería a kilómetros de distancia, mi cuerpo reacciona a esto, observo a Salvatore de pie junto a la mesa, Daniel se levanta y saluda amablemente ofreciendo su mano, esto no era posible.
- Señor Capone, el placer es mío, tomé asiento por favor- invita Daniel
Yo parecía de piedra, mi cuerpo no respondía, Salvatore no quitaba su vista de mi.
- Espero no ser inoportuno- dice Salvatore
- Oh!, claro que no, le presento a mi hermosa esposa- expreso Daniel
Está situación estaba saliendo de control, temblaba, ¿Qué hacía Salvatore aquí?, su mano estaba esperando que la tomara
- ¿Cariño?, saluda- me ordena Daniel
Temerosa le doy la mano, siento esa electricidad
- Un gusto Señor- respondo cortante
- Estábamos a punto de ordenar, ¿Quiere algo?- le pregunta Daniel
- Estoy bien, gracias- dice Salvatore
- Un permiso, debo ir al baño- digo rápidamente y me escabullo
Corro para el baño, con los nervios de punta, que hago, Salvatore y Daniel juntos, ¿A qué está jugando?, me miro en el espejo apoyando mis dos manos del lavado, cuando a través del espejo observo a Salvatore entrar.
- ¿Qué crees que haces?- le reclamo nerviosa
- Shhh- me susurra mientras cierra la puerta con llave
Se lanza a mi desesperado y me besa con necesidad, yo trato de controlarme, pero termino cediendo, olvidando donde estaba
- Me muero de celos, al verte con él- dice en mi oído
- ¿Qué haces?- pregunto entre jadeos
Salvatore me sube a la encimera y se mete en la mitad de mis piernas, comienza un camino de besos por mi cuello y baja a mis pechos
-¿Es descarado pensar en hacerte mía aquí, mientras tu marido espera afuera?- susurra
Pero que estoy haciendo, Daniel está afuera, estamos en un restaurante, en cualquier momento alguien puede tocar
- Salvatore- lo llamo
Pero parecía totalmente descontrolado, rozaba sus labios contra mis pechos por encima de la ropa, yo tocó su rostro, buscando que él volviera en sí, aunque yo era una hoguera
- Quiero comerte aquí- me dice con su mirada penetrante
- ¿Qué piensas que haces?- le pregunto tranquila
Salvatore pega su frente con la mía, su respiración es fuerte, pero ahora la controla
- Estoy furioso- me reclama
Su mirada era oscura, pero se veía tan sexy, ahora soy yo quien busca sus labios, le doy un tierno beso, que sigue inmediatamente
- Debemos volver, Daniel puede sospechar- le susurro
Salvatore me ayuda a bajar del lavado, le sonrió y me retiro rápidamente, me costaba resistirme, pero no podía ser imprudente.
Tienes q alejarte lo más lejos posible