Solo Está En Mi Mente

Erick no sabía que responder ante tal pregunta. La mujer que estaba parado frente a él, era July.

- ¿cómo dice señora?. - pregunto incrédulo.

July, hizo un gesto de molestia, para decir:

- te importa si pasamos a tu oficina para hablar mejor, sin que nadie escuche. -

- claro, por favor sigame. -

Una vez que llegaron, Erick cedió el paso a July, después cerró las puertas y pidió a su secretaria que nadie lo molestara.

- ahora si, la escucho Doña July. - dijó él, con una ansiedad imperceptible.

- mira, a me gusta decir las cosas directamente, sin rodeos. Se que te gusta Jazmín; estoy dispuesta a pagarte muy bien para que la seduzcas. Es un ganar ganar para ti.- sugirió inmediatamente July.

El hombre, a un más incrédulo que antes y además de incomodo, no podía creer el descaro que tenía aquella señora en proponerle eso.

- señora, no le entiendo, cómo porque quiere usted que seduzca a su nuera. No tiene sentido, lo que me está pidiendo. -

- acaso, ¿Alejandro esta de acuerdo con esto?. - continuó.

- haces demasiadas preguntas, ni siquiera me has dicho si vas a aceptar o no. - dijó July con prepotencia.

- eso depende, de cuánto dinero estamos hablando. - preguntó Erick.

La mujer sonrió levemente, para decir:

- quinientos mil ahora y el resto te lo daré en unos meses, cuando hayas terminado el trabajo, más adelante recibirás instrucciones. -

- porque no me dice de una vez lo que esta buscando con esto. Digo, para ayudarla mejor. - sonrió descaradamente Erick.

July, bajando la guardia dijo:

- necesito que hagas que se enamore de ti, o por lo menos que logres crear evidencia de que tu y ella tienen una relación íntima desde hace tiempo, así mi hijo podrá al fin librarse de ella con pruebas fundamentadas. Entre más rápido hagas tu trabajo más seras recompensado. -

Él, se levantó de su silla, llegó hasta la mujer, y con un movimiento brusco la volteó hacia sí, para decirle:

- ¿trabajo? ¡en serio Doña July!, ¿pero qué clase de personas es usted y su hijo?. -

ahora veo porque Don Carlos, tomó la decisión de divorciarse de... usted. - expresó Erick hábilmente, viéndola de pies a cabeza con ojos burlones.

Lo que ofendió a July, pues la razón de su divorcio había sido porque ella era muy mezquina con Carlos y con cada empleado que tuvo, no porque él le hubiera sido infiel.

- ¡¿cómo te atreves?!, no eres más que un pobre diablo, pensé en ti porque se que quieres iniciar tu propio despacho contable. - dijo July con arrogancia.

- aunque me estuviera ofreciendo una fortuna entera, ¡jamás haría algo tan ruin como lo que me está pidiendo!. - contestó dignamente Erick.

- creí que eras más inteligente. - dijo July. Qué piensas que va a pasar, cuando tu gran amigo, se entere de que te quieres acostar con su nuera. - continuó, tratando de esparcir su veneno.

Agobiado del descaro de la mujer, Erick la tomó del brazo fuertemente para sacarla de su oficina. Mientras la mujer le gritaba barbaridad y media.

《¡Que mujer tan escandalosa! ¿Cómo se atreve a venir a pedirme tal cosa?》 Pensaba el hombre.

Durante las siguientes semana lo ocurrido anteriormente, no dejaba de darle vueltas en la cabeza de Erick. Pensó en decírselo a su amigo inmediatamente, pero Don Carlos, nuevamente había ido a la sede de Tuxtla, documentos importantes requerían de su ayuda. Por lo que decidió esperar a su regreso para hablarle personalmente. Pero por otro lado pensaba en el bienestar Jazmín, no sabía exactamente hasta donde sería capaz de llegar esa gente.

Sea cual fuese la reacción de Carlos, Erick no se quedaría callado, pues estaba seguro de que su amigo entendería la grave situación. Además él no tenía nada porque temer, después de todo siempre respeto la relación de Alejandro y Jazmín, y ella ni siquiera estaba enterada de los sentimientos de Erick, así que era absurdo pensar en que lo culparía de algo.

Mientras tanto busco la forma de mantenerse al pendiente de Jazmín, por lo menos mientras estaba en el despacho. Hasta que un día, se encontró con ella a unas cuadras de la oficina, él venía en su coche, cuando la vió caminando hacia su mismo rumbo. Sin darse cuenta se estacionó aún lado de ella, y bajo sus vidrios para hablarle.

- no te asustes, soy Erick. ¿Quieres que te lleve?. -

- hola, sí, ya se quien es usted no se preocupe. Dijo Jazmín para luego subirse.

- le agradezco el aventón, se me hizo un poco tarde, y el carro colectivo no paso puntual.-

- ¡¿cómo?! ¿Viajas en transporte público?, ¿porque no vienes con tu esposo?. - pregunto él con un poco de preocupación y disgusto, pues sabía que Alejandro tenía un buen auto, no sabía como es que ni siquiera podía abordar a su esposa en el.

- lo que pasa es que Alejandro siempre viene un poco más temprano que yo, y se va más tarde que mi hora de salida. - dijo Jazmín inocentemente.

《¿Más tarde?, pero Alejandro siempre se va quince minutos después de Jazmín, ¿porqué será?》Pensaba Erick. Cuando la voz de Jazmín lo interrumpió.

- supe que usted está por abrir un despacho contable. -

- ah, sí, así es, quiero ser independiente, la carrera que estudie me apasiona, así que quiero sacarle más provecho. No es que no me vaya bien con Don Carlos, pero ser tener tu propia empresa es un logro bastante grande. -

- claro, tiene usted razón, usted tiene demasiada experiencia en el área contable, que seguro le ira muy bien. - expresó Jazmín.

Los dos charlaban tan amenamente sin imaginar lo que se avecinaba.

Regresando al presente.

Erick, estaba planeando cómo abordar con su amigo, aquel tema que lo tenía pensativo y distraído. Pues justamente ese día Don Carlos estaría de regreso en San José. Cuando la secretaria llegó a pedirle que firmara unos documentos.

Estos documentos avalaban a Alejandro como nuevo dueño del despacho Jurídico de San José. Él como socio debía leerlos y firmarlos para luego realizar la junta en donde se daría conocimiento a todos los empleados de la decisión.