Mi nombre es Hanna y esta es mi historia.
En mi vida todo lo que creí que era real nunca lo fue, por eso sé con seguridad que la frase de "no hay peor ciego que el que no quiere ver "no encaja conmigo....yo realmente quería poder ver; el dolor y el sentimiento de tristeza en mi corazón no desaparecía y la verdad aun persiste por eso la soledad fue y seguirá siendo mi mejor compañera de vida ¿porque?.
-Porque ya no logro confiar en nadie hasta perdí las ganas de conocer y amar a alguien.....perderlo todo porque otras personas así lo decidieron....ja! ¡que ridículo!
-Es insoportable; pero¿qué podía hacer? si mi alma estaba encerrada en una oscuridad profunda sin poder ver ni un poco de luz infiltrarse.
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Días de oscuridad parte 2
-Al terminar la semana volví a casa, cuando estaba por entrar a mi habitación mi padre me pidió hablar un momento.
Fran- Hanna espera, tenemos que hablar!
Hanna- Está bien, ¿de que quieres hablar?
Fran- Quiero que dejes de lastimarte con lo que le pasó a Alex
Hanna- De qué hablas?!
Fran- Alex no está!, pero vos y su bebé están vivos, debes aceptar la realidad
Hanna- Ya lo sé!... solo... tengo miedo
Fran- Miedo?
Hanna- Sí!, porque no pude hacer nada para salvar a Alex, me sentí tan... débil
Fran- No podías hacer nada hija, los dos estaban indefensos por la maldición que les pusieron
Hanna- Lo extraño mucho papá, lo necesito y se que tengo que seguir adelante por nuestro bebé, pero... y si no puedo hacerlo bien sin él?
Fran- No tengas miedo, lo harás muy bien ese bebé tiene una madre fuerte y valiente, Alex te amó hasta su último momento de vida y estoy seguro que sería el hombre más feliz del mundo si estuviera hoy con ustedes
-Después de la conversación con mi padre busqué mi teléfono y llamé a Carlos para disculparme con él, pero no sabía como hacerlo.
-En la llamada:
Hanna- Hola?
Carlos- Hola
Hanna- Cómo estás?
Fran- Bien y vos?
Hanna- Bien...
Carlos- Necesitas algo?
Hanna- No!, que estés bien
-Colgué la llamada y empecé a llorar, mientras me preguntaba a mi misma;
- ¿Qué me pasa?, no puedo seguir así, ¿qué debo hacer?, ¿podré vivir con tanto dolor y tristeza?, ¿cómo lo hago?, ¿cómo?...
-En ese momento me habló.
Fran- Hija vamos a comprar para cocinar?
Hanna- Está bien!
-Después de mucho tiempo volvería a caminar por la ciudad en la que crecí, mi padre estaba feliz de que fuéramos juntos de compras.
-En el camino de regreso a casa nos dimos de frente con la madre de Diego, quien quiso hacer como si nos lleváramos bien, pero mi padre la dejó con el saludo en la boca diciendo;
Fran- Cuidado hija aquí las arpías salen a toda hora disfrazadas de ¡SEÑORAS!
-Seguimos caminando, pero ella no nos quitaba la mirada de encima, pero como no era alguien de mi importancia simplemente la ignoré por completo.
-Cuando llegamos a casa le pedí a mi papá que me hiciera el favor de llamar a Carlos para invitarlo el fin de semana a comer.
Fran- Vas a arreglar las cosas con él?
Hanna- Eso quiero, pero no sé como hacerlo
Fran- No debes preocuparte por eso
Hanna- Porque?
Fran- Porque él te conoce demasiado, eres su hermana de corazón
Hanna- Pero, aun así yo... me siento muy mal por haberlo tratado de mala manera
Fran- Hanna, estoy seguro de que él aceptará tu disculpa porque sabe que esto no es nada fácil de sobrellevar
Hanna- Papá, como hiciste para seguir después de que mamá murió?
Fran- Aprendí a vivir con el dolor de no tener a tu madre a mi lado y llevando conmigo los momentos maravillosos que vivimos juntos, pero... no es fácil, es un duelo que uno lleva por dentro eternamente
Hanna- Crees que yo también pueda?
Fran- Por supuesto que podrás y si necesitas ayuda yo estaré a tu lado las veces que sea necesario
Hanna- Gracias, papá...
-A la mañana siguiente le dije a mi padre que cocinaria para el mediodía, pero tenía que ir a comprar algunas verduras.
Fran- Segura que podrás?
Hanna- Sí, no te preocupes, estaré bien
Fran- Bueno, pero no traigas pesadas las bolsas
Hanna- Llevaré el carrito para las compras, ve tranquilo a trabajar
Fran- Está bien
-Después de convencerlo para que me dejara ir, me fui a cambiar para salir y decidí usar un reloj digital que me había regalado Carlos cuando empecé a trabajar con él.
-Como era de esperarse en la verdulería se me antojaron varías cosas, así que compré todos mis antojos, todo iba de maravilla... pero... de camino a casa uno de los que mataron a Alex me interceptó y me obligó a subir a un auto, no podía moverme porque coloco una navaja en mi vientre diciéndome; "No grites y sube al auto"
-Hice lo que me pidió por miedo a que me enterrara la navaja y matará a mi bebé.
-Me llevó a una cabaña retirada de la ciudad dónde me encerró, pero antes de hacerlo me quito el celular diciendo; "Aquí te vas a quedar hasta que se nos dé la gana"
-Pensé que no volvería a ver a mi padre, porque no tenía nada para pedir auxilio en ese lugar, pasaban las horas y empecé a sentir miedo, pero en ese momento se me vino a la mente la sonrisa de Alex y comencé a tranquilizarme.
-Sentándome en el suelo junto a la ventana que estaba sellada, respiré profundo y empecé a contarle a mi bebé de como me había enamorado de su papá mientras acariciaba mi vientre, de pronto empezó a vibrar mi reloj digital, no entendía por qué, pero a los quince minutos sentí las sirenas de la policía afuera del lugar.
-Escuché a mi padre a llamarmame y comencé a gritar;
-Papá!, ¡papá!, ¡estoy aquí adentro!, ¡papá!...
-En eso empujaron la puerta con fuerza y entró un oficial de la policía, pero detrás de él entró Carlos.
Carlos- Te encontré!
Hanna- Hermano!
Carlos- Estás bien?, ¿te hicieron daño?
Hanna- Estoy bien!, solo me encerró y se fue
Carlos- Pudiste ver quién era?
Hanna- Estaba con un pasamontañas cubriendo su rostro, pero estoy segura de que era uno de los que mataron a Alex
Carlos- Qué?!
Hanna- Lo digo porque reconocí su voz... ¡Sé que era uno de ellos!, nunca voy a olvidarme de sus voces
Carlos- Lo sé, pero ahora vamos a casa tienes que descansar, yo me encargo del resto, ve con tu padre que está esperando afuera
Hanna- Bueno, pero cuando te desocupes ven a casa también
Carlos- Está bien
-Salí de la cabaña y estaba mi padre esperando afuera del auto de Carlos.
Fran- Hija!, gracias a Dios
Hanna- Papá!
Fran- Estás bien?, ¿quieres que te lleve al hospital?
Hanna- No, tranquilo no me hicieron daño
Fran- Vamos a casa para que descanses entonces, y Carlos?
Hanna- Irá después, dijo que se ocuparía del resto
Fran- De acuerdo...