Mi nombre es Hanna y esta es mi historia.
En mi vida todo lo que creí que era real nunca lo fue, por eso sé con seguridad que la frase de "no hay peor ciego que el que no quiere ver "no encaja conmigo....yo realmente quería poder ver; el dolor y el sentimiento de tristeza en mi corazón no desaparecía y la verdad aun persiste por eso la soledad fue y seguirá siendo mi mejor compañera de vida ¿porque?.
-Porque ya no logro confiar en nadie hasta perdí las ganas de conocer y amar a alguien.....perderlo todo porque otras personas así lo decidieron....ja! ¡que ridículo!
-Es insoportable; pero¿qué podía hacer? si mi alma estaba encerrada en una oscuridad profunda sin poder ver ni un poco de luz infiltrarse.
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Días de oscuridad parte 2
Cómo era de esperarse en la verduleria se me antojaron varías cosas, así que compré todos mis antojos, todo iba de maravilla, pero de camino a casa uno de los que mataron a Alex me interceptó y me obligó a subir a un auto, no podía moverme porqué había colocado una navaja en mi vientre diciéndome;
-No grites y sube al auto ahora
- Hice lo que me pidió por miedo a que me enterrara la navaja y matará a mi bebé.
- Me llevó a una cabaña retirada de la ciudad dónde me encerró, pero antes de hacerlo me quito el celular y dijo;
-Aquí te vas a quedar, hasta que se nos de la gana
- Pensé que no volvería a ver a mi padre, porque no tenía nada para pedir auxilio en ese lugar, pasaban las horas y empecé a sentir miedo, pero en ese momento se me vino a la mente la sonrisa de Alex y comencé a tranquilizarme.
- Me senté en el suelo junto a la ventana que estaba sellada, respiré profundo y empecé a contarle a mi bebé de cómo me había enamorado de su papá mientras acariciaba mi vientre, de pronto empezó a vibrar mi reloj, no entendía por qué, pero a los quince minutos sentí las sirenas de la policía afuera del lugar.
- Escuché a mi padre llamarmame, me levante del suelo y comencé a gritar.
Hanna- ¡Papá!, ¡papá!, ¡estoy aquí adentro!, ¡Papá!...
- En eso empujaron la puerta con fuerza y entró un oficial, pero detrás de él entró Carlos.
-Carlos- ¡Te encontré!
Hanna- ¡Hermano!
Carlos- ¿Estás bien?, ¿no te hicieron daño?
Hanna- ¡Estoy bien!, no solo me encerró y se fue
Carlos- ¿Pudiste ver quién era?
Hanna- Estaba con un pasamontañas cubriendo su rostro, pero estoy segura de que era uno de los que mataron a Alex
Carlos- ¡¿Qué?!
Hanna- Lo digo porque reconocí su voz, se que era uno de ellos, nunca voy a olvidarme de sus voces
Carlos- Lo sé, pero ahora vamos a casa tienes que descansar, yo me encargo del resto, ve con tu padre que está afuera
Hanna- Bueno, pero cuando te desocupes ven a casa también
Carlos- Está bien
- Salí de la cabaña y estaba mi padre esperando cerca del auto de Carlos.
Fran- ¡Hija!, gracias a Dios
Hanna- ¡Papá!
Fran- ¿Estás bien?, ¿quieres que te lleve al hospital?
Hanna- No, tranquilo no me hicieron daño
Fran- Vamos a casa para que descanses entonces, ¿y Carlos?
Hanna- Irá después, dijo que se ocuparía del resto
Fran- De acuerdo
- Llegamos a casa y fui a darme un baño, mientras que mi papá preparaba algo de comida, después de vestirme fui a la cocina para comer, en ese momento
mi hermano llegó a casa.
Carlos- ¡Llegué!
Hanna- Justo estábamos comiendo
Fran- Sí, ya te sirvo
Carlos- ¿Cómo te sientes, Hanna?
Hanna- Bien
Fran- ¿Mañana te vuelves a tu casa?
Carlos- Sí
Hanna- ¿No puedes quedarte unos días?
Carlos- ¿Quieres que me quede?
Fran- Voy a hacer una llamada, ya vuelvo
Hanna- ¡Quiero que te quedes!
Carlos- Está bien, prepararé el sofá para dormir después de comer
Hanna- No hace falta papá tiene un colchón inflable, lo podemos poner en mi habitación
Fran- ¿Qué cosa?
Hanna- El colchón que compraste
Fran- Sí, así duermes cómodo
Carlos- Está bien
- En la habitación:
Hanna- ¿Cómo me encontraste?, porque no tenía mi celular para pedirte ayuda
Carlos- ¿Recuerdas que te regalé un reloj digital en tu primer día de trabajo?
Hanna- Sí, es el que me puse para ir de compras
Carlos- Bueno, te puse un rastreador para saber donde estabas
Hanna- ¡¿Qué?!
Carlos- No te avise antes porque pensarías que exagero como siempre, pero ya ves que es necesario
Hanna- Gracias por cuidarme tanto
Carlos- Lo haré mientras pueda sin que me lo pidas, ahora duerme que es tarde
- Al siguiente día Carlos tenía que volver a su casa y después saldría de viaje por un mes, así que me pidió que evitará salir sola, me dijo que después del viaje volvería por mi.
- Mi padre me pidió que me fuera con Carlos a su casa para que pudiera estar a salvo durante y después del embarazo, que él iría de visita todas las veces que pudiera.
- Mientras esperaba el regreso de Carlos me la pasé más bien en casa, solo salía de compras con mi padre o caminaba en el parque que estaba cerca.
- Cuando Carlos regresó sacamos turno para una consulta médica por el embarazo y pudimos saber que estaba esperando una niña.
- De camino a casa vi una panadería y le pedí a mi hermano que me comprará unas facturas, me quedé esperando en un banco de la peatonal del lugar, en eso apareció Diego con su hermano y dos amigos más.
Diego- Vaya, vaya, ¿que tenemos aquí?
Abel- Tu ex volvió hermano
Diego- Hola Hanna, ¿cómo estás?
Hanna- ¡No te interesa!
Diego- Espera, no te vayas, porque no mejor me cuentas, ¿cómo está Alex?
Abel- ¡Ja, ja, ja!
Hanna- ¡Déjame en paz!
- Uno de sus amigos se puso adelante obstruyendome el paso, intenté salir de ahí, pero no me dejaban hacerlo.
Diego- Lindo vientre, ¿de quién es?, ¿del muertito o del estúpido de Carlos?
- Quiso tocarme y le pegue en la mano diciendo;
Hanna- ¡No toques!
- Me agarro del cuello y empezó a asfixiarme mientras me decía;
Diego- Debe haberse visto ridículo cuando lo golpearon, ¿verdad?, ja, ja, lloro por una resbalosa como vos, me alegra que este muerto, ¡muerto!, ja...
- En eso lo golpearon en la cara, para que me soltara, cuando mire pude ver que eran Luis y Felipe ambos se pusieron a pelear, en eso Carlos se acercó corriendo, en cuanto vio a Diego, se abalanzó sobre él golpeándolo varias veces, lo estaba dejando inconsciente hasta que Felipe le dijo;
Felipe- ¡Para o te meterás en problemas con la policía!
- Entonces Carlos volteo a verme y soltó a Diego.
Carlos- ¿Estás bien, Hanna?
Felipe- Está llorando
Hanna- Quiero ir a casa
Luis- Se fueron estos cobardes