Acompaña en los altos y bajos de la vida del príncipe Arlet y verás como la presión de sus responsabilidades le es cada vez más estresante. ¿podrá soportar? o se quebrará.
Descubre esto leyendo la historia.
¡Advertencia! está historia contiene homosexualidad y algunas relaciones en tríos, además de uno que otro capitulo subido de tono, si no te gusta no la leas, no lo reportes porque a alguien si le gusta 😉
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21.Soledad aún en compañía.
El monarca de Novum Aurora a intentado resistir el caer en la tristeza con actividades políticas o sociales, pero notó que aún entre la gente y teniendo conversaciones no lograba sacar la soledad de su corazón y liberó un día de su agenda para ir al campo de arquería necesitaba reflexionar sobre su situación actual y la raíz de su soledad.
Mientras Arlet se ponía el hakama para practicar el tiro con arco pensaba “he perdido mi centro al ser rechazado por mis compañeros, me culpo y destruyó mi autoestima”, él tomó su arco y al entrar al salón realizó las ceremonias tradicionales para entrar en el Dojo, durante la preparación para el primer disparo y con la cuerda tensa “he sido un idiota” y liberó la primera flecha, con la siguiente razonó “No estoy solo” dejando ir la flecha en ese momento, seguido de tomar su tercer flecha “Debo aprovechar los 17 años que me quedan”, suelta la flecha y toma otra “Tengo a las niñas” suelta la flecha, en el próximo tiro comprendió que no era una simple soledad, era él quien se estaba aislando por todo lo sucedido, pero no debía darse por vencido porque había personas que aún necesitaban de su compañía y solo precisaba hablar con sus allegados para dejar salir todas estas emociones.
Sintió que alguien entraba en su radio de percepción pero antes de que pudiese notar quienes estaban interrumpiendo su tiempo de reflexión, se salieron de su perímetro, aún podía sentir las miradas sobre él, sin embargo no sé molestó en ir a averiguar quienes eran porque se mantenían lo suficientemente lejos y eso le permitía continuar con su entrenamiento.
Luego Arlet se dirigió hacia los campos de entrenamiento de kendo, pero a causa de su maestría con la espada él no usaba una espada de bambú o Shinai, sino una Katana real y la razón de hacer todo este ejercicio es que su cuerpo y mente le estaban exigiendo una manera de relajarse y para él no había mejor manera que mover su cuerpo en el arte de la arquería y la espada, el arpa es para sacar la congestión de emociones de su alma en notas musicales, no obstante hay momentos que llega a ser tanta la presión que necesita mover su cuerpo.
Durante su preparación para comenzar a blandir la espada volvió a sentirse vigilado, pero no le apetecía expandir el perímetro de su “visión” mágica, si tenían curiosidad de lo que era capaz, pues espíen cuanto quieran.
Lo que ignoraba Arlet era que sus compañeros eran los que estaban siguiéndolo durante todo su entrenamiento ese día y si alguien más hubiese pasado por el lugar hubiera visto la lujuria de sus miradas, no obstante eso sería escondido como gota de agua en el mar, en cuanto fuesen vistos, ese maldito orgullo o tradición estaba interrumpiendo en la unión del destino.
A pesar de que la soledad aún estaba en el corazón de Arlet, pero este no iba a permitir que su estado cayera más bajo hasta la depresión porque tenía hermosos tesoros que eran sus hijos y sus sobrinos, aun eran jóvenes para la vida de un guardián y podrían necesitar de su guía en el futuro cercano, como Benedikt que debía empezar a lidiar con el poder de la corona y el comprender cómo utilizar esas nuevas habilidades sin que le hicieran daño.
Luego de todo ese entrenamiento era necesario un baño, pero antes de entrar se comunicó con Benedikt, “Ven a mi habitación, necesito transmitir un poco de la corona”, recibiendo la respuesta de “bien” y así se dio su merecido baño.
Arlet salió de su baño y se dirigió hacia el sillón de su habitación donde estaba sentado su sobrino.
--No te levantes quédate sentado.
Se inclinó sobre él, colocando frente con frente y el grabado de la corona dorada en Benedikt ahora pasaba de su sien y llegando hasta la mitad de sus cejas, el joven Guardián se acostó en el sillón una vez que su tío se alejó de él.
--¿Papá el rubí en la corona, será fuerte de transmitir?
--No, Benedikt este rubí es solo de mí corona, es un permiso del Dios Mot para castigar a los ciervos con un cambió de un ser normal a un espectro infernal por su desobediencia.
Benedikt se estremeció en el sillón y dijo.
--Gracias a la madre Gaia por que no se me va a transmitir eso, ya es lo suficientemente estresante con el poder que ahora tengo como para cargar con ese.
-- Benedikt, la corona se adaptará a tí, algunas cosas se bloquean y solo de manera consciente lo podrás consultar, la corona es así de especial se adapta a su portador, en mi caso, no hay bloqueo alguno, porque mi alma es la de un arcano, ahora que serás el nuevo gobernante te tengo que contar la historia grabada en mi memoria y que no consta en los registros de nuestra gente.
Arlet le dió la espalda a Benedikt camina hacia la cuna de las niñas y les acaricia los rostros, luego le comenta
-- Benedikt solo me quedan 17 años de vida, he usado dos veces en mi vida la plegaria a Gaia, la primera dí mi vista, la segunda vez que use la plegaría fue para construir el domo que cubre la isla del reino para no ser visible para nadie, ni que pudiesen entrar forasteros, además de colocar una clave que una vez ingresada transportaría a todos los habitantes a otro lugar en caso de que el reino se viese invadido, sabes de lo que está en el centro de la isla, esa hermosa piedra de amatista, no es otra cosa que magia concentrada que se usaría en caso de la transportación y por todo eso he pagado 450 años de mi vida.
Benedikt cambió su posición a sentado y sin importar el cansancio por el traspaso de la corona quería ponerse de pie para ir hacia su padre y ver su rostro, porque no podía creer sus palabras a menos que lo viese pronunciar cada una de ellas, deseaba que fuese una ilusión auditiva lo que había escuchado ahora.
--Papá de qué estás hablando.
-- Benedikt no te levantes te vas a caer si te pones de pie.
Arlet se sentó frente a este joven conmocionado y le confesó más cosas.
--Si mis compañeros hubiesen aceptado la unión entre nosotros mi vida se podría expandir un siglo más porque escogería su esperanza de vida, en lugar de la mía que he desgastado con las plegaría.
--Además lo que más debilita la llama de mi vida es, no tener esa complicidad que tenía con Asem, mi compañero arcano, desde su muerte solo otras tres veces he logrado enlazarme con mi destino, lo demás han sido rechazo, tras rechazo, pensé que está vida sería distinta por la noche que habíamos compartido entre nosotros.
Arlet hizo una pausa y volvió a ver a sus hijas para luego volver con Benedikt y continuar con la conversación.
--Pero veo que no, la mayoría de las veces los rechazos se deben al deseo de tener un linaje de sangre pura, ¡Ja!, si solo me dieran tiempo de decirles que lo más seguro es que nuestros hijos sean más fuertes que cualquier otro tipo.
--En lugar de nacer como simples lobos grises como sus padres, han nacido siendo grandes lobos siberianos, por los genes latentes de mi linaje como guardián y mi alma arcana que registra todos los genes.
--Benedikt, estoy harto del constante repudio de mi destino, temo cometer una locura y por esto hablo contigo, sé que tienes la fortaleza mental de tu madre Elora y si enloquezco lo suficiente, confió que el reino está en buenas manos.
Arlet tomó el rostro de Benedikt entre sus manos y le dió un beso en la frente y continuó con una caricia en sus mejillas, para hablar después.
--No llores tanto, habrá tiempo para ello, ahora doy gracias a Gaia de que encontrarás a tu pareja en la isla Robert es una dragón fuerte y gentil para ti, no desesperes, tienes familia que te apoya.
--Además soy consciente de que esto va para ti y para mi, no estamos solos en la vida siempre hay alguien que buscará tu presencia.
--Ahora los que sabes de mi esperanza de vida son Elian, Catalina, Fernán, el consejo y por supuesto no planeo pedirte que lo escondas de tu compañero o de tu hermano Iván, pero no debe salir del este círculo interno, no queremos que el incertidumbre se apodere del Reino, es mejor que se haga el traspaso del trono sin saber exactamente el motivo detrás de todo.
--Solo estás por cumplir 534 en unos días, la abuela murió a los 700 años por culpa de la guerra, pero tú… no sé qué más decir.
--Por eso el día que anuncie los nombres y el puesto que tienen las niñas en el reino, diré que Dan es su padrino, no puedo pensar en un mejor lobo que él, para manejar el poderío de dos lobas siberianas.
--Cuando te sientas mejor ve a apretar fuerte a Robert o llámalo aquí, pero nada más que un abrazo está permitido en mi alcoba, entendido jovencito.
Benedikt se volvió a acostar en el sillón y colocó su antebrazo sobre sus ojos y respondió ondeando una de sus manos como un pañuelo de despedida, mientras decía “Si, si, lo sé”.