DESTINOS ENCONTRADOS

LUIS FERNANDO

Me dirigía al hotel donde se encontraba Mariana, claro estaba con guardias porque a la muy estúpida se le ocurrió hacer un escándalo cuando los encontramos a Franco y Esmeralda juntos pero lo que más me molestaba era que se atrevió a golpearla, toda acción tiene su reacción.

Mientras llegada al hotel, llamaba a mi padre para avisarle sobre lo que estaba pasando, tendríamos que arreglar esta situación, me comunico con mi mano derecha de mis otros negocios, tengo que mantenerlos vigilados a mi mujer y Franco y si lo tengo que sacar del camino no me tentaría la mano por hacerlo:

- Cuando llegue mi padre me avisan inmediatamente. Les decía a los guardias mientras llegaba a la suite donde estaba Mariana.  

- Déjenme salir, estúpidos bastardos, no saben quién soy. Gritaba esa loca y ya me encontraba dentro de la suite.

- Salgan todos inmediatamente no quiero molestias de ningún tipo. Llego al bar y servía un vaso de whisky, necesitaría calmarme antes de matar a alguien.

- Eres un desgraciado, cómo pudiste permitir que ellos dos estén juntos, si ellos descubren todo, se terminara…. Alzaba más la voz y no pude soportar más, le di una bofetada.

- Ya cállate de una maldita vez, tus gritos no solucionaran nada. Grite cerca de su rostro mientras le agarraba su barbilla con dureza.

- Eres un idiota, como te atreves a tocarme, cuando Franco se entere… Lloraba más y se pasaba las manos por el golpe que le di.

- No viste que ya no le importas. Le recordé y llegaron otra vez todas esas imagines donde estaban juntos y siempre tomados de la mano, los celos se empezaron apoderar de mí.

- El jamás me olvidaría, el me ama solo está dolido porque lo abandone y una vez que le cuente todo, me perdonara y volveremos a estar juntos. Estaba completamente loca.

- Sigue haciéndote cuentos en tu cabeza. Le decía clavando mis dedos en su sien.

- No me toques, además la zorra de tu esposa estaba con mi marido, seguro todo este tiempo se dedicó a seducir…… La volví a golpear y cayó al piso mientras un hilo rojo salía de su boca.

- En tu vida vuelvas a mencionarla y mucho menos denigrarla en mi presencia; la única zorra, usurpadora y mentirosa eres tú, tomaste todo lo que corresponde a ella. Ya me sentía desesperado, si esto se salía de control perderíamos todo y ella empezaba a ser un estorbo.

No pude hablar más que de pronto se abrió la puerta con fuerza, era mi padre que entraba siempre con su porte de jefe por donde iba, si supieran que toda esa fachada de hombre correcto y “caritativo” es una mentira que dentro él vive un ser perverso y maligno totalmente autoritario.

Fijo su mirada en mí, con desaprobación, pero no mencionó ni una palabra, entonces se fue directo donde Mariana, estaba delante de ella y le ofreció una mano ayudándola a pararse, le limpio la cara con su pañuelo de seda:

- Te dije que esperaras a que regrese, no entiendo porque huiste de nuestro hogar, Collin pregunta por ti. La trato con ternura y le dio un abrazo, algo que jamás hizo con sus hijos.

- Ya no soportaba estar encerrada, me sentía asfixiada. Hablaron ignorándome.

- ¿Cómo que huiste? Yo te mande al país más lejano para que nadie te encontrará. Ya me sentía hastiado por todo lo que pasaba.

- Escúchame bien Luis Fernando, dijo en tono enojado, si te atreves a volver o siquiera pensar en ponerle una mano a Mariana me olvidare que eres mi hijo. Me amenazo con ojos rojos llenos de ira.

- Pondrás a esta zorra antes que, a tu hijo, es tu yerna. Le enfatice mientras me reía.

- No vuelvas insultarla. Y me dio un golpe.

- Ya veo, les di una sonrisa, la zorra de Mariana te sedujo y seguro que te aseguro que el hijo que esperaba era tuyo. Mientras me limpiaba la sangre de mi boca, lo único que quiere esta puta es volver con Franco. Le indicaba con furia y ahora entendía todo, se revolcaban sin importarles nada.

- Ese no es tu asunto, dijo y salían juntos, no te quiero cerca de ella. Dijo y de un portazo salieron, como si fueran una pareja.

Esto no me estaba gustando nada, ellos no tendrían que estar juntos, como es posible que me hayan engañado todo este tiempo y al parecer el bastardo había nacido, haciéndole creer que era su hijo. Nunca le importamos nosotros, tanto tiempo siendo infiel a mi madre, será que ella también lo sabe, lo averiguare y pronto mama e hijo tendrán que desaparecer si afectan mis planes.

Estaba esperando el informe de mis escoltas para decirme como estaba mi mujer, ya idea un plan para traerla de regreso, sabrá que nunca nos divorciamos y que su empresa volverá a ella, todo su dinero solo creció más porque me encargué de ello, volverá al fin como la hija real de los Miller, actuare como si hubiera descubierto toda esta farsa, la alejare de Franco y nos reconciliaremos con un viaje, nuestra segunda luna de miel.

Al llegar a mi pent-house en el centro de la ciudad, ya estaba un sobre en la mesa con todo lo que pedí, me saqué el saco, la corbata y me fui a servir un vaso de whisky, el dolor de cabeza estaba siendo insoportable, pero al ver que contenía este informe me hizo destrozar todo. El idiota de Franco se atrevió a besar a mi mujer y su mirada era deseo, no eso no podría pasar Esmeralda me ama a mí, a mí y con el único que tiene estar es conmigo, destruí todo.

Nadie se burla de Luis Fernando de la Barrera, es hora de que conozcan quien soy, agarre mi celular y llame a mi fiel servidor:

- Jefe. Hablo del otro lado.

- Tráela ahora y ya sabes que hacer. Colgué.

Es hora de preparar todo para su regreso y me asegurare de que exista una prueba de ello.