El Paraíso De Adán

POV Adán Krimett

Sentado en mi oficina, en el último piso de la cede principal de las multinacionales Krimett, con el escritorio hasta reventar de infinito trabajo que esperaba por mi, mi mente no estaba aqui, mis pensamientos estaban simplemente plagados de ella, tenia todo lo que un hombre podria desear, miles de millones en el banco, una empresa que funcionaba a la perfección, una propiedad basta y extensa que literalmente era el paraíso, era el hombre mas rico del mundo, todas las mujeres me deseaban, todos los hombres querían ser como yo, sonaba egoncentrico decirlo pero yo... tenía el maldito mundo a mis pies, podía tener todo lo que yo quisiera, todo lo que pudiera desear estaba a la alcance de mis manos, menos la única cosa que de verdad deseaba... a Eva.

Me había ido esa mañana deseando escapar del maldito iman que me ataba a ella, que me hacía no querer despegarme de su lado, el terror constante de perderla, de que algo no saliera bien, de equivocarme, no se si podria soportarlo, era un castigo divino, la deseaba, la quería, habia roto mis propias putas reglas, no era racional cuando se trataba de ella, me enloquecía, me desestabilizaba, todo era incierto cuando se trataba de ella, sabia que habia un 99% de propabilidades de que todo se fuera a la mierda como siempre sucedía, pero no me importo, la reclamé, reclame mi lugar en su vida como un maldito perro que orinaba en su pierna para marcar territorio, ella era todo lo que deseaba y en todo lo que podia pensar, me mentia todos los dias convenciendome de que estaba haciendo lo correcto, de que podía protegerla, pero podía? la estaba protegiendo? o simplemente estaba intentando protegerme a mi de mi desolado destino de culpa y arrepentimiento infinito.

La puerta de mi oficina se abrió y ni siquiera me moleste en apartar mi rostro de la ventana y ver quién era, sabía quien era o bueno quienes, Abel y Liliana, las únicas dos personas que me habian dejado conservar y las mismas dos personas que en este momento no quería ver, otro maldito recuerdo constante de todas las cagadas que había hecho en mi vida.

- Que tal con Eva?.- subí el rostro para mirar Abel, su sonrisa juguetona no podía irritarme más de lo que estaba, no hoy, no cuando acababa de dejar a mi esposa abandonada de nuevo, odiaba esto pero más que eso me odiaba a mi, jamás me permitirían olvidarlo.

- Se fue al paraíso.

- De nuevo? por qué?.- Liliana me miró cuestionando, le dedique una mirada seria, no estaba de humor para sus tonterías hoy.

- Porque es mi esposa y ahí es donde pertenece.- ella frunció el seño y volteo su mirada a otro lado.

- Entonces... Seguirás en lo mismo? aquí encerrado en estás 4 paredes comiendote la cabeza con tonterías mientras ella está allá sola.

- Está en el maldito paraíso que más podria querer.- las palabras salieron de los labios de Liliana como otra maldita queja más de su lista interminable, la mire incrédulo, ella más que nadie debería saberlo, no era suficiente, vivir en el paraíso no era como se escuchaba, no cuando vivías malditamente solo y desolado.

- Liliana.- Abel pronunció su nombre como un regaño, la miró con el seño fruncido y ella se levantó, camino hacia al otro lado de mi oficina sirviéndose un baso de whisky que se bebió de un solo trago, su rostro se arrugó pasando el amargo del whisky por su garganta, si maldita mujer, así de amargo se siente tener que tragar tu maldito comportamiento.

- Entonces que piensas hacer Adán?.- Abel volvió a atraer mi atención, me miró cuestionando, el debería saberlo, que más podía hacer?

- Que crees que voy a hacer Abel?.- lo mire fastidiado y el frunció el seño en molestia.

- Al parecer seguir cagandolo todo como siempre.

- Abel, te aconsejo que cierres la maldita boca antes de que te la cierre a golpes.

- La verdad duele no... hermanito.- Abel estaba jugando con mi paciencia, me levanté listo para sacarlo a patadas de mi oficina cuando mi teléfono sonó en mi bolsillo, lo saqué mirando la pantalla, era Logve mi chófer, presione el botón de atender y puse el teléfono en mi odio.

- Que sucede Logve? llevaste a mi esposa a casa?

- Si amo yo... la traje al paraíso pero...- sus palabras, su voz dudosa, mis alarmas se encendieron.

- Que paso Logve? paso algo con mi esposa?.- su maldito silencio me estaba desesperando.

- Su esposa me dijo que traía algunos acompañantes

- Acompañantes? quienes?

- un señor mayor y un joven como de la edad de su esposa nos siguieron en otro carro...

El señor kane y el maldito niñato... dylan.

- Y que sucedió? termina de hablar carajo

- Llegamos a la mansión y ellos entraron, almorzaron y después...

- Después que Logve?.- Sentía que los colores me abandonaban, algo malo había pasado, con ella, con mi niña, mi preciado tesoro.

- Ella recogió sus cosas amo y... se fue.- Un pitido agudo se escuchó en mi oido, mi corazón comenzó a bombear con demasiada fuerza, amenazando con salirse de mi pecho.- le dije que si quería que la llevara pero ella se nego, también se llevó a Lana, Ana revisó su habitación, se llevó todas sus cosas, yo no pude detenerla, ella... parecía otra persona.- Otra persona... mi tierna y dulce esposa que parecía una Maldita hada del bosque había pasado por encima de todo mi personal y se había escapado, mi astuta y necia esposa se había atrevido abandonarme.

- Te diré ahora mismo lo que harás, buscarás a mi esposa y vas a encontrarla aunquesea lo último que hagas, porque si no la encuentras, el paraíso arderá en las llamas del maldito infierno está noche.- colgué la llamada sintiéndome como una bomba de tiempo, estaba apunto de explotar y llevarme todo a mi paso, ella se habia ido, me habia dejado, me habia hecho creer que se devolvería a casa como una esposa obediente cuando su verdadera intención era tomar sus cosas y largarse de mi vida sin dejarme una maldita explicación, está mujer queria volverme loco, ella iba a enloquecerme, pero claro como no me habia dado cuenta, Azura si que me había jodido, ella ya no me necesitaba, se habia quedado en el paraiso porque jamás volveria con sus padres, no cuando ellos rápidamente la devolverían a mis brazos, pero ahora, ella se habia vuelto inmensamente rica, un ejército de personas que le eran completamente fiel a Azura, ahora le serian fiel a ella, ahora no estaba sola, ahora no necesitaba nada de mi, mi hermosa gatita habia sacado las garras dispuesta a pelear, lo supe aquella noche en su habitación, ella estaba cambiando pero no estaba preparado para lo que se venía, ni siquiera sabia que Azura estaba enferma, yo era una mierda de persona, ahora azura de habia ido y eva ocuparía su lugar sin dudarlo, algo me decia que ella iba aplastarme.

Definitivamente ella iba a hacerlo.