Benicio Wilson es un joven abogado que tiene una relación de años y está pronto a casarse con su novia de toda la vida, el cree estar perdidamente enamorado de su prometida pero todos esos sentimientos desaparecen cuando sin querer tropieza con la mejor amiga de su cuñada, quedando totalmente flechado por la chica, quién es varios años más chica que el...
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CAPÍTULO 20
( Benicio )
Subi a Jessica al asiento trasero de mi auto y conduje hasta la mansión de mi madre debería de llamar a Ian para que venga por su loca hija, quien ya se estaba comenzando a convertir en mi peor pesadilla
Mamá estaba en la sala tomando un té, me sorprendió verla despierta tan tarde, pego el grito en el Cielo cuando vio que traía a Jessica inconsciente
- No puede ser Benicio Wilson por qué rayos traes esa mujer nuevamente a mi casa? Creí que su separación era definitiva, sácala de mi casa no la quiero aquí - dijo mamá con firmeza era la primera vez que actuaba de esa manera
- Yo tampoco la quiero aquí mamá pero no soy tan vil como para dejarla tirada e inconsciente en la calle
Mi madre me miró molesta luego camino hasta la mesa en dónde había un florero con rosas amarillas, tomó las flores y le lanzo el agua en la cara a Jessica la cual comenzó a despertar
- Listo ya está despierta ahora sácala de mi casa - ordenó mi madre
- Suegra querida por qué quieres correrme a la calle? Soy la futura esposa de tú hijo, debes de darme el mismo trató que le das a la recogida que está con Bautista - dijo Jessica y lo siguiente que se sentío fue la terrible cachetada que mi madre le dió, ahora no sólo tenía un ojo negro, sino también una mejilla morada
- Nunca podría tratarte como a Agostina, ni siquiera estás a su altura, no eres más que una interesada que quiere casarse con mi hijo para escalar en la sociedad pero eso nunca va a pasar, entiéndelo de una vez mi hijo no te quiere, déjalo en paz, ya me estoy cansando de tus caprichos estúpidos, métete en tu vacía cabecita que jamás pertenecerás a esta familia - Jessica no hacía mas que llorar al escuchar las palabras de mi madre
- Me llamo mi señora? - pregunto uno de los guardias de seguridad de más confianza de mi madre
- Si quiero que lleves a esta señorita a algún hotel y vigiles que no, salga mañana por la mañana se regresa a Nueva York
- Si mi señora con su permiso
Jessica se fue gritando y maldiciendo hasta la última hormiga que hubiera en el jardín, luego de una regañada de mi madre me fui a mi habitación
Al día siguiente me levanté temprano y fui a encargarme de Jessica
- Mi amor viniste sabía que no podías dejarme aquí - intento besarme pero me la quite con asco
- No te equivoques vine solo para darte esto personalmente
- Que es esto? Es broma no? - pregunto al leer el documento
- No no lo es, es una orden de restricción, ya sabes si vuelves a este país e intentas acercarte a mí me encargaré que te encierren en una celda por años, déjame en paz, noo quiero volver a verte en mi vida Jessica te queda claro?
- Yo te amo Benicio no puedes hacerme esto!!
- Si bla bla bla - dije saliendo de su habitación
Me quedé observando un poco escondido para asegurarme que está vez si se fuera Jessica, me dió risa lo patética que se veía haciendo tanto escándalo, se había abrazado a una columna gritando y llorando como una loca, los hombres de mi madre no podían calmarla hasta que uno de ellos se canso y la tomo a lo brusco de un brazo y la subió a la fuerza al jet, definitivamente Jessica estaba desquiciada
Una vez que el jet privado despegó con Jessica abordo respiré con tranquilidad y volví a casa, ahora sí espero que haya entendido y ya no me vuelva a molestar
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( Gina )
Me terminé de preparar para la cena y me observé en él espejo, llevaba puesto un hermoso vestido dorado con una abertura en mi pierna, unas sandalias de tacones también dorados que hacían juego con el vestido, cabe destacar que el dorado es mi color preferido, me hice un maquillaje sencillo y por último un lindo peinado en mi rubio cabello
Elegí unas joyas sencillas y estuve lista
Al bajar las escaleras lo primero que ví fue a mi padre conversando con Pedro,, su padre y otros amigos de el, mi madre se encontraba enseñándole su nueva colección de joyas a las esposas de los amigos de papá
Bostece y me gire para ir al jardín, sería una larga y aburrida noche
Estaba por abrir la puerta corrediza de vidrio cuando Pedro me detuvo
- Hola Gina! - dijo con voz ronca
- Hola Pedro cómo estás? - pregunte al voltear a verlo, en ese momento él intento besarme en la boca, pero fui mas rápida que el y gire la cara enseguida eso pareció molestarlo
- Podemos hablar en él jardín? - pregunto algo nervioso, parecía enojado
- Si vamos
Al llegar al jardín, Pedro me miró de arriba abajo de una manera que no me gustó para nada, su manera de observarme era como la de un cazador a su presa, me hizo sentir escalofríos
- Te escucho que es lo que quieres decirme? - pregunte con prisa, el sonrió de medio lado
- Estas muy hermosa está noche, ese vestido te queda muy sexy - dijo arrinconando me contra una de las palmeras del jardín
- Gracias, ya debo de regresar - dije intentando apartarme no me sentía segura a su lado, Pedro jamás se había comportado así
- ¿¿Que Tienes? Por qué tanta prisa? - el volvió a intentar besarme,,, pero lo empuje con fuerza ya me estaba comenzando a asustar su comportamiento
- Basta no sé que te pasa pero ya déjame en paz - intenté pasar por su lado pero el sujeto mi brazo con fuerza, tanta que comenzaba a lastimarme
- Que te pasa Pedro? Tu no eres así
- Que me pasa? Tu eras tonta o me crees imbecil?
- No se dé que me hablas! Me estás lastimando!
- Que me pasa? Que me canse Gina, me cansé de que te comportes como una mojigata conmigo y con el otro imbécil te besuquees y dejes manosear como una cualquiera!
Anoche apenas me llevaron a la comisaría mi padre fui por mi, obviamente me saco de una e hizo despedir a esos ineptos policías, en que cabeza cabe que yo podría robar unas migajas como de las que me querían acusar? Así que una vez libre fui a la discoteca por ti pero algo me llamó la atención, me acerque y te Vi besándote como la perra cualquier que eres con ese abogado de mala muerte- no podía creer que me estuviera hablando de esa manera, quién se creía que era
Le di vuelta la cara de una terrible cachetada me sentía tan indignada, en que momento Pedro se había vuelto tan desagradable así o siempre fue así y yo realmente no lo conocía
- Con que derecho crees que puedes hablarme de esta manera? Eres un patán
- Yo un patán y tú qué? ¡Me cansé de rogarte por una oportunidad, Gina yo valgo más que ese estúpido abogado de cuarta, dame una oportunidad por favor
- No, no quiero seguir hablando de esto, quiero que te mantengas alejado de mí
- A mí nadie me rechaza estúpida - el intento golpearme, pero una mano sostuvo la suya antes que el golpe llegará a mi mejilla
- No te atrevas a ponerle un dedo encima o juro que haré de tu patética vida un verdadero infierno - abrí mis ojos como platos no podía creer lo que estaba viendo Benicio estaba a mi lado y sostenía el brazo de Pedro hacia atrás con tanta fuerza que pensé que se lo quebraría
- Si le vuelves a hablar de esa manera o acercarte a ella te mato - su amenaza sonaba tan real que hasta me dió escalofríos
Benicio tiró con fuerza a Pedro al suelo y luego se acerco a mi
- Estás bien? - pregunto acariciando mi mejilla
- Si gracias, que haces aquí?
- Soy invitado a tu fiesta - dijo sonriendo inocente
Volvimos a la fiesta, Pedro no volvió ni siquiera a mirarme en toda la noche, al final la cena no fue tan aburrida como yo creía, mamá se hizo muy amiga de Bárbara la madre de Benicio, al final de la noche papá y Benicio se fueron a hablar no sé dé que a su despachó, mientras yo me fui al living con Agostina
- Que hace Benicio aquí? - pregunte
- Tu madre me invitó a mí y mi familia, ósea mi novio, mi hija y mi suegra, Benicio es mi cuñado por lo que no lo podíamos dejar solito en la mansión - dijo haciendo un puchero inocente
- Me agrado verlo está muy lindo está noche - dije suspirando como tonta